Chubut: el incendio en El Turbio ya consumió 3000 hectáreas mientras avanza el operativo para frenar su expansión

El Servicio Provincial de Manejo del Fuego confirmó que se pudieron frenar frentes críticos, aunque subsisten focos activos en áreas de bosque y pastizales, lo que prolonga las tareas de vigilancia sobre el terreno accidentado y vulnerable

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Diversos organismos provinciales, nacionales y
Diversos organismos provinciales, nacionales y pobladores se sumaron al operativo que busca frenar la propagación del fuego en El Turbio

El operativo desplegado en la zona de El Turbio, en el noroeste de Chubut, consiguió avances concretos en las últimas horas sobre el incendio forestal que inició el pasado 1 de diciembre, tras una tormenta eléctrica.

Según informó el Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF), dependiente de la Secretaría de Bosques, se lograron contener focos clave del incendio que ya consumió unas 3.000 hectáreas de bosque nativo y matorrales. Además, ratificaron que la labor permitió frenar el avance en el flanco izquierdo y una parte de la cabeza del foco más activo.

Las condiciones para la tarea de brigadistas y equipos de emergencia no fueron sencillas. Las fuertes ráfagas de viento entorpecieron los esfuerzos para controlar y extinguir el frente activo, en una geografía accidentada y cubierta de combustible vegetal pesado, lo que representó un desafío adicional para quienes trabajaban en el terreno. Todavía persisten dificultades en el control, especialmente en sectores de acceso restringido que comprometen también la seguridad del personal.

El área arrasada por las llamas se extiende cerca de Lago Puelo y en las inmediaciones de la frontera con Chile. Ahí, el fuego impactó sobre un bosque nativo en el corredor andino. Para responder a la emergencia, el operativo convocó a numerosas reparticiones provinciales y nacionales, cuerpos de seguridad, servicios de salud y habitantes de la zona, quienes articularon un trabajo conjunto para frenar el avance y evitar que el incendio tome dimensiones mayores.

La superficie arrasada incluye áreas
La superficie arrasada incluye áreas de bosque nativo y matorrales lo que representa una afectación significativa en la biodiversidad local

La presencia de brigadistas de las bases de Golondrinas, Lago Puelo, El Turbio, El Maitén y Epuyén, con apoyo de la Brigada Sur del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) y el ICE del Parque Nacional Lago Puelo, resultó determinante para contener los sectores más críticos.

Se trata de un despliegue regional, coordinado minuciosamente entre la Secretaría de Bosques, la Subsecretaría de Protección Ciudadana, unidades de salud, Gendarmería Nacional Argentina, Prefectura y representantes de la Agencia Federal de Emergencias (AFE).

Uno de los factores más delicados fue la persistencia del viento, con velocidades notificadas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) superiores a los 50 o 70 kilómetros por hora (31 a 43 millas por hora) y con ráfagas que en ocasiones excedieron los 100 km/h (62 millas por hora). Las alertas oficiales permanecieron activas durante toda la semana, lo que exigió ajustes constantes en los operativos de combate y protección de todo el personal desplegado.

Mientras los focos principales se lograron contener en el flanco izquierdo y parte del frente, otros sectores del incendio, como el flanco derecho, continuaban activos y representaban una amenaza, de acuerdo con los reportes técnicos. El SPMF informó que las tareas se concentraron en las áreas menos expuestas, al tiempo que se reforzó la liquidación en la cola del incendio y se monitoreó la posible existencia de puntos calientes o rebrotes. Para esto, los equipos utilizaron herramientas manuales, mochilas de agua y otros dispositivos de apoyo táctico.

El Servicio Provincial de Manejo
El Servicio Provincial de Manejo del Fuego informó que se logró controlar parte del frente del incendio mientras persisten tareas de vigilancia

El impacto de este incendio superó las 3.000 hectáreas, una superficie equivalente a más de 4.200 canchas de fútbol, compuesta principalmente de vegetación nativa, matorrales y pastizales de altura. Los equipos priorizaron el resguardo de la infraestructura de la zona y la protección de la biodiversidad del área andina.

El despliegue incluyó, además de los brigadistas y técnicos, la utilización de vehículos de apoyo, maquinaria y medios aéreos para transporte y reconocimiento. El operativo contó con quince camionetas, un camión con puesto de comando, tres embarcaciones, un camión cisterna, un tractor con carro incorporado, un colectivo para desplazamiento del personal y aeronaves abocadas al traslado y ataques puntuales desde el aire.

La coordinación interinstitucional fue un aspecto destacado del operativo. El SPMF y el SNMF trabajaron junto a la central de incendios, el Ministerio de Seguridad Nacional, la Regional Patagonia de AFE, el Hospital Rural Lago Puelo, la Prefectura y la Gendarmería Nacional Argentina.

La intervención de la Planta Educativa El Turbio y otros organismos de emergencia y comunicaciones optimizó la respuesta frente a la emergencia y la atención de los pobladores.

Las condiciones meteorológicas adversas con
Las condiciones meteorológicas adversas con vientos intensos aumentan la dificultad para contener los focos incandescentes y proteger la zona boscosa

En palabras de uno de los partes oficiales recogidas por Diario Río Negro, “las tareas de control siguen siendo complejas debido a la presencia de combustible vegetal pesado, la topografía irregular y las dificultades de acceso, factores que también comprometen la seguridad del personal”.

A la labor diaria en la contención del fuego, se sumó el seguimiento cartográfico del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que mediante mapas actualizados con clases de peligro diferenciadas alertó sobre el avance y la magnitud del riesgo de incendios en la región.

La emergencia continúa en vigilancia operativa y las autoridades mantienen activo el dispositivo de control para evitar la reactivación de focos en un entorno que, según el SPMF, sigue siendo vulnerable por las condiciones meteorológicas y la acumulación de material combustible.