Tomás, el nombre ficticio que trascendió para preservar la identidad del protagonista de esta conmovedora historia, se crió con la figura paternal del esposo de su madre, ya que su padre biológico falleció cuando apenas era un bebé. En ese contexto, el pequeño tenía que renovar su documento y fue en ese momento que expresó sus ganas de llevar el apellido de su papá del corazón, a partir de lo cual la familia inició los trámites correspondientes para la adopción por integración.
A fines de la semana pasada, el niño recibió la esperada noticia de una manera muy especial: los funcionarios del Juzgado Civil y Comercial local lo sorprendieron con una camiseta de River Plate -el club de sus amores- con el número 10 y su nuevo apellido estampados en la espalda.
Según precisa el diario Época, el papá biológico de Tomás falleció cuando él tenía ocho meses. Después de superar el duelo, su mamá conoció a Daniel, su actual esposo, cuando el niño tenía un año.
A pesar de que no era su hijo biológico, Daniel siempre trató a Tomás como uno. Lo lleva al colegio, lo cuida cuando está enfermo, lo ayuda a hacer la tarea y comparten la pasión por River Plate, club del cual no se pierden un sólo partido.
Con este escenario, Tomás manifestó el año pasado, cuando debía renovar su DNI, que quería cambiar su apellido y llevar el mismo que su hermanito menor de seis años, hijo de su mamá y su papá adoptivo. A partir de ese momento, la familia inició en el juzgado Civil y Comercial de Monte Caseros los trámites para la adopción por vinculación.
Tras superar las audiencias correspondientes y los trámites de rigor, como la entrevista que Daniel tuvo que brindar en Cámara Gesell, la jueza en lo Civil y Comercial de Monte Caseros, la doctora Elsa Laura López, y su secretario, doctor Vicente Humberto Brítes, decidieron comunicarle la decisión a Tomás de una manera muy especial. Así, surgió la idea de obsequiarle una camiseta de su querido River.
En ese contexto, Tomás llegó el pasado viernes junto a sus padres a la sede judicial sin saber la sorpresa con la que lo estaban esperando. A su arribo, le comunicaron que la adopción ya era un hecho, y la emoción se adueñó de la sala. Pero eso no era todo. El secretario Brítes también le entregó una camiseta del “Millonario”.
“Bueno, le contamos a todos que gracias a Dios, a Tomás lo pudo adoptar su papá, que era lo que él tanto quería. Y nada, yo como le digo a él, tiene su ángel en el cielo y su papá que lo va a cuidar siempre acá en la tierra. Así que nos estamos yendo a encontrarnos con Daniel. Está feliz, miren lo que le regalaron acá en el juzgado. Así que estamos muy felices”, anunció la madre en un video que grabó a la salida de la sede judicial.
Tomás era esperado por Daniel, su papá adoptivo, quien portaba un cartel con unas sentidas palabras para celebrar la concreción de su adopción. “Hijo, mi historia tuvo el mejor capítulo cuando llegaste a mi vida. Te amo con todo mi corazón. Sueño cumplido legalmente”, decía la pancarta. Sin dudarlo, Tomás corrió a los brazos de su padre y ambos se fundieron en un abrazo eterno. Y claro, el llanto de los dos fue impostergable.
“Darle la protección a este vínculo no es desconocer la realidad biológica del niño, que sabe quién es su padre y que tiene hermanos de parte de padre”, consideró en su dictamen la doctora Valeria Soledad Fornaroli, asesora de menores interviniente en el caso.