La emotiva carta de Zulemita recordando a su padre: “Buscó la paz y la unidad nacional”

La hija del ex presidente Carlos Menem escribió en exclusiva para Infobae unas sentidas palabras a un mes de su partida. A quiénes agradece en su misiva y el llamado de un encumbrado ex jefe de Estado que quiso destacar

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Zulemita con su padre, Carlos Menem, en una fotografía que envió especialmente a Infobae
Zulemita con su padre, Carlos Menem, en una fotografía que envió especialmente a Infobae

Son exactamente 1118 palabras las que halló Zulemita María Eva Menem para recordar a su padre. El 14 de febrero de este año, luego de varios meses acuciado por su salud, el ex presidente argentino por dos períodos consecutivos, Carlos Saúl Menem, falleció. Esto escribió su hija en exclusiva para Infobae:

“He necesitado que transcurran algunos días desde la partida de mi padre, hoy exactamente un mes, para expresar lo que he sentido y percibido en esta dolorosa circunstancia. Puedo dar fe de que se fue como vivió, luchando, pero con la paz que lo caracterizaba, con su mente lúcida y con conciencia de que estaba partiendo.

Sus últimos meses no resultaron fáciles, muchos fueron los días en los que peleó por su vida acompañado por su familia, por profesionales que sumaban a sus conocimientos una invaluable calidez humana y las plegarias de tantas personas que lo querían y el sentía en su ser. Se fue sin rebelarse ni ocasionar molestias. Pudimos cuidar de él y demostrarle en vida todo nuestro amor y agradecimiento por lo que el hizo por nosotros. Doy gracias a Dios de haberle podido retribuir todo cuanto me enseñó, con sus palabras, con su bondad y siempre con su paz y armonía. Ello me hace sentir privilegiada.

Menem (con el anillo que Zulemita recuperó) con su hija. La relación entre ambos siempre fue de unidad
Menem (con el anillo que Zulemita recuperó) con su hija. La relación entre ambos siempre fue de unidad

Resulta imposible dar gracias a todos los que nos acompañaron, a los que nos hicieron saber que participaban de nuestro dolor con la presencia, con comunicaciones o cartas muy sentidas; todos recordando detalles que recibieron de su parte o gratos momentos que habían compartido con él. Desde el Presidente y la Vicepresidenta de la Nación, diplomáticos de muchos países, jefes de Estado y personalidades del mundo político y cultural fueron delicadamente considerados para con su memoria; por su parte, el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, tuvo la deferencia de comunicarse personalmente para lamentar la pérdida, además de compartirme su opinión y cálidos recuerdos. Pero nada resultó más conmovedor que la condolencia de las personas del pueblo que lo despidieron, a quienes traté de atender uno a uno en cuanto me resultó posible. Quedan en mi memoria las cosas hermosas que dijeron de mi padre y sus saludos en el camino hacia su ultimo adiós. No sobra decir cuánto les agradezco por sentirlos tan cerca.

Sería necio de mi parte no poner aquí que supe o escuché de algunos dichos o expresiones de odio. A ellos no les puedo responder, pues no conozco esos sentimientos, y pertenecen al rango del tipo de actos que me enseñaron a desechar desde pequeña como indignos de personas de bien.

El velatorio de Carlos Menem en el Congreso, con la presencia del presidente de la Nación Alberto Fernández, la primera dama Fabiola Yañez, Zulema Yoma, Zulemita y su hijo mayor, Luca
El velatorio de Carlos Menem en el Congreso, con la presencia del presidente de la Nación Alberto Fernández, la primera dama Fabiola Yañez, Zulema Yoma, Zulemita y su hijo mayor, Luca

Mi padre, sea desde los altos cargos para los que fue elegido, sea desde el llano de su vida como ciudadano común, fue un buscador de la paz y de la unidad nacional como bienes indispensables para alcanzar la grandeza de la patria. Para papá la política era construcción, era el arte de construir; además de un convencido defensor de la libertad. Nunca persiguió a nadie por sus opiniones, y es reconocido porque marcó una época en la que la libertad de expresión resultaba sagrada, dejó actuar sin censura alguna y gracias a ello, muchos de los que lo critican hoy tienen sus espacios para poder expresarlo. Esa búsqueda permanente de la conciliación es seguramente uno de los componentes más importantes de su legado, junto a su incansable deseo de reubicar a nuestro país en un lugar privilegiado que nunca debió perder o abandonar en el concierto de las naciones, como él usaba expresar. Mucho se lamentaba de ver la caída de la imagen argentina a nivel internacional por las consecuencias que eso nos generaría tanto en lo político como en lo económico y por la gravedad de los problemas sociales que nos afligen en lo cotidiano. Mi padre no echaba culpas, nadie fue testigo de quejas, era un verdadero caballero de la política, y así se fue.

Zulemita con su papá, sonrientes. El ex presidente lucía en la foto una campera de River Plate.
Zulemita con su papá, sonrientes. El ex presidente lucía en la foto una campera de River Plate.

Como hombre lo destacaban la bondad, la paciencia, la fortaleza y valentía, además de ser poseedor de una simpatía sin par. Como político, su naturalidad, su carisma y su capacidad transformadora, además de la seguridad de que los problemas deben enfrentarse sin debilidades.

Unos días antes de su partida física, en una de nuestras hermosas y nutridas charlas, le pregunté: “Dígame papá, ¿Cómo soportó tanto en la vida , cómo hizo para hacer tanto?”, a lo que él me respondió : ”Hija mía, en la vida hay que poner en funcionamiento todo aquello que uno quiera que suceda”’, mientras con su dedo índice señalaba su cabeza. Sin lugar a duda creo fervientemente que ese pensamiento lo llevó a empujar nuestra historia y lanzarla hacia adelante y así nuestro país resultara como un atractivo para el resto del mundo. Y fue así que importantes inversiones se instalaron en Argentina, modernizando infraestructuras y servicios. Sólo nombro como ejemplo las autopistas -entre ellas la Panamericana-, aeropuertos, la Hidrovía con el polo agroportuario de Rosario que se convirtió en el más moderno del mundo. Sumando la instalación de terminales industriales como General Motors y Toyota, entre otras tantas. Y así podría seguir enumerando logros, teniendo en cuenta que la inversión en la década de 1990 fue 48 veces superior a la década anterior.

Zulemita y su hijo Malek en el velatorio de Carlos Menem en el Salón Azul del Congreso de la Nación. Fotos: Charly Diaz Azcue / Comunicación Senado
Zulemita y su hijo Malek en el velatorio de Carlos Menem en el Salón Azul del Congreso de la Nación. Fotos: Charly Diaz Azcue / Comunicación Senado

En los órdenes de la cultura y la vida cotidiana: nuevas universidades, la Biblioteca Nacional -obra que había estado paralizada por décadas-, el tan valorado Puerto Madero, o cuestiones tan simples y necesarias como tener gas en invierno, electricidad en verano o el acceso rápido a un teléfono, el tendido de fibra óptica, la telefonía celular… En fin, una modernización imprescindible siendo que veníamos a la cola de las posibilidades que el mundo ofrecía y nuestro país necesitaba. Todo estuvo basado en un clima de confianza jurídica que hizo posible esa realidad, y la Reforma Constitucional de 1994 producto del acuerdo entre las fuerzas mayoritarias del país.

Un hombre de Estado deja un legado, y entiendo que todos los argentinos que buscan la paz, la conciliación y el consenso para la nación recibimos un desafío que debemos atender para asegurar un futuro digno a las próxima generaciones

He leído algunos comentarios que me colocan como heredera política, como alguien que ha aprendido a lo largo de la vida a su lado. Si bien este aprendizaje es una realidad que no puedo negar, sea por las ideas que incorporé, o por el ejercicio que me dio la experiencia de tantos años acompañando a un hombre que fue tres veces Gobernador de nuestra provincia, dos veces Presidente de La Nación -con tres elecciones ganadas- y tres veces Senador Nacional, todo esto en medio de largas campañas electorales y grandes decisiones, como por las personalidades del país y del mundo con las traté, no es algo que pueda afirmar en este momento de dolor. Sí tengo la seguridad de que, si un día lo hago, será guiada por el espíritu transformador y conciliador que Carlos Menem dio a nuestro país y al mundo, como un hombre que supo ganar con grandeza ser parte de la historia argentina”.

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