Qué hallaron en la camioneta que usó Radetic en la picada a más de 240 km/h en la Ciudad

Tras un operativo conjunto de la fiscalía porteña y la Policía de la Ciudad, la Justicia secuestró ayer las camionetas que fueron usadas en la picada a más de 240 kilómetros por horas por casi media Capital Federal. Se trata de una Dodge RAM, conducida por Alejandro Biscardi (aún prófugo) y una Porsche Cayenne, manejada por Alejandro Radetic, detenido el sábado en su casa de Tigre.

Las autoridades confirmaron que la Dodge estaba estacionada en la calle Doblas, entre Rivadavia y Chaco, en el barrio de Caballito, mientras que la Porsche fue hallada en el interior de un estacionamiento ubicado en Paraguay al 5.000, en Palermo. Lo llamativo, más allá de ser autos de alta gama, vino después de que los funcionarios judiciales abrieron la guantera de la camioneta que es propiedad de Radetic.

Allí, los policías encontraron una caja de clonazepan (un conocido medicamento ansiolítico), gran cantidad de preservativos y un juego de patentes ocultas. Si bien aún resta por terminar de hacer los peritajes a los GPS de los vehículos para confirmar que fueron los usados en la picada, las propias filmaciones de los conductores compartidas en las redes sociales y las de las cámaras de seguridad de la Ciudad corroboraron que las camionetas transitaron a casi 250 kilómetros por hora.

En relación a la situación personal de los conductores, el juez de primera instancia en el fuero Penal Contravencional y de Faltas Pablo Casas ordenó ayer la prisión preventiva para Radetic, en tanto que la Fiscalía de la Ciudad intensificó la búsqueda de Biscardi.

El juez Pablo Casas dijo que se demostró que existen serias sospechas de que Radetic podría obstruir investigación. Para argumentar su decisión de mantenerlo preso, indicó que al momento de llevarse a cabo el allanamiento en su vivienda había en la cochera una gran cantidad de automotores, pero no se encontraba la Porsche Cayenne.

En ese sentido, dijo que era de gran importancia ubicar el auto, junto con su GPS en el interior (tal como se ve en el video), ya que sería una prueba de relevancia porque allí quedó registrado el circuito completo llevado a cabo el día del hecho y la velocidad alcanzada en cada lugar por el que corrió.

Biscardi, por su parte, es intensamente buscado por la policía, luego de ser señalado como el conductor de la Dodge RAM. Su abogado adelantó que pedirá la eximición de prisión, con el argumento de que no está probado que fuera él quien efectivamente condujera el rodado. Biscardi, que en 2010 había querido pertenecer a un grupo de élite de la policía, exhibe habitualmente sus "hazañas" al volante en las redes sociales.

Es hijo del comisario retirado de la Policía Federal Argentina (PFA) Guido Biscardi. En el año 2010 había intentado formar parte de un grupo de investigación de elite y con ese objetivo ingresó a la Escuela de Inteligencia de la fuerza, pero la abandonó ese mismo año.

En otros videos se lo puede ver esquivando autos en la ruta a bordo de la Dodge RAM 1500 por la autopista, realizando trompos en un Toyota 86 en pleno barrio porteño de Palermo o rompiendo todos los límites de velocidad en un VW Gol en la autopista.

Radetic (36), a su vez, alcanzó la fama en los últimos días por el video de la carrera que corrió por las calles de la Ciudad. Sin embargo, en las redes sociales su popularidad no es nueva: en Instagram, tiene unos 65 mil seguidores, con quienes comparte ostentosas fotografías rodeado de lujo, mujeres, armas, automóviles y motos.

Según el mismo se describió en otras publicaciones de Internet, "es un conocido coleccionista de autos de lujo y competición" y "su hobby son las carreras de drifting, especialidad en la que obtuvo varios premios internacionales".

Según el fiscal del caso, Gonzalo Viña, Radetic podría enfrentar penas que van desde los seis meses hasta los siete años de prisión e inhabilitación para conducir. Al delito de "conducción riesgosa", para el que el artículo 193 bis del Código Penal prevé una pena de tres años, se le suma el de daño agravado (penado con hasta cuatro años por el artículo 184, inciso 5) en concurso real.