Salud y entorno: las variables invisibles que pueden afectar el bienestar, según una médica funcional

En diálogo con el podcast Modern Wisdom, la Dra. Gabrielle Lyon planteó cómo exposiciones cotidianas poco consideradas, desde contaminantes domésticos hasta sustancias emergentes que explican síntomas persistentes que la medicina tradicional no logra identificar

Guardar
La Dra. Gabrielle Lyon destacó
La Dra. Gabrielle Lyon destacó que el entorno ambiental es un factor clave en la salud, más allá de la dieta y el ejercicio (Captura de video: YouTube)

“El entorno es el pilar invisible de la salud”. Con esta frase, la Dra. Gabrielle Lyon abrió su conversación con Chris Williamson en el podcast Modern Wisdom. Desde su trayectoria como médica funcional en Estados Unidos, Lyon sostuvo que la salud depende no solo de la alimentación y el ejercicio, sino también de factores ambientales muchas veces inadvertidos.

“Estaba convencida de que la clave de la salud era la dieta y el ejercicio. Me equivoqué”, reconoció. Según la especialista, el moho, los parásitos, los metales pesados y los microplásticos afectan a un número creciente de personas, aun cuando los análisis clínicos resulten normales.

Enfermedades complejas: el entorno como detonante

La Dra. Lyon relató cómo su enfoque cambió tras atender casos en los que, a pesar de hábitos saludables, los pacientes presentaban síntomas graves.

Una directiva empresarial experimentó problemas severos y aumento de peso sin razón aparente, hasta que se descubrieron exposiciones ambientales críticas. “No era solo dieta y ejercicio. Esto le sucede a muchas más personas de las que imaginamos”, admitió.

Los microplásticos, metales pesados, moho
Los microplásticos, metales pesados, moho y parásitos aumentan la prevalencia de enfermedades de origen ambiental en la población mundial (Freepik/Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante la entrevista, advirtió que las enfermedades de origen ambiental son cada vez más frecuentes. “Con los microplásticos y otras sustancias, posiblemente tengamos más exposiciones que nunca. Sí, los métodos de detección mejoraron un poco, pero seguimos sin respuestas claras”, explicó en Modern Wisdom.

Describió que basta entrar en un edificio con moho para que algunas personas desarrollen erupciones, fatiga o confusión mental, aunque no existan pruebas validadas para demostrar el daño. “No es como hacer una analítica de glucosa y recibir un diagnóstico claro”, puntualizó.

Las exposiciones ambientales pueden alterar el sistema hormonal, el ánimo, la energía y el descanso, además de provocar síntomas inespecíficos, como artritis o recuperación lenta tras el ejercicio. Lyon considera que la medicina actual aún no está preparada para enfrentar la complejidad de estos cuadros.

Dificultades diagnósticas y límites del paradigma médico

La “incertidumbre diagnóstica” es uno de los mayores desafíos, según la especialista. Aunque los análisis de muchos pacientes resultan normales, los síntomas persisten y afectan su calidad de vida.

La especialista advirtió que el
La especialista advirtió que el test de PCR no siempre capta ciertos organismos, especialmente en infecciones poco frecuentes (Crédito: Freepik)

Lyon compartió el caso de un operador de fuerzas especiales que, tras acudir a varias clínicas y mostrar análisis perfectos, seguía sufriendo inflamación y fatiga crónica. “Finalmente, descubrimos un parásito extraño, schistosomiasis, contraído en un río remoto. Había anemia y daño hepático. Si no lo identificas, el daño puede volverse irreversible”, detalló.

La médica subrayó que las pruebas PCR para parásitos pueden fallar. “Hicimos PCR una y otra vez y seguía dando negativo, aunque los síntomas eran evidentes. Solo un análisis manual al microscopio permitió identificar el problema”, afirmó.

También señaló que los parásitos pueden transmitirse en el hogar o por mascotas, lo que a menudo complica el diagnóstico. “Es muy frecuente y el diagnóstico se nos escapa si no lo consideramos de modo global”, advirtió.

Los parásitos, a menudo transmitidos
Los parásitos, a menudo transmitidos por mascotas o alimentos poco cocidos, son causas frecuentes de anemias y otros trastornos poco reconocidos (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto a la alimentación, aconsejó evitar el pescado crudo y la carne poco cocida. “Jamás recomiendo ingerir pescado crudo ni carne poco hecha. A nivel mundial, los gusanos intestinales son responsables de un porcentaje elevado de anemias por déficit de hierro”, sostuvo.

Experiencia personal y estrategias de tratamiento

La Dra. Lyon compartió su propia experiencia al enfermar gravemente tras mudarse a Nueva York: “Los síntomas me incapacitaron: no podía levantarme de la cama, mi visión se alteró, la fatiga era abrumadora. Los análisis convencionales estaban ‘perfectos’”.

Pruebas poco habituales revelaron niveles elevados de tolueno, compuestos volátiles y moho. “Había moho negro en toda la casa. Solo tras mudarme y seguir protocolos de desintoxicación logré recuperarme”, relató.

La variabilidad individual también quedó de manifiesto en su familia: solo su hijo y ella presentaron síntomas tras la exposición al moho, lo que sugiere una posible base genética.

Las terapias sugeridas por la
Las terapias sugeridas por la especialista incluyen abandono del entorno contaminado, sauna y tratamientos de desintoxicación para mejorar la salud ambiental (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lyon aseguró que, en su experiencia, el problema no es mental ni resultado de debilidad. “He tratado a exagentes del Servicio Secreto con exposiciones masivas, como en el 11-S. Personas que no pueden permitirse el cansancio y que, sin embargo, sufren daños profundos normalmente ignorados o descartados”, comentó.

Frente a estas enfermedades, recomendó la cooperación entre especialistas y la exploración de tratamientos alternativos. El primer paso, destacó, es abandonar el entorno contaminado. “Tienes que mudarte, aunque sea incómodo. Todo empieza con dejar de exponerte”, subrayó.

La sauna, durante 30 a 60 minutos a altas temperaturas, puede ayudar a eliminar compuestos lipofílicos a través del sudor. “La sauna tiene buena evidencia para reducir la inflamación y ciertos biomarcadores. Yo empleo regularmente la sauna y los baños de frío”, aseguró la especialista.

Nuevas amenazas y el futuro de la salud ambiental

Lyon expresó su preocupación por la proliferación de nuevas sustancias, como los microplásticos y los “químicos eternos”, así como la falta de atención a los indicadores clásicos de salud. Señaló que la medicina ambiental requiere cuestionar parámetros antiguos y considerar la calidad del tejido muscular como un criterio relevante.

La falta de investigación sobre
La falta de investigación sobre el impacto de la radiación no ionizante y los químicos eternos plantea nuevos desafíos para la medicina ambiental moderna, según la Dra. Lyon (Captura de video: YouTube)

También destacó la escasa investigación sobre el impacto de la tecnología: “No hemos evaluado suficientemente la influencia de la tecnología: radiación no ionizante de Wi-Fi, Bluetooth, sensores para colchones. Aquí podría haber un área ciega que ni siquiera sabemos cómo medir”.

Para la experta, reconocer la insuficiencia de las herramientas diagnósticas actuales y unir la medicina tradicional con la ambiental es fundamental. “Es irresponsable ignorar la experiencia del paciente solo porque los análisis sean ‘normales’. Siempre hay una causa, y solo colaborando encontraremos soluciones reales”, concluyó en Modern Wisdom.

El desafío, según la especialista, consiste en derribar resistencias y unir disciplinas para construir una medicina más colaborativa, capaz de afrontar los enigmas de la salud moderna y las amenazas invisibles del entorno.