COVID-19: cómo cuidar a los pacientes con enfermedades autoinmunes

El Colegio Americano de Reumatología desarrolló una guía clínica para el cuidado de pacientes con síndrome Sjogren, Lupus, artritis reumatoide, entre otros. Qué hay que tener en cuenta

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El Colegio Americano de Reumatología (ACR) ha desarrollado una guía clínica para el cuidado de pacientes que padecen enfermedades autoinmunes (Shutterstock.com)
El Colegio Americano de Reumatología (ACR) ha desarrollado una guía clínica para el cuidado de pacientes que padecen enfermedades autoinmunes (Shutterstock.com)

Según los datos de situación de la OMS, la tasa de mortalidad más alta se ha observado en pacientes mayores de 60 años y con afecciones concomitantes. Las más frecuentes son: enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad respiratoria crónica, hipertensión, y afecciones renales. Hasta la fecha, no se han reportado muertes asociadas con enfermedades reumáticas.

La mayoría de los virus que han causado epidemias recientes son zoonosis, originadas por distintos huéspedes animales, que en el caso del COVID-19 serían los murciélagos. Los murciélagos son la reserva natural y saludable de estos virus, ya que pueden residir por su tolerancia inmune. Estos aspectos pueden ser relevantes cuando se trata de la infección de un paciente inmunocomprometido, potencialmente protegido por una respuesta inmunológica más débil contra la infección.

El Colegio Americano de Reumatología (ACR) ha desarrollado una guía clínica (aprobada el 11 de abril, 2020) para el cuidado de pacientes que padecen enfermedades autoinmunes (síndrome Sjogren, Lupus, artritis reumatoide, espondiloartritis, artritis psoriasica, esclerodermia, entre otras) durante la pandemia, incluyendo a pacientes con infección documentada o que hayan estado expuestos al virus (sin síntomas). Todas estas recomendaciones se basan en el conocimiento actual y son revisadas de acuerdo a las circunstancias y evidencias que se van obteniendo a diario. Las modificaciones en el tratamiento se harán de acuerdo al tipo de enfermedad autoinmune, y al compromiso orgánico y/o sistémico de la misma.

 Las modificaciones en el tratamiento se harán de acuerdo al tipo de enfermedad autoinmune, y al compromiso orgánico y/o sistémico de la misma
Las modificaciones en el tratamiento se harán de acuerdo al tipo de enfermedad autoinmune, y al compromiso orgánico y/o sistémico de la misma

Recomendaciones generales para pacientes con enfermedades reumáticas:

-Las medidas preventivas son iguales a la población en general (aislamiento social, lavado de manos, etc.)

-Reducir las consultas médicas (o realizarlas telefónicamente), y las extracciones de sangre, si no hay una urgencia por alguna nueva manifestación o descompensación de la enfermedad.

-Los corticosteroides deberían de usarse en su dosis más baja posible que puedan controlar la enfermedad debido al riesgo que presentan a desarrollar infecciones.

-Pacientes bajo los siguientes tratamientos, en ausencia de infección por COVID-19, deben continuar con sus mismas dosis en forma estable: hidroxicloroquina, sulfasalazina, metotrexato, leflunomida, otros inmunosupresores como ciclosporina, micofenolato, azatioprina, medicamentos biológicos, inhibidores de Janus quinasa (JAK), antinflamatorios no esteroideos e inhibidores de Il-6 (Interleuquina-6) como Tocilizumab o Sarilumab.

-Si hay una infección por COVID-19 documentada, y el paciente está en tratamiento con hidroxicloroquina debe continuarlo, al igual que el tratamiento biológico con inhibidores de IL-6. Todos los demás medicamentos mencionados en el párrafo anterior deben ser discontinuados, incluso los antiinflamatorios no esteroideos, sobre todo si se presenta un cuadro respiratorio severo.

Pacientes bajo varios tratamientos, en ausencia de infección por COVID-19, deben continuar con sus mismas dosis en forma estable (REUTERS/Lindsey Wasson/File Photo)
Pacientes bajo varios tratamientos, en ausencia de infección por COVID-19, deben continuar con sus mismas dosis en forma estable (REUTERS/Lindsey Wasson/File Photo)

Como conclusión y debido a que hasta el momento no existe ningún tratamiento farmacológico que se pueda administrar como medida de profilaxis, ni se conoce claramente cuándo podrá estar disponible una vacuna, aunque existen ensayos clínicos en desarrollo, los pacientes que toman los mencionados tratamientos deberían seguir la norma habitual e interrumpir la terapia, como se describió, solo si se producen episodios de infección.

La mayoría de los medicamentos recetados para tratar los tipos de artritis inflamatoria o autoinmune inhiben el sistema inmunológico, incluidos el metotrexato, los corticosteroides y los agentes biológicos como infliximab (Remicade), adalimumab (Humira), ixekizumab (Taltz), ustekinumab (Stelara), etc. Su consumo no aumenta el riesgo de infección por encima del de una persona sana, pero podría desarrollar complicaciones más graves si se infecta por el virus, debido a que su replicación sucede antes de que el cuerpo active su propia respuesta inmune. Por esta razón, es muy importante que si está bajo dicha medicación se comunique con su especialista en Reumatología de inmediato si cree que ha estado expuesto o está experimentando síntomas similares a los de la gripe y especifique que tipo de inmunosupresores está tomando.

La dra. Andrea Buschiazzo (MN. 79962) es médica especialista en Reumatología y Enfermedades Autoinmunes. Especialista en Farmacología Clínica.

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