Aumenta la presencia de chicharritas en zonas endémicas: claves para proteger los cultivos de maíz

Un informe reciente advierte sobre el aumento de esta plaga en el NOA y NEA y propone medidas para minimizar su impacto

Guardar
Un informe reciente advierte sobre
Un informe reciente advierte sobre el aumento de esta plaga en el NOA y NEA y propone medidas para minimizar su impacto (UNSJ)

Mientras el maíz avanza en etapas clave de su desarrollo en Argentina, nuevas alertas encendieron las alarmas en el NOA y NEA. Según el último informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, que abarcó 420 localidades entre fines de noviembre y principios de diciembre, estas zonas reportaron un incremento preocupante en las poblaciones de chicharritas, insectos vectores del devastador achaparramiento del maíz. Aunque en la mayor parte del país la plaga sigue ausente, las regiones endémicas enfrentan condiciones predisponentes que exigen una respuesta inmediata.

Zonas críticas: el desafío del NOA y NEA

En las regiones del NOA y NEA, el informe registró un crecimiento en las poblaciones de chicharritas, un escenario que los especialistas calificaron como “esperable”. Esto se debe a varios factores predisponentes, como la falta de un vacío sanitario adecuado que elimine los maíces voluntarios o “guachos”, la presencia de gramíneas usadas como cultivos de cobertura y las condiciones climáticas actuales, con lluvias y temperaturas que favorecen la proliferación del insecto.

Para evitar que esta tendencia se intensifique, el informe recomienda medidas concretas:

  • Incrementar el monitoreo en los cultivos.
  • Eliminar los maíces voluntarios.
  • Evaluar la necesidad de aplicar controles específicos para minimizar las poblaciones de Dalbulus maidis.

Estas acciones, según los expertos, son fundamentales para contener el problema antes de que impacte de manera irreversible en la producción de maíz.

Aunque en la mayor parte
Aunque en la mayor parte del país la plaga sigue ausente, las regiones endémicas enfrentan condiciones predisponentes que exigen una respuesta inmediata. REUTERS/Matias Baglietto

Un alivio en el Litoral y estabilidad en el Centro

En contraste, el Litoral reportó una disminución significativa en la presencia de chicharritas, con un 95% de las localidades libres de esta plaga. En el Centro Norte, Centro Sur y Uruguay, los niveles se mantuvieron estables respecto del informe anterior, con más del 97% de las localidades sin registros de Dalbulus maidis.

Sin embargo, estas zonas no están exentas de riesgos. Con la coexistencia de maíces tempranos y tardíos, el informe subraya la importancia de redoblar los esfuerzos en el monitoreo riguroso de los cultivos establecidos para evitar futuras infestaciones que podrían afectar los lotes tardíos en etapas iniciales de desarrollo.

La herramienta clave: trampas cromáticas adhesivas

El monitoreo de las trampas cromáticas adhesivas, ampliamente utilizadas en Argentina y otros países como Brasil, es una herramienta indispensable para los productores. Estas trampas permiten detectar la presencia del insecto en las cercanías de los cultivos, aunque el informe aclara que suelen registrar un leve desfasaje temporal, ya que las chicharritas tienden a dirigirse primero hacia el maíz antes de ser capturadas. Por ello, se recomienda complementar este método con inspecciones directas de las plantas.

El monitoreo es uno de los pilares del Manejo Integrado de Plagas (MIP), una estrategia que busca combinar prácticas culturales, biológicas y químicas para minimizar el impacto de esta plaga. Según los técnicos, un manejo consciente y preventivo resulta crítico en este contexto.

Infectividad y nuevos desafíos

Entre agosto y noviembre, la red de monitoreo analizó mediante PCR la infectividad de Dalbulus maidis en localidades del NOA, revelando un rango de infección del 0 al 10%. Si bien estos valores parecen bajos, no se deben subestimar, ya que incluso pequeños niveles de infección pueden desencadenar brotes si las condiciones son favorables para la plaga.

La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, creada este año, surgió como respuesta al impacto del complejo del achaparramiento del maíz, una enfermedad que golpeó duramente a la superficie maicera del país en campañas recientes.

Prevenir antes que lamentar

El panorama actual demanda acción inmediata por parte de los productores y una planificación estratégica. Erradicar los maíces voluntarios, intensificar los monitoreos y adaptar las prácticas de manejo son medidas esenciales para mitigar el riesgo en las áreas críticas y proteger el rendimiento de los cultivos de maíz.

Con las herramientas disponibles y el apoyo técnico de instituciones como la Red Nacional de Monitoreo, el desafío es implementar un manejo integrado que permita equilibrar la producción con la sostenibilidad a largo plazo.