El carbón del maní bajo la lupa: un mapa estratégico para el manejo del cultivo

El INTA monitorea el carbón del maní para mapear su avance y optimizar estrategias de manejo en el cultivo

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El INTA monitorea el carbón del maní para mapear su avance y optimizar estrategias de manejo en el cultivo (inta)
El INTA monitorea el carbón del maní para mapear su avance y optimizar estrategias de manejo en el cultivo (inta)

La sanidad de los cultivos de maní enfrenta un desafío persistente en Argentina: el carbón del maní, una enfermedad causada por un hongo que convierte los granos en una masa de esporas oscuras y afecta considerablemente la productividad. Este problema, presente en el país desde 1995, ha crecido tanto en intensidad como en prevalencia, lo que llevó a los especialistas a implementar un sistema de monitoreo sistemático para controlar su avance.

Con el fin de comprender mejor el impacto de la enfermedad y desarrollar estrategias de manejo más efectivas, el Instituto de Patología Vegetal (IPAVE) del INTA, en conjunto con la Fundación Maní Argentino (FMA), lleva a cabo un relevamiento continuo del estado sanitario del maní. El objetivo de este estudio es generar información precisa sobre la distribución y la evolución del carbón, permitiendo así la toma de decisiones basada en datos concretos para cada zona productiva.

Un enemigo silencioso y persistente

El carbón del maní se ha convertido en una de las enfermedades más devastadoras para este cultivo. No solo afecta la calidad de los granos, sino que sus esporas, altamente resistentes, pueden sobrevivir en el suelo durante más de seis años, lo que perpetúa la presencia de la enfermedad y complica su control. Además, las esporas se dispersan fácilmente con el viento durante la cosecha, aumentando el riesgo de expansión a nuevas áreas.

El carbón del maní se ha convertido en una de las enfermedades más devastadoras para este cultivo (inta)
El carbón del maní se ha convertido en una de las enfermedades más devastadoras para este cultivo (inta)

Uno de los puntos más críticos es el impacto en el rendimiento. Cuando la incidencia de la enfermedad supera el 50 % en un lote, las pérdidas de producción pueden alcanzar entre el 25 % y el 35 %, lo que representa un golpe significativo para los productores. Estas características hacen del carbón un problema complejo que requiere un enfoque preciso y planificado para su manejo.

Mapas de referencia: una herramienta para la acción

El monitoreo sistemático llevado a cabo por el equipo de fitopatología del INTA ha resultado en la creación de mapas epidemiológicos que muestran la distribución de la enfermedad en las distintas regiones productoras de maní. Estos mapas son esenciales para identificar las zonas con mayor riesgo y permiten a los productores tomar decisiones informadas sobre cómo abordar la enfermedad en sus cultivos.

Desde el inicio de este relevamiento en la campaña 2014-2015, los datos han revelado un aumento preocupante en la incidencia del carbón, especialmente en la región sur de Córdoba, donde departamentos como Río Cuarto y General Roca han pasado de tener baja incidencia a registrar hasta un 50 % de las vainas afectadas. Este tipo de información es fundamental para que los productores ajusten sus estrategias de manejo, ya sea eligiendo variedades más resistentes o aplicando tratamientos específicos en los lotes más comprometidos.

Una colaboración estratégica

La realización de estos estudios es posible gracias a la colaboración entre el sector público y privado. Empresas del sector manisero envían muestras al IPAVE, donde los técnicos analizan los datos y producen los mapas sanitarios. Estos esfuerzos conjuntos permiten avanzar en la comprensión de la biología del patógeno y en la evolución de la enfermedad, lo que puede resultar en mejoras significativas en las prácticas de manejo.

Los mapas no solo son útiles para los productores actuales, sino que también proporcionan una base de datos invaluable para futuras investigaciones. Según el investigador Juan Andrés Paredes, del IPAVE, esta información ayuda a modelar otras variables que podrían afectar la aparición y propagación del carbón del maní, lo que permite anticipar escenarios y desarrollar estrategias preventivas a largo plazo.

Expansión del monitoreo a nuevas regiones

Aunque históricamente la mayor parte del cultivo de maní se ha concentrado en Córdoba, la producción se ha expandido hacia provincias como Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa. Por ello, el monitoreo ha sido extendido a estas nuevas áreas de producción para evaluar cómo la enfermedad se comporta en territorios con condiciones climáticas y agrícolas diferentes.

La capacidad de adaptación del hongo a diversas zonas de producción refuerza la importancia de continuar con estos relevamientos. Además, la información generada permite ajustar las medidas de manejo en función de las características epidemiológicas específicas de cada región.

Mirando hacia el futuro

El trabajo del INTA y la Fundación Maní Argentino en el monitoreo del carbón del maní representa una herramienta fundamental para enfrentar esta enfermedad. Al tener un conocimiento detallado sobre la distribución y evolución del patógeno, los productores pueden optimizar sus estrategias de control y manejo, reduciendo así las pérdidas y mejorando la rentabilidad de sus explotaciones.

Este enfoque integrado y basado en datos ofrece un panorama más claro para la toma de decisiones en el campo, destacando la importancia de la ciencia aplicada al desarrollo agrícola. En un contexto donde las enfermedades del suelo pueden comprometer la sostenibilidad del sector, contar con información precisa y oportuna es, sin duda, el mejor aliado de los productores.

Fuente: Inta

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