
Las invasiones alienígenas son una constante de la ciencia ficción y el cine las ha tomado como temas desde siempre, pero con especial énfasis cuando a fines de la década del cuarenta la temática se convirtió en el género más popular de Hollywood. Desde entonces todos los realizadores han buscado la forma de usar esta temática para expresar sus temas y sus ideas del mundo. Paisaje con mano invisible es una película que entra en la categoría de las más originales del género invasión de extraterrestres.
Adam (Assante Blackk) es un joven artista que llega a la mayoría de edad con el planeta ocupado por extraterrestres, los Vuvv. Esta especie invasora ha traído beneficios y problemas a la humanidad. Su tecnología ha permitido a una parte de la humanidad lograr una evolución sin precedentes, pero solo una clase privilegiada tiene acceso a esto. La mayoría, cuyos trabajos van quedando obsoletos, sobrevive como puede al servicio del turismo. Una opción para Adam y su novia Chloe (Kylie Rogers) es transmitir el comienzo de su relación romántica para disfrute de los Vuvv, quienes observan esto fascinados como si fuera una telenovela. Las conductas humanas son curiosas para esta especie cuya forma y comportamiento no se parece a la de los terrícolas.

Pero nada es tan fácil como parece y por cada paso adelante que se da, se corre el riesgo de retroceder dos. Los integrantes de dos familias comparten su hogar y cada uno encuentra la forma de producir algo de interés para los invasores. Tal vez el arte de Adam puede llegar a ser una salida definitiva, o tal vez su perdición. Los Vuvv son un enorme aparato burocrático que se mueve entre la generosidad y el progreso y el totalitarismo más inquietante. No hay forma de saber a ciencia cierta cuál es la forma más inteligente de enfrentarlos: si con la complacencia o con la resistencia. Es el mismo tema de todas las películas de ciencia ficción, pero esta vez con un tono inesperado, diferente, que juega al borde del humor sin ser nunca una comedia y con la constante sensación de que algo terrible puede pasar. La opción nunca es el subrayado, ni la violencia, ni la espectacularidad, tan solo el comportamiento humano frente a una invasión irremediable.
Paisaje con mano invisible (Landscape With Invisible Hand) es a su modo una sátira brillante más cerca del cine independiente norteamericano que de una superproducción con naves espaciales y grandes efectos visuales. Por eso su público no necesariamente es el de los fanáticos de Día de la independencia y esa clase de títulos. Sin embargo es un ejemplo perfecto de cómo subvertir los géneros sin romper sus reglas más importantes. En su originalidad radica su mayor mérito.

Está disponible para ver en Prime Video.
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