El embajador argentino en el Reino Unido: “Un cambio de monarca no modifica el panorama en el reclamo de soberanía sobre las Malvinas”

En diálogo con Infobae, Javier Figueroa contó cómo atraviesa Londres las horas posteriores a la muerte de la Reina Isabel II. Además, la agenda diplomática en el marco de los funerales y el posible viaje de funcionarios

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El embajador argentino en el Reino Unido: “Un cambio de monarca no modifica el panorama en el reclamo de soberanía sobre las Malvinas” (Getty Images)
El embajador argentino en el Reino Unido: “Un cambio de monarca no modifica el panorama en el reclamo de soberanía sobre las Malvinas” (Getty Images)

Apenas una caminata de 15 cuadras es lo que separa la Embajada de Argentina en Londres del Palacio de Buckingham, lugar donde que residió la Reina Isabel II y en el que ayer por la tarde se comunicó oficialmente su muerte a la edad de 96 años. Ese recorrido es el que más de una vez realizó el embajador nacional en Gran Bretaña, quien en diálogo con Infobae comentó cómo se vive la dimensión del hecho: “Ayer se suspendieron todas las actividades y fue el momento de más shock. Hoy tuve un almuerzo en la residencia argentina y volví a la oficina a pie: vi hordas de gente caminando hacia Buckingham”.

En este escenario, el tablero político sufrió cambios recientes y de importancia. Sucede que al fallecimiento de Isabel II y la asunción de Carlos III, se suma el inicio de la gestión de Liz Truss como Primera Ministra británica tras la renuncia de Boris Johnson. Y esto a su vez, plantean una incógnita para Argentina: ¿Podría existir una posible infección en el panorama del histórico reclamo argentino respecto a la soberanía de las Islas Malvinas? “Un cambio de monarca no, porque por definición la monarquía británica no es política en el sentido de fijar una línea. En ese sentido, el Rey o la Reina no pueden tener opiniones políticas”, señala Javier Figueroa desde Londres.

El Personal coloca un cartel anunciando la muerte de la Reina Isabel en una valla fuera del Palacio de Buckingham (REUTERS/Henry Nicholls)
El Personal coloca un cartel anunciando la muerte de la Reina Isabel en una valla fuera del Palacio de Buckingham (REUTERS/Henry Nicholls)

—¿Cómo se vive allá este momento histórico?

—La palabra es consternación y pena. La Reina, más allá de su rol como jefa de Estado y su rol institucional, era una persona que gozaba de muchísimo respeto en toda la sociedad, por la dedicación al trabajo y cumplir cabalmente con el rol. La monarquía tiene un rol institucional. La reina no fija posiciones políticas, ella es un símbolo de la unidad del reino. La cara de la reina está en todos los billetes y eso va a cambiar, imaginate la cantidad de cambios mitológicos que se vienen. Fue una presencia constante durante mucho tiempo. Cómo para tener una dimensión histórica, pensá que cuando asumió gobernaban Josef Stalin, Winston Churchill, Harry Truman. Pasaron cinco papas, como 18 Primeros ministros. Fue testigo de infinidades de hechos históricos en sus 70 años de reinado.

La audiencia virtual entre el embajador Javier Figueroa y la Reina Isabel II durante la primera etapa de la pandemia por el COVID-19 (Jonathan Brady/PA Wire/Pool via REUTERS)
La audiencia virtual entre el embajador Javier Figueroa y la Reina Isabel II durante la primera etapa de la pandemia por el COVID-19 (Jonathan Brady/PA Wire/Pool via REUTERS)

—¿Cómo recuerda sus encuentros con la Reina como diplomático y en lo personal cómo lo atraviesa este momento?

—Estuve aquí ocho años como diplomático junior, con tres distintos embajadores y durante esos momentos la vi a la Reina porque hay un calendario anual de actividades. Ahora cuando volví como embajador, en septiembre de 2020, ya estaba la pandemia y ella se cuidaba mucho de tener actividades. De hecho, la presentación de cartas credenciales —el documento que te acredita como representante del gobierno argentino— la hice en el Palacio de Buckingham con todos los protocolos, carruajes y en el salón que correspondía, pero ella estaba en Windsor comunicada vía Zoom. Fue una conversación extensa, súper cálida. A mí me sorprendió la familiaridad y la fluidez de la conversación. Debo confesar que estaba nervioso y no por la presentación de cartas, sino por el tema de la conexión, por si no se escuchaba o se caía. Pero no, fue todo muy fluido. Estuvo mi mujer, que también es funcionaria diplomática: conversaron de cuestiones familiares. Desde lo profesional, hay que reconocer su dedicación y profesionalismo. Pensar que días antes recibió a la nueva ministra —Liz Truss— y también aceptó la renuncia de Boris Johnson. Hasta el último momento estuvo cumpliendo sus funciones, más allá de la fragilidad por la edad. No es grato presenciar un evento que pasa por la desaparición de una persona, pero es un hecho histórico, como también lo será la asunción de Carlos III. Son estas cosas que te dan la profesión de diplomático: de repente estás en un lugar y sos testigo de eventos históricos que de otra manera tal vez lo ves por los medios. Es algo interesante de nuestra profesión.

—¿Cómo fue que se enteró y cuáles fueron los protocolos que siguieron tras la muerte de la Reina?

—En realidad, acá y en todos los países, existen departamentos de protocolo que se comunican con las embajadas. En este caso, hay un protocolo que es el de la Cancillería y está el de la Casa Real, que tiene su propio cuerpo diplomático. Nos llegan notificaciones para esto y para cualquier otra cosa. Durante el Jubileo de la Reina pasó lo mismo: nos decían que existía tal evento y que participarán los embajadores, nos decían a qué hora llegar y dónde ubicarnos. Acá será lo mismo, pero todavía no tenemos mayores precisiones. Sólo sabemos cosas muy básicas, el cronograma general de las exequias de la reina.

El comunicado de Cancillería Argentina tras la muerte de la Reina Isabel II
El comunicado de Cancillería Argentina tras la muerte de la Reina Isabel II

—Le puede llegar a tocar presenciar algún tipo de ceremonia…

—El cuerpo diplomático participa como en cualquier gran evento en un país. Siempre hay un espacio reservado para el cuerpo diplomático, sea el evento que sea. Acá, sobre todo, la Casa Real tiene un calendario de actividades para el cuerpo diplomático o más amplio, pero en ese más amplio hay espacios reservados.

—¿Ante la dimensión del hecho, el Presidente o el Canciller se comunicaron con usted?

—Inmediatamente recibí el mensaje de condolencia del Gobierno argentino y fue transmitido. Obviamente nosotros publicamos en redes el mensaje y lo comunicamos. Hasta este momento no tengo ninguna otra comunicación. Es algo que puede pasar como no. Todavía no sabemos, y es algo que tengo que comunicar a Buenos Aires, cómo serán las exequias, quiénes son los dignatarios extranjeros, qué nivel y cuándo. En su momento se decidirá.

—Entonces, no se descarta que tenga que viajar algún funcionario nacional.

—Esa es una decisión que le corresponde al Canciller y al Poder Ejecutivo. Cualquiera sea la decisión que tomen, la Embajada está para facilitar esa visita desde la logística protocolar y demás.

—¿La muerte de Isabel II y la asunción de Carlos III, sumado al inicio de la gestión de Truss luego de la renuncia de Johnson podría modificar de alguna manera el panorama en este reclamo argentino respecto a la soberanía de las Islas Malvinas?

—Un cambio de monarca no, porque por definición la monarquía británica no es política en el sentido de fijar una línea. En ese sentido, el Rey o la Reina no pueden tener opiniones políticas. Pueden expresarse todos los años cuando presentan el programa legislativo pero sin decir que es algo que están instruyendo. Expresan la voluntad del gobierno británico y no pueden formular expresiones políticas a favor o en contra.

Carlos III y la Reina Isabel II (Archivo/ REUTERS/Hannah McKay/Pool/)
Carlos III y la Reina Isabel II (Archivo/ REUTERS/Hannah McKay/Pool/)

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