Ramos Padilla pidió veedores nacionales e internacionales para evitar dudas sobre la elección en Buenos Aires

El juez federal con competencia electoral en la provincia de Buenos Aires le envió una carta a la Cámara Nacional Electoral

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El juez federal Alejo Ramos Padilla (Tony Gomez)
El juez federal Alejo Ramos Padilla (Tony Gomez)

Fue Mauricio Macri el que lanzó la piedra al sembrar dudas sobre las elecciones de Buenos Aires y acusar de “juez militante” al juez electoral de la provincia, Alejo Ramos Padilla. Primero la Cámara Nacional Electoral envió una carta al Consejo de la Magistratura pidiendo que se informe públicamente cómo es el proceso de selección de un magistrado. Ahora fue el propio Ramos Padilla el que contestó: le solicitó a sus superiores que convoquen veedores nacionales e internacionales para evitar suspicacias y confirmar las trasparencia de los comicios que se lleven adelante en el territorio más grande del país.

“Las dudas en el imaginario colectivo acerca de la regularidad de un proceso electoral, tal como lo destacaron Vuestras Excelencias, afectan no solo la ‘confianza pública’ sobre el mecanismo de designación de autoridades sino que vician el mandato de quienes asuman la función pública en tales condiciones”, sostuvo en su carta a la que accedió Infobae.

Y por ello, añadió, “para descartar cualquier posibilidad de sospecha acerca de la transparencia con la que se habrá de llevar adelante el proceso electoral en la provincia de Buenos Aires, evitar todo tipo de suspicacias, asegurar la tranquilidad de todos los participantes, fortalecer la confianza de los ciudadanos en el desarrollo y transparencia del proceso electoral y la legitimidad de las autoridades elegidas es que formuló esta petición a la excelente Cámara Nacional Electoral para que se invité a las organizaciones nacionales e internacionales de reconocida experiencia que estime corresponder de modo que se pueda llevar adelante la mas amplia y completa observación de lo actuado para esta justicia electoral en el ámbito de la provincia de Buenos Aires de acuerdo a los estándares internacionales”.

El reclamo de Ramos Padilla es una respuesta directa a Mauricio Macri, luego de que el ex presidente diera a entender que el juez iba a favorecer al Frente de Todos en las elecciones de Buenos Aires. “¿Quién es el nuevo juez electoral en la provincia de Buenos Aires? ¿es un juez ecuánime o militante? Es Ramos Padilla, un juez militante. Son avances que veo, aquellos que subestiman allá ellos, yo no subestimo”, afirmó en una entrevista con TN.

 Mauricio Macri
Mauricio Macri

No era la primera vez que Macri disparaba contra el juez. Ramos Padilla fue el que llevó adelante la causa D’Alessio en Dolores y él mismo dio instrucciones en ese momento para que el Gobierno lo denunciara en el Consejo de la Magistratura. “Ramos Padilla no es un juez ecuánime, espero que el Consejo de la Magistratura lo destituya”, llegó a decir en marzo de 2019. El Consejo de la Magistratura desestimó el pedido del entonces oficialismo, mientras que Ramos Padilla ganó el concurso para ser juez electoral. Asumió en ese puesto en febrero pasado.

El planteo de Macri sobre Ramos Padilla provocó malestar en la Cámara Electoral, que el viernes pasado con la firma de sus tres integrantes envió una carta al Consejo de la Magistratura haciendo hincapié en la transparencia que ha caracterizado a las elecciones en la Argentina desde el retorno de la vida democrática.

“La justicia nacional electoral argentina no solo goza de un reconocido prestigio en la región, sino que ha tenido un rol cabal en asegurar el correcto desarrollo de los procesos electorales, cuya legitimidad nunca ha sido cuestionada desde la recuperación democrática en la década del ochenta”, señalaron en su nota los jueces Santiago Corcuera, Daniel Bejas y Alberto Dalla Vía. “La calidad del sistema democrático depende -entre otros aspectos- de la confianza que tengan los ciudadanos en los procesos electorales a través de los cuáles eligen a sus representantes y el cuestionamiento infundado a la integridad de la autoridad electoral debilita esa fundamental confianza pública”.

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