En el inconsciente colectivo se instaló que viajar a Davos era una tilinguería impuesta por Carlos Menem cuando creía que era rubio y de ojos celestes. El presidente peronista actuaba como aliado de la Casa Blanca y avalaba que los capitales financieros apostaran en la city porteña al ritmo de la convertibilidad diseñada por Domingo Cavallo.
Ese paradigma del capitalismo unipolar, con un mundo que observaba atónito la caída del Muro de Berlín y la implosión de la Unión Soviética, ya es un pasado imperfecto que fue enterrado por el ascenso de China, la ola tecnológica y el fundamentalismo que mata con choferes suicidas y camiones a toda velocidad.
Ahora, Davos intenta desencriptar qué sucederá en el siglo XXI y propone paneles que tratan sobre la hipnosis para evitar los dolores físicos, la utilización de drones en tareas de rescate, los métodos para evitar una crisis financiera y el desafío de construir ciudades inclusivas, por citar algunos de los temas que se abordarán en el cantón más conocido de Suiza. Mauricio Macri llegará al cónclave global desde Moscú y tiene previsto hablar sobre el G20 de Buenos Aires, una cita mundial que encaja con las intenciones y los objetivos políticos de este Foro Mundial Económico.
El presidente tiene una agenda muy apretada para las 35 horas que se quedará en Davos, y ya casi descartó un encuentro informal con Donald Trump
Macri viaja a Davos acompañado por sus ministros Nicolás Dujovne (Hacienda), Francisco Cabrera (Producción), Jorge Faurie (Cancillería) y Miguel Etchevehere (Agroindustria), los secretarios Fulvio Pompeo (Asuntos Estratégicos), Horacio Reyser (Relaciones Económicas Internacionales) y el vocero Iván Pavlovsky. El presidente tiene una agenda muy apretada para las 35 horas que se quedará en Davos, y ya casi descartó un encuentro informal con Donald Trump: cuando llegue el líder republicano –viernes 26-, Macri estará aterrizando en París para iniciar su última etapa de la gira europea.
El gobierno decidió abrir en Davos una Casa Argentina, que estará muy cerca del centro de convenciones. En la Casa, Macri actuará como anfitrión y recibirá al puñado de poderosos empresarios que también viajarán a Davos para argumentar que hay razones suficientes para invertir en el país. Abrigados para enfrentar al frío del invierno suizo, el Presidente espera a Marcos Bulgheroni (Bridas Energy Holding Argentina), Eduardo Elsztain (IRSA Inversiones), Martín Eurnekian (Corporación América), Enrique Pescarmona (IMPSA Argentina) y Marcelo Mindlin (Pampa Energía Argentina), además Juan Curutchet y Mario Blejer, que llegan en representación del Banco Provincia y del Banco Hipotecario.
El Presidente apuesta a seducir a los banqueros e inversores que participan del Foro Económico
El jueves 25 de febrero, entre las 11:30 y 11:50 (hora de Suiza), Macri hablará en el auditorio principal sobre el G20 en Buenos Aires y su importancia en la agenda multilateral. El Presidente apuesta a seducir a los banqueros e inversores que participan del Foro Económico, y antes de su disertación habrá un panel protagonizado por los ministros Faurie, Dujovne y Cabrera. Macri pretende multiplicar los niveles de inversión extranjera directa que se han comprometido en los dos últimos dos años, y por eso ordenó desplegar a los ministros más vinculados a la diplomacia, la economía y la producción.
Si el 24 de enero al Presidente le sobran sesenta minutos, debería ir al Congress Center para escuchar a los expositores que participarán del panel India´s Role in the World (el rol de India en el mundo). La India es clave en la agenda del siglo XXI, y es el único país con capacidad para ser potencia que Macri aún no visitó. Argentina puede vender alimentos y obtener recursos financieros para infraestructura, tecnología, energía y comunicaciones. Es la nueva frontera, y está a veinte horas de la Casa Rosada.