Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler, comparte reflexivos mensajes tras la muerte de Mario Vargas Llosa

La noticia del fallecimiento de Mario Vargas Llosa, a los 89 años, conmovió profundamente a la comunidad literaria y a aquellos que conocieron al escritor peruano en diferentes facetas de su vida. Uno de los vínculos que adquirió mayor visibilidad fue su relación con Isabel Preysler, madre de Tamara Falcó, con quien Vargas Llosa mantuvo un noviazgo durante varios años. Aunque esta relación terminó de forma abrupta y no sin controversias, el escritor siempre ocupó un lugar especial en la vida de la socialité española y su familia.

A pesar de la ruptura, el contacto de Vargas Llosa con la familia Preysler fue cercano, sobre todo con Tamara Falcó, quien en varias ocasiones se refirió a él con cariño, llamándolo “Tito”. En su reality de Netflix, ‘La Marquesa’, la diseñadora de moda destacó lo afortunada que se sentía por haber tenido a Mario como una figura significativa en su vida, resaltando su capacidad para hacerla sentir importante. Sin embargo, la relación se tornó tensa cuando el escritor, en su cuento ‘Los vientos’, aparentemente criticó a la familia Preysler, lo que generó un distanciamiento entre ellos.

El pasado domingo, la muerte de Mario Vargas Llosa generó una serie de reacciones en los medios, siendo Tamara Falcó una de las figuras más observadas debido a su cercanía con el escritor. Si bien su madre, Isabel Preysler, ha mantenido un silencio respetuoso ante el fallecimiento de su expareja, la esposa de Íñigo Onieva, en su carácter discreto, también ha optado por no emitir comentarios públicos directos sobre la triste noticia. Sin embargo, las redes sociales de la socialité se han convertido en un espacio donde ha compartido reflexiones, principalmente de índole religiosa, que no han pasado desapercibidas.

Tamara Falcó, conocida por su profunda fe católica, ha utilizado la Semana Santa como una oportunidad para compartir sus pensamientos y sentimientos en un momento de duelo, aunque sin hacer referencia explícita al escritor. El jueves santo, compartió en sus historias de Instagram un mensaje que invitaba a la reflexión: “Hoy celebramos el Jueves Santo. Os invito a parar, reflexionar y hacernos conscientes del acto de amor y humildad que nos enseñó Jesús”.

Aunque no mencionó a Mario Vargas Llosa en ninguna de estas publicaciones, el timing de sus mensajes resuena con el dolor que ha atravesado la familia del escritor en los días posteriores a su muerte. Es probable que en los próximos días, a través de su participación en algún programa o entrevista, Tamara Falcó pueda compartir algo más sobre su relación con el escritor y su legado. Mientras tanto, sus mensajes en redes sociales siguen siendo una ventana a su manera de afrontar el duelo y de procesar una figura que, pese a la fractura en su relación, marcó de alguna manera su vida.

El mediático noviazgo entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler estuvo marcado por su constante exposición en eventos públicos, photocalls y hasta en el reality show de Tamara Falcó, lo que generó dudas sobre si su relación afectaría el prestigio literario del escritor peruano. Tras ocho años juntos, la separación fue anunciada por la revista ¡Hola!, la cual reveló que la causa principal fue un problema de celos, según las fuentes cercanas a la socialité.

No obstante, el entorno de Mario Vargas Llosa apuntó a una incompatibilidad de intereses: mientras él se centraba en la cultura, ella prefería el mundo del espectáculo. La socialité afirmó que no le había dolido la ruptura, mientras que el escritor, en una entrevista con El País, expresó que no se arrepentía de nada, aunque reconoció que ambos provenían de mundos muy distintos.

El romance de Mario Vargas Llosa con Isabel Preysler causó un gran impacto en la familia del escritor, especialmente entre sus hijos. La relación alteró profundamente la estructura familiar. Gonzalo y Morgana, los hijos más cercanos a Patricia Llosa, se mostraron muy críticos hacia Isabel Preysler. Ambos expresaron públicamente su descontento, especialmente Morgana, quien se sintió aislada durante esos años y destacó la soledad de su madre tras la separación. Gonzalo calificó la relación de su padre con Preysler como un “producto comercial”, señalando la falta de respeto de la socialité hacia su familia y su aparente interés por la atención mediática.

Por otro lado, Álvaro Vargas Llosa, el hijo mayor, mostró una postura más comprensiva hacia la relación de su padre. A diferencia de sus hermanos, Álvaro mantuvo una relación más cercana con Isabel Preysler y compartió espacio con ella en eventos públicos, aunque también apoyó a su madre en momentos difíciles.

Tras la separación de Vargas Llosa y Preysler en 2022, los hijos comenzaron un proceso de reconciliación. La familia se unió de nuevo, dejando atrás los desacuerdos y restableciendo sus lazos familiares, especialmente en los últimos años del escritor. Sin embargo, Preysler optó por no pronunciarse públicamente tras la muerte del escritor peruano, manteniendo su distancia de la familia.