Loreto: Bajas temperaturas e intensas precipitaciones afectarán gran parte de la región durante esta semana

Semana crucial para Loreto. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) anunció que un inusual cambio en las condiciones climáticas está previsto para impactar la ragión selvática, con una notable disminución de temperaturas y fuertes lluvias anunciadas para el miércoles 17 de abril.

Marco Paredes, director regional de la entidad climática, confirmó el inicio del segundo friaje de la temporada en la Amazonía, afectando especialmente el sur de la región.

Este evento meteorológico traerá consigo una caída en las temperaturas mínimas, las cuales se espera desciendan hasta los 21 grados Celsius en Ucayali y Requena, así como precipitaciones pluviales de moderada a alta intensidad. La provincia de Maynas también experimentará lluvias intensas, con temperaturas mínimas que rondarán entre los 22 y 23 grados Celsius.

Es peculiar observar estas variaciones climáticas en una región caracterizada por su clima tropical y temperaturas que usualmente oscilan entre los 33 y 35 grados Celsius.

El Senamhi destacó que este segundo friaje de la temporada se adelantó varias semanas, ya que estos fenómenos suelen presentarse a partir de mayo.

El friaje es conocido por provocar un descenso brusco en las temperaturas, pasando de máximas de 35 ºC a tan solo 22 ºC, y mínimas que pueden reducirse de 22 ºC a 11ºC, acompañadas de lluvias intensas que impactan significativamente el sur de la Amazonía.

Según proyecciones del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), cerca de 1,3 millones de personas, que viven en centros poblados ubicados en zonas de ocurrencia de friaje, se encuentran altamente suceptibles a sufrir los impactos altos o muy altos del friaje.

Los departamentos que concentran una mayor proporción de la población expuesta a riesgo muy alto o alto ante los efectos del friaje son Ucayali (25.9%) y Junín (19.6%), precisa el Cenepred.

La entidad recomendó a la población a tomar sus precauciones durante esta temporada, ya que, el descenso pronunciado de las temperaturas incrementará notablemente, provocando la incidencia de casos de infecciones respiratorias. Las enfermedades más comunes asociadas a este clima frío incluyen la gripe, resfriado, bronquitis, amigdalitis y faringitis.

Este fenómeno climático no solo plantea un reto para el sistema de salud, al incrementar la demanda de atención médica, sino que también representa un riesgo de mortalidad infantil y de la población adulta mayor, especialmente aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.

En nuestro país, el fenómeno climático conocido como friaje está generando significativos descensos de temperatura en la selva, con disminuciones que llevan los termómetros desde un promedio de 35 ºC a mínimas de hasta 22 ºC durante el día y caídas nocturnas de 22 ºC a 11 ºC.

Además, este fenómeno viene acompañado por ráfagas de viento que alcanzan los 40 kilómetros por hora, lluvias y tormentas, intensificando su impacto en la región.

Este abrupto cambio climático no solo perturba el bienestar diario de los habitantes, sino que representa un riesgo para su salud. La presencia de nubosidad durante las noches contribuye a una mayor disminución de las temperaturas, lo que agrega una capa adicional de riesgo durante este periodo.

Contrariamente, en la zona de la sierra peruana, se experimentarán heladas, otro fenómeno distinto al friaje, que se caracteriza por temperaturas que descienden por debajo de los 0 °C, especialmente notorio entre los meses de abril y setiembre, viéndose su mayor intensidad en junio y julio. Las heladas se presentan bajo cielos poco nublados o despejados, afectando principalmente durante las noches y madrugadas.

La diferencia entre ambos es que el friaje afecta primordialmente a la selva con una baja notable de temperatura acompañada de vientos y precipitaciones, las heladas impactan a la sierra en períodos de escasa nubosidad, enfriando las noches y madrugadas a temperaturas por debajo del punto de congelación.