Festividad de los Negritos de Huánuco: una celebración en honor al Niño Jesús con orígenes en la esclavitud

El Perú es un país lleno de tradiciones. Desde las festividades de las Yunzas hasta el particular homenaje al Niño Jesús, las calles se llenan de color y fervor durante estas fechas. Uno de los eventos más destacados es la “Festividad de los Negritos de Huánuco en honor al Niño Jesús”.

Esta celebración se realiza en la región de Huánuco, un acontecimiento anual que capta la esencia viva de las tradiciones peruanas. Desde la Nochebuena hasta enero, las calles cobran vida con una explosión de color y música. Las diferentes cofradías de negritos, con su danza enérgica y vibrante, son el epicentro de esta festividad. Más que simples movimientos, estas danzas encarnan siglos de legado cultural y devoción al Niño Jesús.

El valor de esta festividad no solo radica en la destreza de los bailarines o en la espectacularidad de los atuendos, sino en la profundidad de su significado. Es un tributo, una ofrenda a la espiritualidad que conecta a las personas con sus raíces más profundas.

El Gobierno Regional de Huánuco, a través de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo, presentó oficialmente la “Festividad de los Negritos de Huánuco en honor al Niño Jesús”, que se llevará a cabo desde el 24 de diciembre de 2023 hasta el 19 de enero de 2024.

El propósito principal de este evento es resaltar y difundir la danza de “Los Negritos de Huánuco”, una expresión artística que se remonta desde tiempos coloniales. En aquella época, los esclavos de origen africano llegaron a las haciendas del Valle del Pillco, en Huánuco, para realizar labores agrícolas.

Durante el evento, la directora Catherine Sánchez Alvarado anunció la creación de un catálogo que promocionará la festividad desde dos perspectivas distintas. Por un lado, se enfocará en las áreas rurales como Rosavero, Andabamba, Pillco Marca, Santa María Del Valle y Churubamba, donde los visitantes podrán sumarse a la celebración. Por otro lado, en la ciudad se podrán disfrutar los pasacalles y festivales que formarán parte de esta celebración.

Se proyecta la visita de más de 50 mil personas, lo que generará un impacto positivo en la economía local. Este flujo de visitantes dinamizará el sector turístico, beneficiando a hoteles, restaurantes, ferias gastronómicas, artesanos y agencias de viajes. Asimismo, se destacó el papel de los bordadores locales, encargados de confeccionar los trajes utilizados por los danzantes, quienes también se verán beneficiados por esta celebración.

En la fase previa a la presentación pública de Los Negritos, se llevan a cabo ensayos de la danza. Durante días, semanas e incluso meses antes de su actuación, los integrantes se dedican a perfeccionar sus movimientos.

Los paseos o pasacalles son momentos importantes. Durante la “cofradía” o momento de las mudanzas, ejecutan sus coreografías en la plaza principal o en lugares designados para que el público pueda apreciar sus bailes tradicionales. La adoración tiene lugar frente al altar o en la entrada de la iglesia, donde los participantes expresan su devoción hacia el Niño Jesús.

La despedida es un momento singular. Cada integrante, con sus máscaras puestas, asume la identidad de un grupo humano distinto al que representan en la sociedad. Se retiran las máscaras de manera ritual, permitiendo que otros miembros de las cuadrillas también lo hagan. Posteriormente, se procede a quitarse las prendas y, finalmente, revelar los rostros. Los Negritos se abrazan y se despiden hasta el próximo año.

El “ayhuallá” marca el cambio de mayordomo, un acto de relevancia en la continuidad y organización de este evento tradicional.

En el año 2001, la Festividad de los Negritos de Huánuco obtuvo el reconocimiento oficial como Patrimonio Cultural de la Nación. El 7 de julio, mediante la Resolución Viceministerial N.º 000166-2021-VMPCIC/MC, se consagró su importancia cultural y su arraigo en la región, convirtiéndose así en un ícono turístico destacado durante las festividades navideñas y la tradicional bajada de reyes por las calles y haciendas de Huánuco.

En el libro ‘Los Negritos de Huánuco’, se afirma que a mediados del siglo XVI, esclavos de origen africano llegaron a Huánuco. Estos individuos desempeñaban roles auxiliares y laborales para sus amos españoles, encomenderos y residentes de la ciudad. Algunos de ellos lamentablemente fallecieron debido a las duras condiciones climáticas y a la explotación a la que fueron sometidos. Otros se dedicaron al trabajo agrícola y artesanal, mientras que aquellos menos afortunados fueron destinados a labores mineras en Ninamarca y Tomayrica.

Los registros notariales testimonian la adquisición de esclavos para contribuir a la construcción de las iglesias de San Cristóbal y San Agustín, evidenciando así la presencia y participación de estas personas de ascendencia africana en proyectos de importancia histórica en la región de Huánuco.

Las formas auténticas y tradicionales de la danza de los Negritos se han perdido irremediablemente en el transcurso del tiempo. No es viable reconstruirlas basándose únicamente en la memoria colectiva. Lo mismo ocurre con la música, que probablemente se interpretaba utilizando instrumentos como violín, quena, pincullo y wanka o tinya, confeccionados con tela de bayeta de lana y bordados de forma sencilla.

Los relatos recopilados por Astuiqui, Rodríguez y otros estudiosos indican que la hacienda Andabamba fue el lugar original de esta danza. En un mural ubicado en una de las habitaciones de la casa hacienda, se muestra una escena cruda de la vida de los esclavos. En otros murales, casi destruidos por el descuido y el deterioro, se presume que se representaba la danza de los esclavos durante la Navidad, con la particularidad de la participación de niños.

La danza y la música, tal como las conocemos hoy en día, probablemente surgieron en la época de la República, alrededor del siglo XIX. Durante este período, se introdujeron instrumentos como la trompeta, el arpa y el requinto (similar a un clarinete), además de la difusión de la música pentagrama entre la población.

La fecha más relevante en Huánuco es el período comprendido desde la noche del 24 de diciembre hasta el 19 de enero, cuando las diversas cofradías de los Negritos inician sus procesiones. Durante este tiempo, realizan visitas a los mayordomos e instituciones locales para rendir homenaje al Niño Jesús, a quien cada grupo venera. Actualmente, se estima que existen alrededor de 130 cofradías de los Negritos en Huánuco.

Este año, se celebra una edición especial en vista del 2024, conmemorando los Doscientos años de las Batallas de Junín y Ayacucho. En colaboración con el Proyecto Especial Bicentenario, se ha denominado a esta festividad como la “Edición Bicentenario”.