Museo Nacional del Perú (MUNA) luce vacío a dos años de su inauguración

Entre las celebraciones por el Bicentenario de la Independencia en el 2021 se inauguró el Museo Nacional del Perú, una de las obras más emblemáticas que fue pensada desde los primeros días de la República. Fue recién en el 2014 que se puso en marcha un concurso de ideas arquitectónicas y tuvieron que pasar dos años más para el inicio de su construcción. Sin embargo, una vez inaugurado el recinto luce vacío.

Una pandemia, cinco presidente y 13 ministros de Cultura después, el Museo Nacional del Perú o MUNA abrió sus puertas sin colección alguna para mostrar. Una publicación de The Architectural Review señala que tampoco existen áreas paisajísticas a su alrededor ni institución designada para su manejo. Se supone que es el Ministerio de Cultura el encargado de dicha tarea, pero no se registran comentarios oficiales al respecto, según el texto citado.

“Sin una escenografía que articule la vasta colección nacional, ni un acuerdo consensuado sobre lo que debería ser MUNA, los arquitectos trabajaron con lo desconocido”, escribe Macarena Poppe. Se construyó una infraestructura antes que una edificación que responda a un proyecto en específico. El espacio no propone una narrativa clara y en su lugar es un área que se adecúa al proceso de constante construcción.

“Este proyecto es una red abierta, preparada para el futuro desde el punto de vista estructural, programático y técnico. El diseño separa las diferentes vidas de sus sistemas, considerando el futuro climático inestable. La estructura está diseñada para durar un mínimo de 500 años, que bien podría ser 2000, (poco tiempo en relación con los objetos precolombinos que pretende proteger)”, escribió Poppe.

Cabe recordar que las primeras controversias en torno a la creación del MUNA estuvieron relacionadas a su ubicación que finalmente fue en el valle de Lurín al sur de la capital. El museo se encuentra cerca al Santuario de Pachacamac, espacio que sobrevivió el proceso de evangelización durante la conquista española y hoy se enfrenta al constante crecimiento industrial de distritos como Villa el Salvador.

El Museo Nacional del Perú formalizó su creación a través de un Decreto Supremo firmado por el presidente Francisco Sagasti Hochhauler. Según su sitio web “tiene como misión ser un espacio de diálogo y encuentro a través de la protección y valoración de la diversidad cultural; enfatizando las relaciones y conexiones entre diferentes grupos culturales de peruanos y peruanas en su territorio a lo largo de la historia”.

Su visión es convertirse en una entidad rectora y articuladora de los museos del país; sin embargo, por el momento deberá resolver la controversia tras haber sido calificado como un museo vacío. Los horarios de atención son de martes a domingo y las visitas deben ser previa reservación. Existen cuatro turnos que van desde las 10:00 a.m. hasta las 4:30 p.m.

Los visitantes pueden llegar haciendo uso de transporte privado o transporte público a través de la línea 8802 cuyo último paradero es la estación de la Línea 1 del Metro de Lima. El Ministerio de Cultura ha dispuesto a favor de los ciudadanos y ciudadanas dos buses, para los dos primeros horarios que partirán de la sede central del Ministerio en San Borja hasta el MUNA en Lurín. En cada horario se podrá trasladar gratuitamente a 40 personas.

El MUNA se conecta visualmente con el litoral marino y las islas de Pachacamac; con la laguna de Urpiwachak, los humedales asociados al venerado entorno de las Mamaconas; al paisaje agrícola y al desierto del tablazo, así como con la urbanidad próxima de Lurín y Villa El Salvador.