La ICC advierte que el comercio global sigue trabado por procesos manuales y normas dispares

El organismo alerta que la falta de armonización regulatoria y la escasa digitalización mantienen altos costos, demoras en frontera y fricciones que afectan la competitividad de las cadenas globales

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La combinación de demoras operativas
La combinación de demoras operativas en frontera, regulación fragmentada y sistemas documentales basados en papel sigue actuando como un freno estructural para el movimiento global de bienes (Foto: Shutterstock)

La Cámara de Comercio Internacional (ICC) advirtió que la logística global continúa operando con márgenes de eficiencia muy inferiores a los necesarios para un comercio internacional dinámico, en un contexto marcado por costos crecientes, burocracia persistente y una digitalización que avanza más lento que las exigencias de las cadenas modernas.

El diagnóstico surge del ICC Compact for Trade, Growth and Jobs, un documento que reúne data, propuestas y consultas empresariales en más de 170 países.

Según la organización, la combinación de demoras operativas en frontera, regulación fragmentada y sistemas documentales basados en papel sigue actuando como un freno estructural para el movimiento global de bienes.

Demoras, costos y procesos manuales limitan la competitividad

El informe describe que los retrasos vinculados al tránsito transfronterizo representan hasta el 44% de los costos de transporte, impulsados por trámites redundantes, controles poco coordinados, esperas en depósitos y procedimientos manuales que se mantienen pese a los compromisos de modernización. La situación afecta especialmente a las pymes exportadoras, que suelen carecer de capacidad financiera y operativa para absorber tiempos prolongados o requisitos impredecibles.

Para la ICC, esta persistencia de procesos analógicos y requisitos poco armonizados muestra que la implementación del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC todavía está lejos de su potencial.

Aun cuando muchos países avanzaron en simplificación aduanera, el reporte subraya que la falta de interoperabilidad entre autoridades, la presencia de documentación física y los criterios regulatorios divergentes entre mercados siguen alimentando cuellos logísticos que se amplifican cada vez que la economía global enfrenta shocks.

La digitalización avanza, pero demasiado lento para las exigencias actuales

Uno de los mensajes más contundentes del documento es que la digitalización del comercio sigue siendo fragmentaria. La ICC destaca que la adopción de herramientas como Certificados de Origen digitales, registros electrónicos transferibles, o sistemas de ventanilla única interoperables está muy lejos de ser universal, lo que incrementa la exposición a errores, duplicaciones y demoras.

Investigaciones citadas por la entidad muestran que una digitalización plena podría reducir los costos comerciales entre 5% y 12% y aumentar las exportaciones hasta un 80%, según la región, lo que evidencia el impacto directo que la transformación tecnológica tendría sobre las cadenas de suministro.

El informe también remarca que muchos países carecen de infraestructura legal compatible con estándares como el Modelo de Ley de UNCITRAL sobre Registros Electrónicos Transferibles, lo que impide eliminar definitivamente el papel en operaciones como conocimientos de embarque, garantías o documentos de transporte.

La ICC pide avanzar con
La ICC pide avanzar con urgencia en la digitalización documental, la armonización regulatoria, la interoperabilidad de sistemas y la reducción de costos administrativos (Foto: Shutterstock)

Reglas de origen, controles y requisitos divergentes generan fricción adicional

La ICC advierte que las Reglas de Origen se volvieron un terreno crecientemente complejo en un comercio dominado por múltiples acuerdos preferenciales y cadenas globales fragmentadas. La falta de criterios armonizados, la diversidad de certificaciones y los procedimientos de verificación no unificados encarecen la operación y elevan el riesgo de incumplimientos, afectando a exportadores que dependen de flujos estables y predecibles.

Los costos de cumplir con normas técnicas, certificaciones sanitarias, requisitos de trazabilidad o verificaciones de producto pueden alcanzar entre 14% y 38% del valor de exportación en algunos sectores, una carga que explica por qué muchas pymes directamente desisten de acceder a determinados mercados.

Nuevas tensiones en cadenas críticas: subsidios, minerales y sostenibilidad

El documento también describe un entorno global cada vez más atravesado por políticas industriales, controles de exportación sobre minerales críticos y medidas ambientales unilaterales como los ajustes de carbono en frontera. Cada una de estas herramientas —legítimas desde los objetivos internos de los Estados— introduce nuevas capas de complejidad logística, ya que impacta sobre precios, requisitos de origen, abastecimiento de insumos estratégicos y métricas de sostenibilidad.

La ausencia de estándares globales para medir y reportar emisiones en bienes comercializados también genera fricción: sin un sistema unificado, las empresas deben adaptarse a múltiples esquemas regulatorios, en especial en sectores intensivos en materiales, energía o transporte.

Un llamado a acelerar reformas y reducir la brecha para las pymes

Para la ICC, las barreras actuales no son el resultado de una sola variable, sino una convergencia de burocracia, falta de digitalización, reglas comerciales insuficientemente actualizadas y mayores exigencias en materia ambiental y de seguridad.

El organismo pide avanzar con urgencia en la digitalización documental, la armonización regulatoria, la interoperabilidad de sistemas y la reducción de costos administrativos, especialmente para pymes que hoy quedan excluidas de las cadenas globales por falta de financiamiento, información y capacidad técnica.

La entidad también subraya que fortalecer el marco multilateral —incluyendo reformas en la OMC, mecanismos de cooperación y mayor transparencia en políticas industriales— es clave para reducir la incertidumbre, estabilizar los flujos logísticos y sostener la competitividad global.