Esta es la bebida sagrada maya con efecto laxante

Los alimentos y bebidas fueron elementos importantes en los rituales mayas. Algunos de ellos, además de estar cargados de simbolismo, eran utilizados por sus efectos.

Entre las bebidas más importantes para esta sociedad estuvo una preparada a partir de un árbol del sureste mexicano, el cual consideraban mágico.

La bebida en cuestión es el balché, llamada así en referencia a un árbol del mismo nombre, que crece en los suelos calcáreos de la Península de Yucatán.

El balché alcanza hasta 18 metros de altura y se caracteriza por sus flores violetas que crecen en racimos, aunque es de su corteza de donde se obtiene el licor utilizado por los mayas con fines rituales.

Para los mayas, el licor de balché purificaba y producía ciertos estados de conciencia. Pero más allá de los ritos, se considera que esta bebida tiene otras propiedades, entre ellas la laxante.

De hecho, en ocasiones era utilizado en forma de lavativa, tal como refiere Gabriela C. Avilés-Peraza en un artículo del Centro de Investigación Científica de Yucatán.

La académica señala también que de la infusión de las hojas del balché se puede obtener un té, al que se le atribuyen propiedades para limpiar heridas y aliviar la tos.

El balché es consumido hasta la actualidad en las comunidades indígenas del sureste del país, con fines rituales.

La receta tradicional para preparar esta bebida consiste en poner a hervir la corteza para que suelte lo amargo, luego dejarla secar, para después hervirla una vez más en agua virgen de cenote o río para que suelte la esencia y el color.

Normalmente el agua se deja reposar de dos a tres días para que fermente y comúnmente se le agrega, miel, azúcar o aguardiente.

Luego de este proceso, el balché adquiere un color rosa pálido y un sabor dulce; se sirven en pequeñas jícaras.

Así los refieren las académicas Alicia Inés Bernard Menna y Maribel Lozano Cortés en su artículo Las bebidas sagradas de los mayas: el balché y el saká, publicado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi) explica que el balché ceremonial se elabora con miel pura de una abeja especial, mientras que para otras ocasiones es posible utilizar cualquier tipo de miel o jugo de caña.

La misma fuente refiere que los pueblos originarios tienen la creencia de que cuando el licor está destinado al uso ritual se debe consumir todo el mismo día para evitar náuseas, vómito y dolores de cabeza.

Su consumo es acompañado por ofrendas. Los lacandones, por ejemplo, ofrendan pozol, copal y balché, según información difundida por el Inpi.

Por otra parte, la Secretaría de Cultura señala que una variante del balché se prepara a partir de la fermentación del maíz criollo y hasta la fecha se utiliza durante ceremonias agrícolas, festividades religiosa y cambio de las autoridades tradicionales.

En la mitología maya la deidad asociada al licor de balché es Acán, dios del vino. Entre los múltiples significados de su nombre está “bramar”.

De hecho Bernard Menna y Lozano Cortés refieren que los primeros autores en hablar del balché se referían a la bebida con el nombre del dios.