Eduardo Capetillo compartió por primera vez su experiencia personal sobre cómo superó sus adicciones al alcohol y a los sedantes. El actor relató que su camino hacia la recuperación incluyó un periodo de abstinencia del alcohol que ha durado ya 16 años, pero que tras beber de más, continuó consumiendo benzodiacepinas, lo cual le resultó más desafiante de abandonar.
Esta etapa de su vida no sólo tuvo repercusiones en su ámbito personal y profesional, sino que también le provocó un aumento de casi 20 kilográmos.
“Llevo 16 años sin beber alcohol, pero me seguí con las benzodiacepinas, me costó más trabajo quitarme esas que el alcohol, son ansiolíticos, te quitan los ansiolíticos y se dispara la ansiedad, entonces me puse 18 kilos arriba”, relató Capetillo al programa estadounidense de televisión ¡Sálvese quien pueda! de la cadena estadounidense Univisión.
El proceso de desintoxicación de Capetillo llevó al artista a consumir alimentos de forma compulsiva, como la leche condensada, evidenciando así la transferencia de su comportamiento adictivo a otras sustancias como el azúcar.
Además, destacó la peligrosidad de buscar sustitutos que activen el sistema de recompensas en el cerebro, como el azúcar, el sexo y las interacciones en redes sociales.
“Bajaba y abría las latas de Lechera (leche condensada) y me las comía a cucharadas”, relató el protagonista de melodramas como Baila conmigo y Marimar.
“También te mata, todo lo que va al mismo lugar del cerebro, que es el sistema de recompensas, que es azúcar, sexo, alcohol, drogas, lo que digas, cada like del Instagram son micro chispazos de dopamina”, enfatizó el también cantante y ex Timbiriche.
Sin embargo, esta etapa de su vida le ha servido para reflexionar sobre cómo la verdadera felicidad y bienestar son internos, una lección que ahora le sirve para mantenerse saludable y lejos de las adicciones.
Actualmente, Eduardo Capetillo disfruta de una vida plena al lado de su esposa Bibi Gaytán y se enfoca en mantener un estilo de vida saludable. Su rutina incluye una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y el yoga. El cambio en su estilo de vida es reflejo de su entendimiento de que los comportamientos adictivos deben ser manejados con cuidado y que el cuidado personal es clave para prevenir recaídas.
“Cuando empiezas a entender que la felicidad no está allá afuera, está acá adentro, yo tengo que tener mucho cuidado con mis conductas adictivas”, expresó.
Eduardo Capetillo, ante su lucha contra las adicciones, concluyó en su entrevista que una vez que se reconoce que la felicidad procede del interior, es fundamental ser consciente y cuidadoso con cualquier tipo de comportamiento potencialmente adictivo. Con este enfoque, busca inspirar a otros que puedan estar atravesando situaciones similares y subrayar la importancia de la salud mental y emocional.