Fiscalía de El Salvador encarceló a seis mexicanos por traficar casi una tonelada de cocaína

Fueron localizados en aguas territoriales salvadoreñasa bordo de una lancha el pasado domingo 8 de mayo por elementos de la Fuerza Naval Tridente del Ejército

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Todos los detenidos son de nacionalidad mexicana (FGR/ El Salvador)
Todos los detenidos son de nacionalidad mexicana (FGR/ El Salvador)

La Fiscalía General de la República (FGR) de El Salvador informó este jueves 30 de marzo que envió a juicio a seis hombres de nacionalidad mexicana por traficar 809 kilogramos de cocaína valuados en aproximadamente USD 20 millones.

Los implicados, quienes enfentaron una audiencia preliminar por el delito de tráfico ilícito de drogas, fueron localizados en aguas territoriales salvadoreñas el pasado domingo 8 de mayo por elementos de la Fuerza Naval Tridente del Ejército.

Viajaban en una lancha con tres motores, en la que transportaban 28 bultos grandes que contenían 809 kilos de clorhidrato de cocaína.

A través de la Unidad Especializada de Delitos de Narcotráfico, la FGR de El Salvador logró que los seis mexicanos permanezcan en prisión mientras continúa su proceso penal por el delito de “Tráfico Ilícito de Drogas”.

Los detenidos fueron identificado como José Martín Ojeda Santos, Noé Mendoza López, Gabino Elorza Santos, Iván García Mendoza, Gildardo Lavarriaga Rodríguez y Jesús Daret Nicanov Rodríguez, todos de nacionalidad mexicana.

Fueron capturador por elementos de  la Fuerza Naval Tridente del Ejército de El Salvador (FGE/ El Salvador)
Fueron capturador por elementos de la Fuerza Naval Tridente del Ejército de El Salvador (FGE/ El Salvador)

La Fiscalía cuenta con abundante prueba en contra de cada uno de los implicados, dado que se ha logrado individualizar la participación de cada uno, en los hechos acusados, por lo que estamos satisfechos con resolución emitida por el juzgador”, dijo uno de los fiscales del caso, citado en el boletín de la FGR.

“El juzgado de paz de San Luis La Herradura validó las pruebas presentadas por la Fiscalía y además otogó seis meses de período de Instrucción para continuar robusteciendo las indagaciones”, concluyó el comunicado.

Las aguas del Pacífico salvadoreño son en ocasiones el puente para que estructuras dedicadas al narcotráfico, como los cárteles mexicanos, trasladen drogas, particularmente cocaína, con rumbo a Norteamérica.

Reportes de la prensa salvadoreña han mencionado la presencia en su país del Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, la Familia Michoacana, Los Zetas y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Incluso se ha vinculado a estas organizaciones criminales mexicanas con jefes locales de la Mara Salvatrucha (MS-13), con los que supuestamente realizan transacciones de narcóticos, armas de fuego, trata y contrabando de personas.

Un integrante de una mara salvadoreña en prisión (Europa Press)
Un integrante de una mara salvadoreña en prisión (Europa Press)

En 2012, la extinta Procuraduría General de la República (PGR), señaló que la extrema violencia usada por los cárteles mexicanos, en la que incluía decapitaciones y desmembramientos, había sido una técnica de intimidación aprendida de las pandillas salvadores.

Investigaciones de la agencia expusieron en ese año, que Los Zetas y los hermanos Beltrán Leyva habían recibido adiestramiento de la Mara Salvatrucha y que habían generado alianzas para realizar el trasiego de droga desde Centroamérica hacia Estados Unidos. De tal manera, la extrema violencia ejercida por los cárteles habría formado parte del adiestramiento del MS-13.

De manera paralela, la agencia Associated Press publicó en 2012 una investigación que señalaba la manera en que Los Zetas reclutaban a miembros de esta pandillas para entrenarlos en campos paramilitares. Su objetivo: que los Maras generaran caos en la ciudad de Guatemala para distraer a las autoridades y asegurar el control de de las rutas para el trasiesgo de estupefacientes.

De acuerdo con un informe de 2020 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el narcotráfico en Centroamérica y el Caribe contribuye a aumentar el ya muy elevado nivel de violencia en la región por la pugna competitiva entre los grupos criminales.

La JIFE insiste en que “las pandillas locales y los grupos delictivos internacionales siguen explotando” la región de Centroamérica y el Caribe “como zona de tránsito y ruta de reexpedición de las drogas procedentes de Suramérica y destinadas a los mercados de consumo de Norteamérica y Europa”.