
Como lector, David Lynch es tan atento y perfeccionista como lo es de director. El cineasta norteamericano, nacido en Montana en 1946, no ha dejado lugar a dudas respecto a su gusto por la literatura y, especialmente, por el género de la fantasía y las novelas de corte psicológico. Sus exploraciones en el cine no están muy lejos de lo que busca como consumidor activo de cultura. Sus indagaciones alrededor de los libros y la pintura, por ejemplo, bien podrían dar cuenta de lo que ha dejado entrever en varias de sus películas.
Ciertamente, a Lynch le interesan muchas cosas y en materia de libros suele explorar desde contenidos de arte, fotografía, obviamente cine, hasta bibliografía sobre ciencia y psicología.
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Hace unos años, con la apertura de su club privado en París, el director de Twin Peaks, dejó entrever algunos de sus títulos de preferencia, pues fue enfático en el diseño de una pequeña biblioteca al interior del bar. Allí, con sumo cuidado, al igual que con los discos y los vinos, seleccionó cada uno de los ejemplares que ocuparían las estanterías. Allí reposan, entre muchos, los cinco títulos que a continuación enunciamos:
La metamorfosis, de Franz Kafka

La historia de Gregorio Samsa, que despierta un día convertido en un horrible insecto, pudo fácilmente haber sido escrita por Lynch. Escrita en 1912 y publicada en 1916, esta es una de las grandes novelas de la época moderna y uno de los libros fundamentales de la literatura universal.
Crimen y castigo, de Fiódor Dostoievski

Una verdadera obra maestra de la literatura. La historia del pobre Raskólnikov y sus pesadas tribulaciones. Su crimen, su culpa, y toda una corriente literaria a merced suya. Ya sabemos de qué va, pero no está de más hacer la pregunta: ¿matarían por lo que creen que es correcto?
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The Name Above The Title, de Frank Capra

La auotobiografía de uno de los directores de cine más admirados por el norteamericano. El artífice de la cinta ¡Qué bello es vivir!, ha supuesto para Lynch uno de sus más queridos cineastas. En este libro, se cuentan detalles de su vida que le permitirán a los lectores rastrear los orígenes de uno de los estandartes de Hollywood y entender que incluso el cine desquiciado de Lynch tiene sus bases en lo más clásico.
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The Face in the Lens: Anonymous Photographs, de Robert Johnson

Si de fotografía hablamos, este libro es uno de los más queridos por el cineasta. Contiene en su interior una serie de 200 imágenes seleccionadas y recopiladas por el coleccionista Robert Flynn Johnson. Todas las imágenes son anónimas, esa es su particularidad. De narrativa sobrecogedora, a ratos cómica, lo que evocan estas fotografías representan para Lynch gran parte de lo que constituye su universo en el cine.
The Art Spirit, de Robert Henri

El arte de Robert Henri es una clarísima influencia para David Lynch y la estética de sus cintas. Además de artista, Henri fue profesor, y muy respetado. Entre sus discipulos más inquietos se encontraba, precisamente, el cineasta.
En este libro se recopilan varios de sus pensamientos y sus teorías más disruptivas alrededor del mundo del arte. ¿No causa curiosidad leer las palabras de quien ayudo a educarse a uno de los directores de cine más destacados de la historia?
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