“El único objetivo que tengo cuando escribo es hacer lo que quiero”: Florencia Bonelli habló con Infobae sobre “El hechizo del agua”

La autora argentina, que cuenta con más de 3.500.000 de ejemplares vendidos, presenta la cuarta entrega de su saga llena de romance, simbolismo y temáticas poderosas

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Florencia Bonelli, autora argentina llamada “ reina de la novela romántica en América Latina”. Foto: Alejandra López
Florencia Bonelli, autora argentina llamada “ reina de la novela romántica en América Latina”. Foto: Alejandra López

‘El hechizo del agua’ llegó recientemente a las librerías de diez países, entre los que se destacan Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Chile y México, representando una nueva etapa en la obra de esta autora, que incluye en sus letras una de sus grandes pasiones: la astrología, de la que Brenda, la protagonista de esta historia, es una estudiosa. Su signo zodiacal marca su personalidad: Piscis, el último del Zodiaco, caracterizado, además, por su mutabilidad, de ahí los dos peces enfrentados en su representación gráfica; además, los regidos bajo este signo son empáticos y desbordados por la compasión y la sensibilidad, lo que la relaciona con otro elemento muy predominante en este nuevo título: la música, otra inclinación pisciana, que le da título a una canción que compone Diego Bertoni, otro de los personajes, para Brenda: “Nacidos bajo el hechizo de Piscis”: “No es fácil ser pisciano en este mundo tan hostil, querida Brenda.”

Florencia Bonelli nació el 5 de mayo de 1971 en la ciudad de Córdoba, Argentina. Estudió Ciencias Económicas y se dedicó a la contabilidad pública, carrera que abandonó después de leer “El árabe”, de Edith Hull, un encuentro que la impulsaría a dedicarse profesionalmente a la escritura desde 1999. Su bilogía “Indias blancas” (2005) y su trilogía “Caballo de fuego” (2011) la posicionaron como una de las novelistas más populares de toda Latinoamérica, propiciando que sus libros hayan sido traducido a varias lenguas y otorgándole la admiración de lectores en todo el mundo.

'El hechizo del agua' es la más reciente entrega de Florencia Bonelli dedicada a explorar de manera profunda la simbología astrológica, musical y humana del romance. Imagen: Editorial Planeta
'El hechizo del agua' es la más reciente entrega de Florencia Bonelli dedicada a explorar de manera profunda la simbología astrológica, musical y humana del romance. Imagen: Editorial Planeta

Esta novela propicia una serie de interrogantes “¿Reunirá la protagonista el coraje para mirar en su interior y amarse como realmente es?, ¿Reunirá el valor para aceptar su amor por Diego y luchar por él?”. Evoca una terapia de choque sobre nuestras apreciaciones del amor, la amistad, los vínculos afectivos, las adicciones y el poder de decisión en el autodescubrimiento en las dinámicas del mundo contemporáneo, nos acompaña con una notable banda sonora conformada por ‘Dancing in the Dark’ de Bruce Springsteen, ‘Smell Like a Teen Spirit’ de Nirvana, ‘November Rain’ de Guns N’ Roses y ‘Rolling in the deep’ de Adele, entre otros himnos de la música popular mundial, esto y mucho más reune la inspiración de la llamada “reina de la novela romántica en América Latina”.

¿Qué representa esta nueva novela en su carrera?

— Terminar un ciclo que había terminado en 2013 con la serie ‘Nacidas’ que está conformada por cuatro entregas que se pueden leer independientemente, no tienes que haber leído los anteriores para leer ‘El hechizo del agua’ y ya hacía tiempo que las lectoras me estaban pidiendo el cuarto, el último fue ‘Nacida bajo el fuego de Aries’, que es el elemento fuego publicado hace cinco años, ya había pasado por los elementos de agua y aire y dejé de último el elemento agua porque el agua es la parte emocional del ser humano, entre los signos de agua que son cáncer, escorpión, acuario y piscis, elegí el más complejo que es el piscis. Era una deuda que tenía conmigo misma, quería darle un cierre a este ciclo que había creado con la serie y creo que lo cumplí bien, estoy contenta.

Háblenos de esta historia, es un libro grande, que presenta toda una serie de matices, simbolismos, temáticas, emociones. De hecho, me gustó más porque soy piscis (risas)...

— ¿Te sentiste identificada?

Sí, es un tiempo de muchas transiciones para mí...

— Y hasta el 2025 va a ser durísimo…

Soy ascendente Leo

— ¿Piscis pasar a ser un Leo? ¡Con todo a flor de piel! El arte por antonomasia es pisciano…

Me llamó la atención que es una historia bastante robusta con muchos elementos y detalles ¿Cómo fue la creación de esta historia?

— Mis historias siempre son así, lo que siempre me inspira a escribir es una historia de amor, estoy muy orgullosa de mi género, pero me gusta ponerle muchos ingredientes, porque me gusta que, como decimos con una colega mía de Argentina, “que tenga miga”; me gusta que sea robusta, como tú dices, que sea una historia que te interpele, que te cuestione. En mis otras historias, como en ‘Caballo de fuego’, me meto con la cuestión del terrorismo Israel - Palestina, me gusta conectar con el lector de esa manera; también abordé la guerra de Bosnia, estoy metiéndome en esos temas complejos, de mucho dolor, me gusta contactar con el dolor, piscis es un signo que contacta con el dolor permanentemente, la médula siempre es una historia de amor, pero intensa, con mucha cosa, con muchos personajes y sobre todo con mucho conflicto, es casi lo que hace que las lectoras digan eso que no pueden parar de leer, creo que ese es el secreto, pienso.

En medio de tantas temáticas que encontramos hoy en día en la industria literaria ¿Por qué seguirle apostando al amor y al romance?

— Es algo que me brota, Andrea, yo me siento a escribir romántica porque es lo que yo leo, leo de todo, soy omnívora en mis lecturas, soy muy ecléctica, leo de todo, pero si tengo que elegir algo porque tengo ganas de leer en el sillón todo un fin de semana, yo elijo una buena novela romántica, los mejores libros que he leído son todos románticos Jane Eyre, el gran librazo ‘El jinete de bronce’, ‘Amor bajo el espino blanco’ que además te lo recomiendo además, son todos libros estupendos y son todos historias de amor. ‘El jinete de bronce’ está ambientado en la Segunda Guerra Mundial durante ataque que le hicieron los nazis a Leningrado; ‘Amor bajo el espino blanco’ está ambientado en la revolución cultural china, un misterio estupendo. Yo no puedo hacer otra cosa, yo soy sincera conmigo misma, yo escribo lo que a mí me brota por los poros y lo que me brota es una historia de amor, después sí, le pongo mil ingredientes, me la pasé tres años investigando porque ando en mil temas, pero a mi lo que me sale es escribir una historia de amor, no lo puedo controlar y no te lo puedo explicar, es así, es mi naturaleza, no podría ir yo en contra de eso porque de lo contrario sería una hipócrita, estaría tratando de ser políticamente correcta y no va conmigo eso.

Esta obra reúne astrología, amor, drama, adicciones, que son elementos muy de nuestra cultura popular ¿Cómo esos elementos confluyen en su obra y cómo los reúne en su escritura?

— El único objetivo que yo tengo cuando estoy escribiendo es hacer lo que quiero, no quiero adoctrinar a nadie, no quiero “bajar leña” como decimos en Argentina, no quiero enseñarle nada a nadie, estoy haciendo literatura de esparcimiento o entretenimiento, cuando lo hago, lo hago con tanta sinceridad, con tanto respeto, con tanta seriedad que las lectoras después terminan agradeciéndome cosas que no es mi cometido, mi intención es hacer una historia entretenida y ahí es cuando empiezo a mezclar ingredientes y es para hacerla, como te decía, más intensa, “con miga”, más profunda, me encanta profundizar sobre todo en los miedos humanos, me gusta tocar el miedo humano y al hacerlo interpelo al lector siempre, me gusta meterme en donde a nadie le gusta meterse, bien en la profundidad del pantano y sacar todas esas alimañas, que es el caso de este libro con Diego que tiene unas adicciones terribles y Brenda también tiene sus problemas, así que intento hacerlo lo más profundamente posible.

Con el lugar tan protagónico que tiene el amor en su obra, si una persona está atravesando una catarsis amorosa, algún proceso emocional, ¿cree que este libro podría resultar en una especie de terapia de choque?

— Mira que me lo han dicho, hace casi 20 años contacto con mis lectores, puse mi correo electrónico en uno de mis libros e inicié un vínculo muy estrecho, algunas lectoras m han dicho como “después de leerte me he dado cuenta de lo poco valorada que me estaba sintiendo por mi pareja”, se evidenciaba la falta de respeto y también tengo correos escritos por hombres que me han insultado como “por tu culpa mi novia me dejó” y habrá que ver también cómo la habrá estado tratando para que por la lectura de un libro lo haya dejado y pues sí, puede ser una terapia de choque porque el amor del que yo hablo es de respeto absoluto, y sí, son historias conflictivas porque el amor nunca es fácil, los seres humanos somos muy distintos, somos complicados, pero sobre todo hay un respeto profundo hacia el otro, de la mujer al hombre y desde el hombre hacia la mujer, porque nosotras también tenemos que respetar y ellos a nosotras, cuando eso no se da, es mejor que no se dé. Así que sí, puede ser que mis libros hayan hecho que las mujeres decidan. Tengo el caso de una mujer que después de 30 años de casada dejó al marido después de leer ‘Caballo de fuego’.

Es una escritora de romance en tiempos de poliamor, relaciones abiertas, y demás, ¿qué opinas de estas formas de relacionamiento?

— Si a ti te funciona el poliamor es perfecto, lo que te haga feliz es perfecto, todo el mundo está mal, todo el mundo toma pastillas, todo el mundo tiene que ir al psicólogo, los psicólogos no dan a basto, pobres, porque nadie es feliz, porque todos tratan de encajar en los modelos que nos imponen, eso nos lo enseña la astrología “sé lo que eres, no lo que quieren que seas o lo que tienes que ser para que no te rechacen.

Cuando Buda convoca a los animales del bosque con la intención de crear el zodiaco chino que es maravilloso también (yo soy el cerdo es ese horóscopo) llegan doce, este número se repite, doce tribus de Israel, doce apóstoles, es un número mágico que los numerólogos estudian mucho; llegan los doce y todos le preguntan al maestro “¿para qué nos convocas?” y el maestro les responde “¡Sean!” y punto, no dijo más nada. No le dijo a la rata “oye, rata, no seas tan sucia, y oye, tigre, no seas tan quejumbroso y malo”, “¡sean!”, les dijo. Eso es lo que enseña la astrología, ser, ¿quién soy realmente?, ¿te lo preguntaste alguna vez?, ¿tú sabes cómo eres realmente?, no porque nunca te leíste la carta natal, ¿por qué?, porque no te lo enseñan, y no te lo enseñan porque te quieren manipular y si tpu realmente sabes quién eres nadie te puede manipular.

¿Por qué no nos enseñan astrología en la escuela?, ¿por qué nos enseñan la sarta de estupideces que enseñan en la escuela, en el liceo, en la universidad y no nos enseñan astrología?, ¿nunca te lo has preguntado?, la respuesta es ¡porque seríamos muy poderosos!, quién podría venir a decirte a ti que seas de un modo y puedes negarte porque ya sabes que eres de otro modo, porque fuiste configurada de otro modo, cada uno que sea, ¿tú quieres poliamor?, adelante con el poliamor hasta que te haga feliz o hasta que te haga súper infeliz, ¿siente que te gustan los hombres y eres hombre?, ¡adelante, sé!, aquí nadie quiere ser, aquí todos quieren ser lo que otros quieren que sean y somos todos una manga de infelices totales, dímelo si no y después nos sorprende cuando Rusia invade Ucrania, porque yo estoy tratando de que otros sean como yo quiero y no los acepto como son… ¿Eso no es invadir o destrozar al otro?, sobre todo los padres a los hijos, grandes destructores los padres porque no tienen ni idea de cómo son sus hijos y les pasan todas sus frustraciones, todas, una después de la otra y para eso me sirve a mi la astrología, sobre todo porque no tengo hijos, no destruyo a nadie, llegó tarde la astrología a mi vida, ella me encontró a mí porque yo pensaba que era cosa de ignorantes o supersticiosos, la denostaba sin darme cuenta que la ignorante y prejuiciosa era yo hasta que descubrí la herramienta que era, la habían escondido muy bien, la habían bastardeado muy bien con los horóscopos de las revistas y todas esas estupideces, pero cuando descubre el mundo que es, que viene desde la época de los caldeos, ellos ya miraban el cielo y ahí aprendes a ser y da miedo ser porque no vas a encajar en el rebaño, tampoco en las normativas y en lo políticamente correcto porque estás siendo. Estoy siendo cuando escribo novela romántica, qué voy a hacer, a mi me gusta hacer esto, chica, ¿qué hago? ¿me pego un tiro? (risas) Hay que tener huevos para ser.

Ficha

Título: ‘El hechizo del agua’

Autora: Florencia Bonelli

Editorial: Planeta

Año: 2022