Pasaron veintidós años de su última vez en la Argentina, cuando el músico australiano –que además es un gran escritor, actor y guionista– maravilló en el teatro Opera. Desde entonces paseó sus creaciones por todo el mundo junto a su banda, The Bad Seeds. Y con su pluma, Nick Cave (61) escribió La muerte de Bunny Munro, una novela considerada de culto. Hasta que en julio de 2015 todo cambió en su vida: Arthur, uno de los hijos de su segundo matrimonio, murió al caer desde un acantilado en Brighton, Inglaterra. La autopsia establecería que fue producto de una sobredosis de LSD.
Tenía quince años. Esa tragedia lo marcó en su corazón y en su obra. Recién un año y medio después volvió a subir a un escenario, porque no quería que su duelo se trasladara a los fans. "Además", declaró, "sentía que cantar todo lo que escribí en pleno dolor era traicionar la memoria de Arthur".
Ese camino de regreso lo trajo nuevamente a Buenos Aires, con la tragedia imborrable pero también con la necesidad de regresar a la Argentina, "donde en mi primera visita intenté bailar un tango". Brindó un largo show en el estadio Malvinas Argentinas, en La Paternal. Sus fans hicieron una respetuosa guardia en el Four Seasons.
Fotos: Enrique García Medina.
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