Reaparecen los gusanos martillo en Texas tras lluvias intensas: qué hacer si ves uno

El gusano martillo ha vuelto a emerger en varias regiones de Texas, alertando a residentes y especialistas por igual. Las recientes lluvias intensas que se han registrado en el estado han “expulsado” a estos gusanos planos invasores de sus escondites habituales bajo tierra, haciendo más frecuentes los reportes ciudadanos en zonas urbanas y suburbanas.

Aunque no representan un peligro directo para humanos ni mascotas, los gusanos martillo secretan una sustancia tóxica que puede provocar irritación cutánea si se manipulan sin protección. Según Ashley Morgan-Olvera, directora de investigación y divulgación educativa del Texas Invasive Species Institute, esta especie ha sido vista en Houston, Dallas, Austin y áreas cercanas a la costa. Aunque su presencia ha sido documentada desde hace décadas, las condiciones meteorológicas recientes han incrementado su visibilidad.

Este gusano, técnicamente un platelminto terrestre, es considerado una amenaza para los ecosistemas locales debido a su dieta: lombrices de tierra, que cumplen funciones esenciales como oxigenar el suelo, facilitar el drenaje y crear espacio para las raíces de las plantas.

El gusano martillo es un depredador especializado en lombrices de tierra, una especie clave para la salud del suelo. La ausencia de estas puede traducirse en suelos compactos, con menor oxigenación y una reducción significativa en la capacidad de absorción de agua. Como explicó Morgan-Olvera a USA TODAY, esta situación puede tener efectos duraderos en la calidad de los ecosistemas urbanos y rurales donde la especie se establece.

A diferencia de otros animales invasores que compiten por recursos, este gusano aniquila a sus presas con rapidez y eficacia. Su presencia no solo disminuye las poblaciones locales de lombrices, sino que puede alterar los ciclos naturales del suelo y afectar indirectamente a la flora.

El gusano martillo prefiere ambientes cálidos y húmedos, lo que lo hace común en invernaderos, áreas tropicales y subtropicales, mulches de jardinería y viveros. Durante el día, se oculta bajo hojas, piedras o troncos, pero tras lluvias intensas puede encontrarse en lugares visibles como patios, entradas de casas o banquetas.

La especie se distingue por su forma: una cabeza aplanada y curva que recuerda a la de un tiburón martillo, de donde recibe su nombre común. Su cuerpo alargado puede alcanzar los 38 centímetros de largo y tiene un color miel claro con una franja oscura alrededor del “cuello”, y de una a cinco rayas a lo largo del cuerpo, según datos del Texas Invasive Species Institute.

La combinación de su apariencia húmeda, cuerpo viscoso y movimientos ondulantes lo hacen fácilmente reconocible para quienes se topan con uno. El instituto señala que estos gusanos prefieren mantenerse fuera de la luz solar directa y que, en condiciones de humedad elevada, son mucho más fáciles de detectar en espacios abiertos.

Desde jardines residenciales hasta aceras públicas, su capacidad de adaptación le permite instalarse en múltiples tipos de terreno. A pesar de su aspecto inofensivo, su toxicidad y su forma de reproducción representan un reto importante para el control de su población.

Uno de los principales mitos en torno a esta especie es su peligrosidad para los humanos o mascotas. En realidad, según Morgan-Olvera, los gusanos martillo no muerden ni atacan. No obstante, segregan una sustancia tóxica como mecanismo de defensa, capaz de causar irritación si se manipulan con las manos sin protección.

En el caso de las mascotas, como perros o gatos, la situación tampoco representa una amenaza grave. En los raros casos en que un animal doméstico ingiere un gusano martillo, es probable que experimente náuseas y lo vomite poco después. Su piel no suele sufrir efectos si el gusano entra en contacto con el pelaje, aunque sí puede quedarse adherido debido a su superficie pegajosa.

El Texas Invasive Species Institute insiste en que siempre debe evitarse el contacto directo con la especie, recomendando el uso de guantes durante su manipulación y un lavado minucioso de manos con agua y jabón, seguido de alcohol o desinfectante.

Eliminar un gusano martillo no es tan simple como aplastarlo o cortarlo. Según el instituto, esta especie tiene la capacidad de reproducirse de forma asexual a través de un proceso llamado fragmentación. Si se corta, el trozo separado puede generar una nueva cabeza en un lapso de diez días y convertirse en un nuevo individuo.

Por ello, la forma correcta de deshacerse de uno es colocarlo entero dentro de una bolsa o recipiente hermético con sal o vinagre y luego desecharlo. También se pueden rociar con una mezcla de vinagre y aceite cítrico, como esencia de naranja, pero siempre asegurándose de usar guantes para evitar el contacto con la piel.

El instituto recomienda, además, notificar cualquier avistamiento a las autoridades locales de extensión agrícola. Para ello, se debe enviar una foto del gusano junto con la dirección o coordenadas geográficas al correo invasives@shsu.edu, donde el equipo de Morgan-Olvera realiza el seguimiento.

Así, mientras las lluvias continúen ofreciendo un entorno fértil para su proliferación, los expertos llaman a la vigilancia vecinal y al manejo responsable de estos visitantes poco bienvenidos.