‘Juventud líquida’, el ciclo de cine que invita a los jóvenes a reflexionar sobre la soledad: “Vivimos en un mundo caótico en el que crecer implica incertidumbre”

Comisariado por jóvenes estudiantes de la ECAM, esta serie de sesiones se ubica dentro del Festival Puwerty que arranca en la Casa Encendida

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Imagen de 'Sueños y pan',
Imagen de 'Sueños y pan', una de las películas que se emitirán bajo el ciclo

La precariedad, la incertidumbre laboral o la soledad son problemas que no es que aguarden a los jóvenes, es que prácticamente son una realidad en su día a día. Una serie de problemas que no son ajenos al cine, desde el que también se llevan abordando todos estos y muchos otros temas de un tiempo a esta parte. Pero la pregunta es evidente, ¿cómo puede el cine ayudar a poner de relieve estas cuestiones? Pues bien, afortunadamente hay voces de sobra en nuestro país para intentar tender puentes a los jóvenes.

El ciclo de cine LIT: Juventud líquida pretende sumergirse en esta realidad generacional que le toca vivir a tantos miles de jóvenes en España a través de una serie de películas y conversaciones en torno a ellas para reflexionar sobre distintas cuestiones. Organizado por la ECAM en colaboración con La Casa Encendida, este ciclo se enmarca dentro del Festival Puwerty, que arranca este mismo jueves y se prolongará durante todo el fin de semana. Desde Infobae España hemos podido hablar con los encargados de darle forma, los jóvenes estudiantes de la ECAM Laura Bermúdez, Ramón Riera y Marcos Vasco Martín-Grande, encargados de comisariar este ciclo.

“Todo viene porque sentimos que vivimos en un mundo caótico, convulso y complejo, en el que crecer implica incertidumbre. Eso se traduce en tensión, en la reproducción de ciertos miedos frente al hecho de crecer. Es algo que podría ser generacional”, explican los tres programadores, que han organizado hasta 3 sesiones dobles de proyecciones. “Desde que surgió la propuesta teníamos claro que Sueños y pan sería un punto de partida, ya que en él se ven representadas una cuestión que nos parecía fundamental: la obligación de hacerse mayor", añaden.

Arranca el LIT, el ciclo Juventud Líquida organizado por la ECAM

De la masculinidad a la entrada en la adultez

Los jóvenes detrás de Juventud Líquida -un ciclo que lleva impulsando la ECAM desde hace años para fomentar el talento emergente- aluden al título de Luis Muñoz Soto, que se podrá ver el sábado a las 18:30, pero hay otros que ayudan a reforzar este diálogo entre imágenes y la realidad actual. "Más allá del diálogo entre autores, lo que nos interesa es poner en contacto unas obras con otras, observar cómo reaccionan entre sí y qué respuestas surgen de esas asociaciones, entendidas más desde el conjunto que desde lo individual", aclara el trío. Para ello, se van abordando temas como la masculinidad en el mundo contemporáneo, crecer sin perder la conexión con uno mismo o la entrada a la adultez, ya sea como imposición o como forma de resistencia al paso del tiempo. Todo ello con una selección de lo más variada.

“Para nosotros era fundamental escapar de los clichés y afrontar una selección de propuestas muy heterogéneas, tanto en lo formal como en lo temático: la dislocación temporal de Diop, la experimentación de Gala Hernández con la imagen digital y la pantalla, la mirada contemplativa y lúdica de Ota, la animación lisérgica de Floria Anna Buda, el juego con la fragmentación de Soto o a la puesta en valor de la imagen preexistente por parte de Biel Morales”, resume el grupo, que introduce esta misma tarde el ciclo con la proyección de Vers la tendresse de Alice Diop y ‘for here am i sitting in a tin can far above the world’ de Gala Hernández, la cineasta española que sorprendió con La mecánica de los fluidos y viene de presentar en Cannes su último cortometraje, +10k.

Por encima de todas estas cuestiones está el tema de la soledad, eje central del ciclo para Bermúdez, Riera y Vasco Martín-Grande: “Lo que más nos interesaba es cómo se relaciona con el hecho de crecer en el mundo contemporáneo. Cómo madurar en un entorno cada vez más individualizado y aislado, a pesar de la proliferación de las herramientas de comunicación, La fragilidad de los vínculos que construimos y el refugio en la infancia, la imaginación y el juego terminan generando un cierto sentimiento de soledad e incomprensión”, argumentan.

Imagen de '27', una de
Imagen de '27', una de las proyecciones seleccionadas

Una experiencia colectiva para entender el mundo que nos rodea

Aunque el Puwerty incluye otra serie de actividades como un taller de ilustración sobre textil, conciertos de folk-rock y shoegaze o incluso una performance de pole-dance, desde el ciclo tampoco renuncian a la interacción del espectador, sino que de hecho la reclaman más que ningún otro de los encuentros. “Como cinéfilos un poco románticos nos gusta entender el cine como una experiencia colectiva, como un espacio para la reflexión conjunta de la que pueden surgir nuevas perspectivas para afrontar el futuro. Ante todo, son tiempos de incertidumbre, de ahí también la relevancia de traer a cineastas jóvenes que podrían conectar con este espíritu”, sostiene el trío.

Son este tipo de proyectos los que impulsan el talento emergente y ayudan a tender puentes entre la juventud y la sociedad, al tiempo que se tratan algunas problemáticas que quizá sin la ayuda del cine serían más complicadas de afrontar. A pesar de los acuciantes problemas de la nueva generación, los programadores advierten que no todo ha de verse con un prisma tan pesimista como pueda parecer, ni mucho menos. “Era muy importante para nosotros no caer en el catastrofismo al que fácilmente se llega cuando pensamos en el futuro o el mundo actual. Creemos que el cine es una expresión artística que sirve para abrir miradas, observar vidas ajenas a nosotros y encontrar la universalidad en experiencias más concretas. Permite crear un imaginario colectivo no solo en el que refugiarse, sino también avanzar y hacer propuestas como grupo y comunidad”.