‘Una quinta portuguesa’, la película española revelación de la temporada: “Mucha gente me dice después de verla: ay, qué a gusto me he quedado”

Hablamos con la directora Avelina Prat sobre el éxito en taquilla de su última película

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Manolo Solo y María de
Manolo Solo y María de Medeiros en 'Una quinta portuguesa', de Avelina Prat (Filmax)

Se presentó en el pasado Festival de Málaga y, desde su estreno el pasado 9 de mayo se ha convertido en uno de esos pequeños milagros dentro de la taquilla de nuestro país, sobre todo si tenemos en cuenta que no se trata de una superproducción, sino de una película pequeña enfocada al público adulto.

Se trata de Una quinta portuguesa, el segundo largometraje de la valenciana Avelina Prat después de Vasil, en la que también se abordan las diferencias culturales a través de la inmigración.

De qué va ‘Una quinta portuguesa’

En esta ocasión, un profesor universitario de geografía, Fernando (Manolo Solo) descubrirá que su mujer, de origen serbio, lo abandona sin decirle nada para regresar a su país. Frente al desconcierto y el vacío que le rodea, decidirá embarcarse en un viaje sin billete de vuelta a Portugal, donde se hará pasar por otra persona para empezar desde cero, trabajando como jardinero en una quinta portuguesa cuya dueña, Amalia, encarna María de Medeiros.

Tráiler 'Una quinta portuguesa'

Ambos, sin saberlo, tienen en común un trauma en torno a la identidad. Ella, porque nació en Angola y después de abandonar el país africano, nunca ha encontrado en realidad sus raíces. Él, porque se da cuenta del concepto de ‘pertenencia’ no era el que pensaba después de certificar que ha encontrado su hogar en un país lejano sin ningún tipo de anclaje con el pasado.

Las claves de un éxito de taquilla inesperado

Una quinta portuguesa ha alcanzado un hito significativo al superar los 100.000 espectadores en su quinto fin de semana en la cartelera, consolidándose como una de las grandes revelaciones del cine español este años.

“No sé decir con respecto a por qué ha funcionado, pero está claro que el boca-oreja ha tenido mucho que ver, porque, de otra forma, los cines no hubieran seguido apostando por la película después de varias de semanas en exhibición”, cuenta Avelina Prat a Infobae España.

“Lo que sí creo que s una película que tiene una cierta amabilidad y que, cuando se encienden las luces, los espectadores salen contentos, como diciendo ‘Ay, qué a gusto me he quedado’, continúa la directora. “Eso me lo han comentado mucho en los post-screeners”.

Imagen de 'Una quinta portuguesa'
Imagen de 'Una quinta portuguesa'

“Y luego también creo que tiene que ver con con que hay ciertos elementos de intriga que te mantienen atento todo el rato, porque es una narración bastante imprevisible y que te lleva a sitios que no esperas”.

La directora quería explorar hasta qué punto una persona puede reinventarse en su madurez. ¿Es posible vivir otra vida a la que habíamos pensado como si fuéramos otra persona?

Un proyecto respaldado por la crítica

El guion, escrito por la propia directora, fue desarrollado en el laboratorio internacional MIDPOINT Feature Launch, organizado junto al Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Este proyecto fue uno de los nueve seleccionados en dicho programa, lo que subraya su carácter autoral y su enfoque en una narrativa íntima y reflexiva.

La película fue rodada en localizaciones de Barcelona y en la Quinta da Aldeia, en la villa portuguesa de Ponte de Lima, lo que refuerza su identidad como coproducción entre España y Portugal.

Imagen de 'Una quinta portuguesa'
Imagen de 'Una quinta portuguesa'

La crítica ha elogiado ampliamente el trabajo de Prat en Una quinta Portuguesa. El País la describe como “una serena y melancólica fábula sobre la identidad”, mientras que ABC resalta sus “excelentes interpretaciones” y su capacidad para invitar al espectador a reflexionar sobre conceptos como la pertenencia y las segundas oportunidades. Por su parte, La Vanguardia la califica como “un enigma tranquilo, con aires del maestro Oliveira y realidad trastocada, a lo Cortázar”.

Con su combinación de narrativa autoral, actuaciones destacadas y una propuesta visual y temática única, Una quinta portuguesa se posiciona como una obra clave en esta temporada cinematográfica, uno de esos ‘sleepers’ que destacan por la enorme conexión que establece con los espectadores.