Si hay dos estrellas musicales que a inicios de los 70 dominaban el panorama musical eran Alice Cooper y Elvis Presley. El primero de ellos fue el precursor del shock rock, mientras que el segundo controlaba numerosos registros musicales, teniendo ambos un gran éxito en sus carreras musicales.
En el año 1974, Alice Cooper recibió una llamada del representante de Elvis Presley, invitándole a conocer a Elvis, que se encontraba en una suite del hotel Hilton. Allí se hospedaba junto a su séquito, conocido como La Mafia de Memphis.
La ciudad del pecado presenció aquella noche uno de los encuentros más extravagantes e insólitos entre dos figuras de gran calado internacional. El preludio de la reunión ya anunciaba que iba a ser una noche peculiar.
Cuando Cooper iba de camino a la habitación, se encontró en el ascensor con su amiga Liza Minelli, una de las cantantes y actrices más importantes de la época, y con la actriz Linda Lovelace, famosa por la cinta semi-pornográfica Garganta Profunda.
Cuando llegó a la habitación fue sometido a una revisión exhaustiva, algo que le pareció absurdo por la cantidad de armas que había en el interior. Una vez entró a la habitación, pudo ver a Elvis.
Sacó un revólver...
Lo que más le sorprendió en esa primera impresión fue su estado de forma, confiesa en una entrevista para la BBC. Lo primero que hizo Elvis fue felicitarle por sus ideas originales y su puesta en escena. Segundos después, le dijo que le quería enseñar algo, llevándolo a una habitación.
Cuando llegaron a esta, abrió con cajón y sacó un revolver 38 de cañón corto y cargado. Se la dio a Cooper para que la cogiera y acto seguido le dijo “Te voy a enseñar a quitarle esta pistola de la mano a alguien de una patada”.
En un momento de gran incertidumbre, según confiesa, pensó en dispararle. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar. “Antes de que pudiera decidir qué hacer, estaba en el suelo, y él tenía su bota en mi garganta. Yo pensé: Esto es genial, Elvis”.
El precursor del shock rock describe esta historia como una de las más raras que ha vivido. Pese a la dramática situación inicial, Cooper no se lo tomó a malas. Después de eso empezaron a beber y a hablar durante toda la noche.
Cooper describe a Elvis como alguien muy agradable, gracioso y con un sentido del humor bueno. “Es una persona increíble y un tipo muy divertido”, confiesa en la propia entrevista.
Elvis moriría unos años después, concretamente en el año 1977. Su muerte supuso una gran conmoción en todo el mundo debido a la gran fama que tenía. A sus 42 años pesaba 130 kilos y la ingesta de drogas provocaron que la estrella mundial muriese.
Sin embargo, su legado musical continúa vigente. Un ejemplo de esto son sus números en Spotify. En la plataforma musical cuenta con 20 millones de oyentes mensuales.
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