Sevilla, 26 feb (EFE).- El Sevilla realizó este lunes un entrenamiento de recuperación, habitual después de cada partido, y quiere pasar página de la derrota por 1-0 contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, donde aguantó 81 minutos con la puerta a cero con un sistema ultradefensivo, para mirar ya a su próximo rival en casa, la Real Sociedad, este sábado.
El partido de los sevillistas en Chamartín ha provocado división de opiniones entre su parroquia, pues unos consideran que los de Quique Sánchez Flores salieron al 'cerocerismo', algo peligrosísimo en un feudo tan exigente como el Bernabéu y que casi siempre te aboca a la derrota, y otros valoran el esfuerzo titánico en defensa y el compromiso e implicación de todo el equipo.
Los que ven la botella "medio llena", como hizo Quique en la rueda de prensa posterior al encuentro, son los que le dan valor al sacrificio defensivo, con las líneas muy juntas, que llevó al Sevilla a defender con uñas y dientes el 0-0 hasta que el croata Luka Modric hizo saltar todo el trabajo de contención de un equipo andaluz muy venido a menos con su gol a los 81 minutos.
En el otro bando están los aficionados sevillistas que, aunque reconocen que el equipo ha mejorado bastante con Quique, sobre todo en defensa, en solidez y en tener las ideas mucho más claras, interpretan que la botella está "medio vacía" y que al Sevilla le faltó no ya una pizca de suerte, como apuntó su entrenador como condición indispensable para sacar algo del Bernabéu, sino más ambición, fe y confianza para intentar poner en algún apuro al Real Madrid.
Porque la racanería del Sevilla en ataque en el estadio madridista fue palmaria. A lo largo del partido, y pese al enorme y plausible esfuerzo en defensa, con el francés Löic Badé, Sergio Ramos como 'jefe' y el joven Kike Salas muy destacados, cada vez fue reculando más y yéndose hacia atrás.
Sólo tuvo dos opciones de gol, una fallada por el marroquí Youssef En-Nesyri, en los primeros minutos, y otra del canterano Isaac Romero, que despejó con una rodilla el meta ucraniano Andriy Lunin, en el segundo tiempo. Luego, Kike Salas, canterano de Morón de la Frontera que cada vez está creciendo más, cabeceó ligeramente desviado un córner botado por Suso Fernández.
Al final, ocurrió casi lo de siempre. Perdió el Sevilla pese a su encomiable derroche en defensa, con lo que los pupilos de Quique Flores se olvidan de una derrota que, según su entrenador, fue "muy digna" y se centran en el choque del sábado en el Ramón Sánchez Pizjuán contra un adversario que lucha por estar en Europa, la Real Sociedad.
Quique, tras la sesión de recuperación, ha dado descanso este martes a su plantilla, que regresará al trabajo el miércoles para preparar con más intensidad el importante partido contra los donostiarras, en el que, por acumulación de amarillas, se unen como bajas a los lesionados el mediocampista suizo Djibril Sow y el extremo argentino Lucas Ocampos.
A pesar del deseo generalizado de pasar página de la derrota por la mínima en el campo del Real Madrid, Quique ha sido criticado por una buena parte del sevillismo por los cambios que introdujo cuando ya iban 1-0, al dar entrada al defensa galo Tanguy Nianzou por Kike Salas, que se retiró con molestias, y, sobre todo, al belga Adnan Januzaj, al que se le ve muy poco implicado con el equipo, por Ocampos, que se marchó 'tocado' por el sobreesfuerzo. EFE
cc/ism
Últimas Noticias
El Senado acoge hoy el interrogatorio a Félix Bolaños en la comisión de investigación sobre la gestión del CIS
La comparecencia del ministro de la Presidencia da inicio a una fase decisiva en la investigación sobre la transparencia, gestión y neutralidad del CIS, abriendo la puerta a la fiscalización directa de la actuación de los responsables políticos



