Desde dormir más a mejorar el estado de ánimo: qué le pasa al cuerpo en un mes sin beber alcohol

A las tres semanas de no consumir alcohol, el organismo comienza a recuperarse

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(Imagen: Shutterstock)
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El alcohol es uno de los grandes socializadores en las reuniones con amigos, con familia, en las fiestas, en las comidas y en todo tipo de eventos. Desde tiempos del dios Baco, nuestra cultura ha orbitado en torno al alcohol como un agente imprescindible para la socialización. España cumple con este paradigma, pues se sitúa entre los países con un mayor consumo de alcohol en Europa. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2021, el consumo per cápita de alcohol en España fue de 11 litros por persona.

Sin embargo, el consumo de alcohol no está exento de riesgo, hasta tal punto que no existe una “ingesta segura” que no implique un daño para la salud. Una ingesta regular de alcohol envejece el cerebro, aumenta el riesgo de enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares, incrementa el riesgo de desarrollar cáncer y empeora la calidad del sueño.

Por ello, cada vez son más las personas que se hacen abstemias o que intentan evitar las bebidas alcohólicas durante largas temporadas y reservarlo exclusivamente para un par de ocasiones especiales al año. Con solo un mes de abstinencia alcohólica, nuestro cuerpo ya experimenta ciertos cambios positivos.

Los beneficios inmediatos de dejar de beber alcohol

Los primeros beneficios después de decidir dejar de beber son casi automáticos. Solo 24 horas después, el cuerpo ya está mejor hidratado y los niveles de azúcar en sangre se estabilizan. Tras dos semanas, la calidad y la duración del sueño también mejoran, así como la concentración y el estado de ánimo, asegura el doctor Gautam Mehta, del University College de Londres.

A los 30 días de haber dejado el alcohol, el estudio del doctor Mehta demostró diversos beneficios metabólicos, siendo el principal de ellos una mejora del 25 % en la sensibilidad a la insulina. Además, la abstinencia alcohólica de solo un mes disminuyó los niveles de ansiedad y depresión, según la investigación.

La microbiota también se ve favorecida al abandonar las bebidas alcohólicas. Estudios previos con animales habían demostrado que el alcohol perjudicaba las bacterias intestinales y alteraba los patrones del comportamiento incitándonos a beber más. Aunque no está claro si ocurre de forma similar en humanos, los bebedores crónicos ven perjudicada su salud intestinal.

Cuál es el efecto del alcohol en el cerebro.

El efecto más allá del mes

Pasados los 30 días sin alcohol, es entonces cuando el cuerpo comienza con el verdadero proceso de recuperación. A las tres semanas, el hígado y los intestinos de las personas que beben alcohol regularmente comienzan a regenerarse. Además, es en este momento cuando se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como un infarto.

Una vez que transcurre el umbral del mes, los nuevos abstemios mejoran considerablemente su resistencia a la insulina, su presión arterial y empiezan a experimentar una reducción del peso. A ello se le suma una mejoría en la función sexual, especialmente en los hombres.

También es reseñable que la sensación de control sobre el consumo de alcohol se incrementa: “Tenemos evidencia de que las personas que superan el mes completo tienen una mayor sensación de control sobre su consumo de alcohol“, afirma Richard de Visser, de la Universidad de Sussex.