Hace una compra de 2.700 euros en un supermercado y sale sin pagar: lo reconocen y lo detienen porque había intentado 11 robos en el mismo lugar

Los robos en supermercados representan una de las principales formas de hurto en el comercio minorista. Y algunos ladrones se aventuran a llevarse productos por grandes cantidades de dinero y consiguen, además, no ser pillados, pero no todos tienen esa suerte. Un hombre de nacionalidad georgiana, de 35 años, se ha convertido en una figura reconocida para el personal de seguridad del supermercado Esselunga en la ciudad italiana de Pioltello, tras ser detenido en múltiples ocasiones por intentos de robo.

En su undécimo intento, el pasado jueves 29 de mayo, fue nuevamente arrestado después de intentar llevarse productos por un valor de 2.700 euros sin efectuar pago alguno. Este recurrente comportamiento ya había sido registrado en el historial delictivo del individuo, según ha informado el medio MilanoToday.

El incidente ocurrió alrededor de las 18:30 horas cuando el hombre, acompañado de un carrito desbordante de productos, tanto alimenticios como de otros tipos, ingresó al establecimiento ubicado en la vía San Francesco de Milán. Las medidas de seguridad del supermercado, especialmente vigilantes de sus movimientos debido a sus antecedentes, lograron frustrar el intento.

Una jugada que podría parecer astuta fue rápidamente arruinada por el personal de seguridad. El sujeto intentó salir del supermercado aprovechando el descuido necesario para colarse tras un cliente en la zona de cajas automáticas. Este cliente, ajeno a la intención delictiva, había escaneado su ticket de compra, permitiendo el paso por el torniquete de salida.

Sin embargo, la vigilancia del personal ya había anticipado esta maniobra, lo que permitió que los trabajadores lo interceptaran inmediatamente antes de que pudiera abandonar el local. Finalmente, los ‘carabinieri’ de Pioltello se encargaron de su arresto, confirmando el valor de los productos en 2.700 euros, como ha reportado MilanoToday.

La familiaridad del individuo con el entorno del supermercado, según ha narrado el medio, respondía a una serie de once intentos fallidos de hacerse con artículos sin pagar en el lapso de dos años. También había sido detenido en numerosas ocasiones. Esta reiteración no solo facilitó su identificación por el personal de seguridad, sino que también levantó un claro alerta de seguridad policial para vigilar más de cerca sus pasos y poder frustrar sus delitos.

En España, los robos en supermercados constituyen uno de los principales focos de pérdida para el sector de la distribución. Según el informe, publicado en 2023, por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), el 52 % de las pérdidas conocidas por hurto externo en el comercio minorista se producen en supermercados e hipermercados. Entre los productos más sustraídos se encuentran embutidos, conservas, vinos y cosméticos. El estudio también destaca que los hurtos externos suponen el 0,8 % de la facturación total del sector, lo que equivale a más de 1.800 millones de euros anuales.

Ante esta situación, las cadenas de distribución han reforzado sus sistemas de seguridad para frenar esta tendencia, con un aumento de cámaras de vigilancia, arcos de detección y personal de seguridad. Sin embargo, los expertos del sector señalan que el perfil del ladrón ha evolucionado: ya no se trata solo de hurtos organizados, sino también de personas que roban productos de primera necesidad por motivos económicos. La misma fuente indica que el 41 % de los robos se produce en tiendas urbanas y el 36 % en locales de gran formato, lo que refleja que el fenómeno afecta a todo tipo de establecimientos.