Una mujer de unos cuarenta años, residente en Montech (Tarn-et-Garonne), ha sido condenada a trece meses de prisión firme por conducir sin carné, sin seguro y bajo los efectos del cannabis. La sentencia llega tras su cuarta detención en cinco años por hechos similares. En esta ocasión, el tribunal ha considerado que no quedaba margen para nuevas advertencias ni medidas alternativas.
El último episodio tuvo lugar en diciembre de 2024, en la localidad de Bressols. Un uso indebido del teléfono móvil mientras conducía llamó la atención de una patrulla del Escuadrón Departamental de Seguridad Vial (EDSR) de Tarn-et-Garonne. Al ser detenida, los agentes comprobaron que el coche no estaba asegurado, que ya había sido inmovilizado por una decisión judicial anterior, y que la mujer seguía sin permiso de conducir, que le había sido anulado. Además, dio positivo en el test de detección de cannabis.
Un patrón repetido desde 2020
Desde el año 2020, esta conductora ha sido interceptada en cuatro ocasiones. En tres de ellas, bajo los efectos de drogas. En todas, sin permiso de conducción ni seguro. El patrón de las infracciones ha sido siempre el mismo, con una reincidencia constante a pesar de los antecedentes y de las advertencias judiciales.
La mujer trabaja como administrativa y, hasta ahora, había logrado evitar el ingreso en prisión. En una sentencia anterior se le impuso una pena con suspensión de condena, bajo ciertas condiciones que debía cumplir. Según consta en el expediente judicial, no lo hizo.
Tras su última detención, fue puesta a disposición judicial y presentada bajo el procedimiento conocido como CRPC (Comparution sur Reconnaissance Préalable de Culpabilité), una fórmula de “reconocimiento de culpabilidad” que permite al acusado aceptar los hechos directamente. La mujer reconoció todas las infracciones sin ofrecer oposición ni matices.
Prisión efectiva, vehículo destruido y nueva anulación del carné
El tribunal decidió esta vez imponer una pena de prisión firme. Cuatro meses por los hechos recientes, más nueve meses de una condena anterior que había sido suspendida y ahora se revoca. En total, trece meses que deberá cumplir de forma inmediata.
A la pena de prisión se suman otras sanciones. El tribunal ha ordenado una nueva anulación del permiso de conducir, ha impuesto tres multas de 100 euros cada una, y ha ordenado la destrucción definitiva del vehículo que conducía, el cual ya se encontraba inmovilizado desde antes de los hechos.
La mujer fue trasladada directamente a prisión al término de su comparecencia. El tribunal tuvo en cuenta el historial de reincidencia y el incumplimiento de las medidas anteriores, y concluyó que no era posible adoptar nuevas alternativas a la pena de cárcel.
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