Una maña se “viene abajo” tras conocer a su cita en ‘First Dates’: “A ver si encuentro alguna moza casadera, porque en el pueblo están todas cogidas ya”

El soltero ha traído un esquilo con el que llama a las forasteras a las que quiere tentar

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La cita de Luis y
La cita de Luis y Eva en First Dates (Montaje Infobae, Cuatro)

El folclore no solo preserva tradiciones, símbolos y narrativas populares, sino que también influye en la forma en que las personas conciben el amor, la atracción y la búsqueda de pareja. Lejos de ser una reliquia del pasado, el folclore sigue muy presente en las distintas regiones españolas. Por este motivo, la última emisión de First Dates ha sido tan especial, pues ha reunido a solteros que comparten el mismo origen cultural. Este ha sido el caso de Luis y Eva, de 43. Los maños, criados en la capital aragonesa, sienten un vínculo muy fuerte por sus raíces en sus respectivos pueblos.

Luis ha confesado que a pesar de haberse criado en la ciudad, “la cabra tira al monte”. Por lo que al final ha terminado viviendo en Moncayo, su pueblo. “Me he venido aquí a la capital a ver si encuentro alguna moza casadera, porque en el pueblo están todas cogidas ya”, ha asegurado. Aunque “en verano tenemos camping y alguna cae”, al ser de fuera no puede echar raíces con nadie. Durante su charla con Carlos Sobera, además, ha enseñado su esquilo, un cencerro que llevan las “ovejitas”, “pero se usa para llamar a las forasteras (a las belgas y a las francesas)“, ha explicado.

Por su parte, Eva, aunque también se considera “muy maña”, “testaruda” y “brutica”, no ha tenido una muy buena impresión de su acompañante, sobre todo después del cántico que le ha hecho a su llegada:“Recogiendo patatas te he visto el culo”. “Me he venido abajo total“, ha asegurado antes de opinar sobre su apariencia: ”Físicamente es que nada de nada. Es feillo total“. En cambio, Luis ha opinado que se ha fijado “en los ojos y los tiene muy bonitos”.

“No liga con nadie, ya te lo digo yo”

Nada más comenzar la cena, Luis le ha comentado a su acompañante que no ha tenido “mucha suerte” en el amor, dándole el mismo argumento que le había dado a Carlos minutos antes: “Ay que se te han adelantado”, ha comentado Eva. Asimismo, la maña cree que “no liga con nadie, ya te lo digo yo. No se ha comido nada”, ha añadido en el confesionario.

Al conversar sobre las aficiones, la cena se ha comenzado a torcer un poco. Eva le ha preguntado a su cita por sus aficiones, “leer, caminar, andar, sobre todo por el pueblo que me suelto la melena”, ha respondido él entre risas al notar pelo. Seguidamente, al hablar de cine, él le ha comentado que sus favoritas son las “de risa, de cachondeo, como la saga de Torrente, que era muy buena”. No obstante, esto solo le ha hecho ver a la de 43 años, que es “muy mañico y queda muy basto”. Por su parte, Luis opina que es un “humor canalla como digo yo. Yo estoy más asalvajado y ella más refinada”.

Durante la cena, los solteros andaluces que cenaban a su lado les han ofrecido probar el rebujillo, un licor típico de las ferias. Luis le ha dicho a la camarera que sirviera “como si fuera para una boda. Hay que embalarse y fusionar culturas”, uno de los pocos comentarios que han hecho que Eva se riese junto a él.

“Hacer el humor en los preliminares”

Luis entrando a First Dates
Luis entrando a First Dates (Cuatro)

Los zaragozanos no tuvieron pudor en hablar de otros gustos. Eva le ha preguntado si para él “el tamaño importa”, refiriéndose al pecho. Él ha respondido con el dicho: “La teta que la mano no cubre no es teta si no ubre”. Con esto, el de Moncayo quiere decir que “tampoco mucho y tampoco excesivo, pero tampoco como una tabla de planchar”. Además, le ha confesado su técnica antes de tener relaciones sexuales: “Hacer el humor en los preliminares. Yo cuento chistes picantones y pim pam”.

Esta no es un método que haya fascinado a su acompañante, que ha expresado que si le “hace uno de esos y ...“. A continuación, han vuelto a dejar más que evidente la falta de conexión entre ellos cuando ella le ha comentado que le gustan los hombres ”depilados de cuerpo y con melenaza”. Un detalle que no puede estar más alejado de Luis: “Vamos mal, como no sea el de los huevos...”, ha

Al final de la cita, los solteros han ido al reservado privado de la terraza, donde han disfrutado de un buen rato bailando. Aunque Luis le ha confesado que “yo de baile de jotas no tengo idea”, algo que ha apreciado su acompañante, quien ha opinado que “no tiene estilo ninguno. Me ha parecido un abuelillo de 70 años”. Así, una vez sentados para tomar la decisión final, él le ha dicho: “Quiero seguir el cortejo a ver si al final cuela”, pero ella le ha respondido que “como amor de pareja no te veo, pero una vueltica por el pilar está bien”. “Ya iremos al botánico a dar de comer a los patos si eso”, ha terminado por concluir Luis.