Una risoterapeuta no transmite confianza en su cita de ‘First Dates’: “No sé si es parte de su trabajo o si realmente le atraigo”

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Estela y Julio en su cita de First Dates (Montaje Infobae, Mediaset)

Aunque no se considera una terapia médica, la risoterapia es una técnica que utiliza la risa como herramienta para promover el bienestar emocional y aliviar tensiones. Su práctica se ha extendido en entornos educativos, laborales y sociales como forma de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Las sesiones, que suelen ser guiadas por especialistas, como Estrella —una de las últimas solteras que han visitado First Dates—, combinan juegos, ejercicios corporales y dinámicas grupales para provocar la risa de manera consciente, incluso sin recurrir al humor.

Siguiendo estas actividades, la mujer de 51 años dejó clara su filosofía nada más entrar al programa: la carcajada es el eje central de la vida, porque “si no te ríes pierdes”, expresó. Estrella se ha mostrado altamente positiva e hizo una demostración de sus habilidades profesionales en plena programación. Así, reunió al equipo del restaurante para hacer una actividad de risoterapia que sorprendió a más de uno por el resultado eficiente.

A pesar de gran humor, la mujer se ha abierto sentimentalmente hacia Carlos Sobera y le ha confesado que no ha tenido ninguna relación en los últimos dos años. “Seguía esperando a que una persona volviera y me eligiera a mí”, ha afirmado. Ese hombre fue uno de sus primeros amores con el que se habría reencontrado con el tiempo, pero con el que no tuvo un final feliz. Ahora, la soltera buscaba a alguien que pueda aportarle algo a su vida: “Si no aporta, aparta”.

“No me gusta que me pisen ni cosas raras”

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Estela y Julio en su cita de First Dates (Mediaset)

Julio, su cita de la noche de 57 años, acudió al programa con la intención de encontrar una compañera de vida, preferiblemente alegre y conversadora. Ambos tuvieron una buena primera impresión y descubrieron que residían relativamente cerca. Además, las profesiones de cada uno les resultaron interesantes. La conversación fluyó desde el inicio. Durante la cena, Julio explicó que había tenido dos relaciones serias, la última de doce años, terminada hacía año y medio.

Reconoció que prefería la vida en pareja: “me siento desubicado en una discoteca”. A Estrella le agradó su sinceridad y le halagó que la llamara “muy guapa”. El tema sexual surgió de forma natural. Coincidieron en que era un aspecto fundamental en una relación. Julio confesó tener un fetiche por los zapatos de tacón, aunque aclaró que su interés era puramente estético: “no me gusta que me pisen ni cosas raras”, afirmó entre risas y causando así la de su acompañante.

“Hemos tenido un comienzo muy bueno...”

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Estela y Julio en su cita de First Dates (Mediaset)

En el reservado, al ritmo de Stevie Wonder, ambos se lanzaron a bailar. Aunque Estrella percibió que Julio no sería un experto en salsa, valoró su disposición a dejarse llevar. El ambiente relajado llevó a Estrella a comentarle a Julio que olía muy bien, lo que reforzó la sensación de conexión entre ellos. Sin embargo, Julio expresó sus dudas: “Se dedica a la risoterapia, no sé si es parte de su trabajo o si realmente le atraigo”.

A la hora de la decisión final, los dos coincidieron en que la cita había sido agradable. Julio manifestó su deseo de repetir, y Estrella, sonriente, confesó sentirse aliviada: “me parece que hemos tenido un comienzo bueno y creo que podíamos probarlo”. Julio admitió que estaba nervioso porque no sabía qué respuesta iba a recibir, cerrando así una cita marcada por las risas, pero también por la incertidumbre.