Una nutricionista explica por qué nunca deberías quedarte con hambre si estás haciendo dieta: “Demos al cuerpo todo lo que necesita”

La alimentación restrictiva, lejos de ser efectiva a largo plazo, puede desencadenar una serie de adaptaciones metabólicas que afecten negativamente al organismo

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Una nutricionista explica por qué
Una nutricionista explica por qué nunca deberías quedarte con hambre si estás haciendo dieta

El culto al cuerpo está en el centro de nuestra sociedad. Por ello, se ponen grandes esfuerzos sobre él: tratamientos de belleza, operaciones estéticas, intensos entrenamientos y pautas de alimentación específicas.

El objetivo suele ser siempre el mismo: conseguir un cuerpo delgado y tonificado. Sin embargo, hay quienes para conseguirlo recurren a dietas muy restrictivas, llegando incluso a comprometer su salud. Ante esta tendencia, son muchos los nutricionistas que han advertido sobre esta problemática.

Cómo conservar los frutos secos
Cómo conservar los frutos secos para que no pierdan sus propiedades organolépticas (Adobe Stock)

Cómo afectan las dietas restrictivas al organismo

Las dietas demasiado restrictivas, lejos de ser efectivas a largo plazo, pueden desencadenar una serie de adaptaciones metabólicas que afecten negativamente al organismo. Así lo advierte la farmacéutica y nutricionista deportiva Patricia Gil Casterá. “Porque una dieta que nos haga pasar hambre no nos está llevando por ningún buen camino”, afirma. Según explica, cuando el cuerpo no recibe los nutrientes necesarios, activa mecanismos de defensa para sobrevivir, lo que puede derivar en consecuencias físicas y hormonales indeseadas.

La primera respuesta del organismo es hormonal: aumenta la grelina, conocida como la hormona del hambre, y disminuye la leptina, encargada de la saciedad. “¿La consecuencia? Atracones”, resume la especialista. En segundo lugar, se reduce la masa muscular, ya que bajan los niveles de testosterona, una hormona clave en la síntesis proteica, y aumentan los procesos de degradación muscular. Esto genera un efecto engañoso: el peso puede descender, pero la silueta pierde firmeza. “Te ves un poco más flaco, pero fofito”, explica.

Asimismo, otra de las consecuencias más habituales es la ralentización del metabolismo basal. “No me das nada, ok, gasto menos”, cuenta. A largo plazo, este ajuste metabólico puede dificultar aún más la pérdida de grasa. Finalmente, se activa un entorno denominado “obesogénico”, en el que el cuerpo tiende a almacenar más grasa como mecanismo de protección.

Ante esto, tal y como remarca la propia nutricionista, la solución a todo esto es muy simple: dejar de quitar calorías. "Demos al cuerpo todo lo que necesita", pide. “Podemos llegar a unos buenos objetivos disfrutando del proceso y sin pasar hambre”, concluye.

(Puedes ver la publicación completa en este enlace https://www.tiktok.com/@patriciagilcastera/video/7295833530058214689?_r=1&_t=ZN-8vdCORrGh8B)

Romina Pereiro nos enseña a hacer un desayuno nutricionalmente completo para esos días en los que necesitamos mucha energía.

Qué es lo que no puede faltar en una dieta saludable

Una alimentación equilibrada debe proporcionar todos los nutrientes esenciales para asegurar el correcto funcionamiento del cuerpo. Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), las proteínas, presentes en carnes magras, huevos, legumbres y frutos secos, son clave para reparar tejidos, desarrollar masa muscular y fortalecer el sistema inmunológico. Las vitaminas también son indispensables: la C ayuda a reforzar las defensas, las del grupo B intervienen en la producción de energía y la D resulta fundamental para mantener la salud ósea.

Estos nutrientes se obtienen a través de frutas, verduras, productos lácteos y pescados grasos. Junto a ellos, minerales como el hierro, el calcio y el potasio completan los requerimientos básicos, al igual que las grasas saludables presentes en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate o el pescado azul. Para cubrir estas necesidades, la Academia de Nutrición y Dietética recomienda seguir una dieta variada y adaptada a las características de cada persona.