El mel i mató es un postre emblemático de la gastronomía catalana, sencillo pero lleno de sabor. Este plato combina el mató, un tipo de requesón fresco y suave, con la dulzura de la miel, una deliciosa combinación a la que algunos suman también unos pocos frutos secos.
El origen de este manjar tradicional se remonta a la época medieval, cuando el mató se elaboraba de manera artesanal en las masías rurales. Entonces, eran las mujeres de los cabreros las que lo preparaban, utilizando la leche sobrante de los ordeños para después venderlo en los mercados. Originariamente, el mató se hacía con leche de cabra, aunque en la actualidad es más común elaborarlo con leche de oveja o de vaca.
Se trata de un postre extremadamente sencillo de preparar, ya que no requiere cocción ni técnicas complejas. Su preparación requiere de pocos ingredientes y de un menor aún tiempo de preparación. Todo ello, sumado a su sabor suave y fresco, lo convierten en el broche dulce perfecto para cualquier comida, especialmente después de platos contundentes.
Cómo preparar el mató
El mató es un tipo de queso fresco con menor grasa que los demás, elaborado con leche de cabra u oveja y que tiene la apariencia muy parecida a un queso de burgos, aunque guarda muchas diferencias con este. El mató casero se prepara de manera similar a otros quesos frescos, utilizando leche, un agente coagulante como jugo de limón, y un poco de paciencia para drenar el suero. El resultado es un queso blanco, fresco y delicioso que será el protagonista perfecto para este dulce y ligero postre.
Para elaborar el mató necesitaremos un litro de leche entera (preferentemente fresca o pasteurizada, no UHT), dos cucharadas de jugo de limón y una gasa o un paño limpio para colarlo. El primer paso será calentar la leche a fuego medio, en una olla grande, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue. No debe hervir, pero debes calentarla hasta unos 85 °C (cuando comienzan a formarse burbujas en los bordes).
Llegados a este punto, retiraremos la leche del fuego para añadir las cucharadas de limón, removiendo suavemente hasta que la leche empiece a cuajar, separándose en cuajada (sólidos) y suero (líquido). Si no se separa, añade un poco más de ácido. Dejaremos reposar la mezcla durante unos 10 minutos para que se termine de cuajar.
Pasado este tiempo, colocaremos un colador grande sobre un bol y lo cubriremos con una gasa o un paño limpio, vertiendo sobre él la mezcla de leche cuajada en el colador y dejando que el suero escurra durante aproximadamente 1-2 horas. Si queremos un mató más seco, puedes dejarlo escurrir por más tiempo, presionando suavemente con el paño. Una vez que el queso ha escurrido y ha alcanzado la consistencia deseada, lo reservaremos en un recipiente hermético en la nevera, dejándolo reposar hasta el momento de servir.
Receta de mel i mató
Tiempo de elaboración: 5 minutos
Ingredientes:
- 200 g de mató fresco
- 4 cucharadas de miel de buena calidad (de preferencia de origen local)
- Opcional: un puñado de nueces o almendras tostadas para decorar
Elaboración:
- Coloca una porción de mató fresco en cada plato o bol.
- Vierte una o dos cucharadas de miel sobre el mató. Puedes ajustar la cantidad según tu gusto personal.
- Si decides añadir frutos secos, esparce un puñado de nueces o almendras tostadas sobre el postre para darle una textura crujiente.
- Sirve inmediatamente y disfruta de este postre tradicional, fresco y lleno de sabor.
¿Cuántas raciones se obtienen de esta receta?
Con estas cantidades, esta receta rinde 2 porciones de mel i mató.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción de mel i mató contiene aproximadamente:
- Calorías: 220
- Grasas: 10 g
- Grasas saturadas: 6 g
- Carbohidratos: 25 g
- Azúcares: 22 g
- Proteínas: 9 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El mel i mató debe consumirse fresco, preferiblemente el mismo día en que se prepara. Sin embargo, si te sobra mató, puedes guardarlo en la nevera por un máximo de 2 días, bien cubierto, y añadir la miel justo antes de servir.