Popular por su inolvidable —y a la vez muy criticado— personaje de Susan Mayer en la conocida serie Mujeres desesperadas, la actriz Teri Hatcher es una enamorada de España. Y este verano ha elegido Palma de Mallorca para disfrutar de unas vacaciones muy especiales en compañía de su hija Emerson Tenney, fruto de su matrimonio con el también actor Jon Tenney.
Además de largas jornadas playeras, planes culturales y pequeñas escapadas para conocer cada rincón de la isla, la estadounidense y su única hija, de 26 años, están degustando los platos más famosos de la gastronomía balear visitando los restaurantes más populares de Mallorca.
El último de ellos, ‘Mía’, del chef Guillermo Cabot. Allí, la casualidad quiso que Teri se encontrara frente a frente con los reyes Felipe y Letizia, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina emérita doña Sofía junto a su amiga Tatiana Radziwill, que escogían el mismo restaurante que la estrella hollywoodiense para disfrutar de su tradicional cena veraniega en familia el pasado domingo 4 de agosto.
Tal y como captaron las cámaras allí presentes, la protagonista de Mujeres desesperadas no pudo ocultar su sorpresa al ver pasar a la familia real española por delante de su mesa para disfrutar de una suculenta cena. La actriz miró boquiabierta al monarca y a su esposa, retomando unos segundos más tardes la cena que estaba compartiendo con su hija.
Como curiosidad, Teri eligió pasta para comer y vino para beber, y a pesar de la fama de ‘diva’ que la persigue desde que protagonizó la famosa serie junto a Eva Longoria, Marcia Cross y Felicity Huffman, se mostró de lo más simpática, sonriente y amable con el personal del restaurante mallorquín.
La cena de la familia real
Disfrutando de su estancia en Palma de Mallorca tras entregar los premios de la 421 Copa del Rey-MAPFRE, el Rey Felipe VI cumplía con otra de las tradiciones que han instaurado en los últimos años. El monarca organizaba una cena familiar a la que invitaba también a unos grandes amigos de la Reina Sofía: el matrimonio Radziwill Fruchaud.
El restaurante escogido para la ocasión era Mía, de Guillermo Cabot, al igual que el año pasado. A su llegada, la reina Sofía caminaba agarrada del brazo de su hijo, con quien charlaba. La reina Letizia, por su parte caminaba al otro lado del rey.
Unos pasos por detrás, la princesa Leonor y la infanta Sofía eran las encargadas de empujar las sillas de ruedas de Tatiana Radziwill y de Irene de Grecia. Junto a ellas, el marido de Tatiana, Juan Enrique Fruchaud, les acompañaba para supervisar que no había ningún imprevisto.
A la hora del posado familiar, las más jóvenes se adelantaban para poder colocar las sillas de ruedas de frente a las cámaras mientras la reina Letizia saludaba con la mano a los medios de comunicación. La princesa Leonor y Tatiana Radziwill eran las primeras en dirigirse al interior del restaurante, seguidas de la infanta Sofía e Irene de Grecia, la reina Letizia, la reina Sofía, el rey Felipe VI y Fruchaud.
Para esta ocasión, la reina Letizia lucía un vestido de tirantes estampado en colores rojo y blanco, mientras que la princesa Leonor se decantaba por un vestido estampado en color beige y azul de manga corta. La infanta Sofía, quien también escogía un vestido para la ocasión, prefería un color más llamativo en tono verde flúor del armario de su madre.
Con información de Europa Press