A qué se dedica Alberto González, el discreto novio de Ayuso

Alberto González Amador, el actual pareja de Isabel Díaz Ayuso, está imputado por dos delitos de fraude fiscal y un tercero de falsedad en documento mercantil. Tras su última llegada a los juzgados de Plaza Castilla, el madrileño mostraba una apariencia totalmente diferente a lo que nos tenía acostumbrados. Con la intención de pasar desapercibido para la prensa, ha decidido raparse la cabeza y acudir sin barba, algo muy distinto a las fotos que se habían publicado hasta la fecha.

Antes de la trama que le ha llevado a ser investigado, González Amador saltó a la fama el pasado mes de julio después de que Ayuso perdiese al hijo que estaba esperando con él. Un embarazo oculto hasta ese momento y que hizo relucir la presencia del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid. “Están muy enamorados y estaban encantados. Las personas que le tratan, tanto a él como a ella, no se han extrañado nada por la noticia del embarazo, porque siempre están muy juntos y enamorados”, explicaban fuentes cercanas a Ayuso en ese momento.

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Pero, ahora con la denuncia de la Fiscalía de Madrid por presunto fraude fiscal de 350.951 euros cometidos entre los años 2020 y 2021, surge la pregunta sobre quién es y a que se dedica la actual pareja de Isabel Díaz Ayuso. Comenzaron a salir juntos en junio de 2021 y aunque siempre han mantenido un perfil bajo para eludir todo lo posible a los periodistas, fueron vistos por primera vez en mayo de ese año en Ibiza.

Los paparazis captaron a ambos paseando por las playas de las Baleares, solo unos meses después de que Ayuso rompiera con su novio anterior, el comercial y peluquero Jairo Alonso, de 45 años. Es padre de tres hijos y está divorciado. Y aunque se conoce poco sobre el actual amor de la presidenta, sí que se sabe que es técnico sanitario de profesión y que ha ejercido como intermediario en la compra de material sanitario.

Según apunta elDiario.es, también es consultor y auditor en asuntos relacionados con la prevención laboral y la certificación sanitaria, asuntos que le han llevado a estar bajo los focos por sus operaciones empresariales durante la pandemia de la Covid-19. Por otro lado, es conocido por sus trabajos principalmente con el Grupo Quirón, donde se encargaba de la certificación de sistemas ISO.

González Amador prestó sus servicios en consultoría y prevención laboral durante más de 25 años, incorporándose como consultor externo en FRATER Prevención en 2003, y manteniendo los servicios cuando la mutua fue adquirida por QuirónPrevención en 2015. Sin embargo, en 2020 con el estallido de la pandemia, utilizó las empresas Maxwell Cremona y Masterman & Whitaker como intermediarias en los negocios, tal y como constató la Agencia Tributaria en su informe a la Fiscalía. La primera de las compañías, de la cual es administrador único, no cuenta con empleados pero posee vehículos de alta gama.

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Además, Hacienda destacó que Masterman & Whitaker, adquirida por González en 2020, intentó defraudar al fisco traspasando parte de la facturación de los contratos de Quirón a esta empresa, la cual carecía de infraestructura para realizar los trabajos, considerando así que se trataba de una maniobra para obtener ventajas fiscales.