El Banco de España exige a los bancos mano dura al conceder créditos e hipotecas

El supervisor tramitó el año pasado 11 expedientes sancionadores contra entidades y sus directivos y este año prevé aumentar la vigilancia ‘in situ’ de las oficinas bancarias

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Mercedes Olano, nueva directora general de Supervisión del Banco de España

(Foto de ARCHIVO)
26/10/2018
Mercedes Olano, nueva directora general de Supervisión del Banco de España (Foto de ARCHIVO) 26/10/2018

El Banco de España no admitirá que los bancos relajen sus exigencias al conceder créditos y al analizar los riesgos que supone otorgarlos, principalmente en el caso de las hipotecas. Así lo ha advertido Mercedes Olano, directora general de Supervisión del Banco de España, en la presentación de la Memoria de Supervisión de 2023 de la entidad.

Ello es debido a que “el riesgo de crédito es el primer riesgo para el sistema financiero europeo”, ha señalado Olano, debido al modelo de negocio de los bancos de la zona euro, eminentemente comercial, y los supervisores lo vigilan muy de cerca. De hecho, ya ha habido algunas actuaciones “específicamente centradas” en revisar si se han suavizado los criterios, ha informado.

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Respecto al riesgo del crédito inmobiliario comercial, considera que el peso de ese negocio en los balances de los bancos españoles es del 8% y está bastante concentrado en oficinas, locales y hoteles y no tanto en centros comerciales, que son los activos que tienen más riesgo ahora. Por ello, el Banco de España está “relativamente” tranquilo con el comportamiento del crédito para la compra de vivienda y también con el crédito al promotor, que es apenas un 8% del total de la cartera en estos momentos.

Colaborar con la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero

Mercedes Olano considera “importantísimo” que exista una “altísima colaboración” entre el Banco de España y la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, no obstante ha admitido que la información que tiene el supervisor sobre esta institución “es escasa”.

Esta nueva autoridad recibirá las reclamaciones de los clientes financieros, una función que ahora realizan el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros.

Ante la próxima entrada en vigor de la Autoridad, prevista para este año, Olano ha incidido en la necesidad de contar con una “muy buena cooperación” con esta nueva entidad, puesto que el Banco de España necesitará seguir conociendo cuáles son las preocupaciones del cliente bancario para ejercer la supervisión de conducta.

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El Consejo de Ministros relanzó en marzo el proyecto para crear esta autoridad, después de que el anterior texto se paralizase en el Congreso de los Diputados en julio debido a la convocatoria anticipada de elecciones.

Vigilar de cerca a los bancos

Uno de los objetivos del Banco de España para este año es aumentar las inspecciones ‘in situ’ a la banca, según recoge su Memoria de Supervisión. Indica que las nuevas prioridades para este año “tienen un carácter continuista” respecto a las establecidas el año pasado. La principal diferencia es que realizará inspecciones ‘in situ’, algo que no estaba especificado el año pasado.

La primera prioridad del supervisor es aumentar la resiliencia del sector financiero frente a ‘shocks’ macrofinancieros y geopolíticos. También se mantendrá el seguimiento de las deficiencias persistentes entre las identificadas en 2020 en el marco de la pandemia.

Otro de sus objetivos es llevar a cabo revisiones específicas de la gestión de activos y pasivos y valorará la resiliencia a corto plazo de ‘shocks’ de liquidez, credibilidad y fortaleza en planes de contingencia.

El Banco de España también tiene previsto acelerar la subsanación eficaz de las deficiencias en gobernanza y en la gestión de los riesgos climáticos y medioambientales. “En relación con la mejora del funcionamiento de los órganos de administración, se continuarán abordando las deficiencias a través de revisiones específicas e inspecciones in situ, y se actualizarán las expectativas supervisoras sobre gobernanza y gestión del riesgo”, indica el supervisor en su memoria.

Más sanciones

La labor de supervisión financiera del Banco de España le llevó el año pasado a tramitar 11 expedientes sancionadores contra entidades y sus cargos de administración y dirección, frente a los 9 tramitados en 2022. En concreto, nueve de estos expedientes se tramitaron por aspectos prudenciales, de los que se resolvieron seis, todos ellos contra las correspondientes entidades y sus respectivos cargos de administración y dirección. En total fueron 54 las personas físicas expedientadas.

El Banco de España ha puesto el foco en el control interno de las entidades, en la gestión de sus riesgos y su gobernanza y en el mantenimiento del nivel de recursos propios suficientes para poder hacer frente a los riesgos asumidos y a posibles perturbaciones.