¿Cómo funcionan los radares tramo para el control de velocidad?

La DGT ha anunciado la implantación de nuevos radares de tramo en las carreteras españolas en 2024

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Varios coches pasan junto a una señal de radar de tramo, en la calle Sinesio Delgado, a 27 de diciembre de 2023, en Madrid (España). (Ricardo Rubio / Europa Press)
Varios coches pasan junto a una señal de radar de tramo, en la calle Sinesio Delgado, a 27 de diciembre de 2023, en Madrid (España). (Ricardo Rubio / Europa Press)

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha anunciado en varias ocasiones que la DGT implantará más radares en las carreteras en España. Serán por lo menos 88 dispositivos más, principalmente radares de tramo, vistos como más justos según la Dirección General de Tráfico. Catorce años después de la instalación del primer radar de tramo español, hoy son 92 los que están activos, según los datos actualizados de 2022.

Operativos desde el año 2010, estos cinemómetros se instalan en autopistas, autovías y carreteras convencionales para calcular la velocidad media de un vehículo en un trecho de vía. Estos controles pueden extenderse a lo largo de varios kilómetros, siempre advirtiendo con antelación a los conductores con la señal correspondiente.

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Cómo funcionan los radares de tramo

No son exactamente radares, sino cinemómetros. Estos aparatos consisten en cámaras que graban de forma continua. Las cámaras identifican a la entrada las matrículas de los automóviles que llegan al tramo y hacen lo mismo a la salida. Para ello, utilizan iluminación continua por infrarrojos que el ojo humano no es capaz de detectar. Los aparatos están sincronizados por fibra óptica y vía satélite para que sus relojes arquen la misma hora y controlar así el paso de los vehículos con precisión.

Con esa información, un ordenador relaciona las matrículas que coinciden para comprobar en qué momento el coche pasó por la entrada y la salida. Calcula después la velocidad media del vehículo apara averiguar si ha rebasado o no el límite de velocidad legal establecido en la vía. En caso de haber superado la velocidad máxima permitida, se impondrán multas a los infractores. Las sanciones en radares de tramo para vías de 120 kilómetros por hora, por ejemplo, van desde los 100 euros (al circular entre los 120 y los 150 kilómetros por hora) hasta los 600 euros, la retirada de seis puntos en el carné y la obligación de responder ante la justicia (si se circula por encima de los 191 kilómetros por hora).

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Los radares de tramo en España: hasta 32 kilómetros de largo

La DGT invertirá 975.000 euros en 15 radares móviles capaces de multar hasta en seis carriles.

El primer tramo de velocidad controlada de la Dirección General de Tráfico llegó a España en el año 2010. Instalado en el túnel de Guadarrama, en la A-6 entre Madrid y Segovia, este nuevo mecanismo de medición permitía sancionar a aquellos vehículos que no mantienen la velocidad exigida por la vía a lo largo de un trecho de carretera. Desde entonces, existen un total de 92 dispositivos, a los que podrían añadirse 88 al final de 2024.

Estos controles se ubican principalmente en la provincia de Las Palmas, que tiene 10 tramos vigilados con cámaras, Palencia (ocho radares) y Málaga (siete radares). El más largo de todos cubre la CL-615 en Palencia, con 32,9 kilómetros cubiertos por las cámaras del cinemómetro. El ‘top 3′ continúa en la misma provincia: existe otro radar de tramo de 23,1 kilómetros en la CL-615, mientas que la CL-613 tiene otro de 17,5 kilómetros.