La DGT explica que es “el DNI del coche”: un código para identificarlo en caso de robo que también tiene otras funciones

La Dirección General de Tráfico despliega esfuerzos para educar a los conductores sobre la importancia del Número de Identificación del Vehículo en diferentes aspectos automovilísticos

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Varios coches circulan por la autovía A5, en Madrid (A. Pérez Meca/Europa Press)
Varios coches circulan por la autovía A5, en Madrid (A. Pérez Meca/Europa Press)

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha proporcionado información detallada sobre el Número de Identificación del Vehículo (NIV), comúnmente conocido entre los conductores como el número de bastidor, resaltando su importancia no solo como una herramienta para la identificación de vehículos robados, sino también para otras funciones relevantes en el ámbito automovilístico.

El NIV consiste en una secuencia alfanumérica única de 17 caracteres, establecido bajo las directrices del Anexo II del Reglamento (UE) 2021/535. Esta secuencia no es arbitraria, ya que cada caracter revela información específica sobre el vehículo, desde el fabricante hasta detalles específicos como las piezas utilizadas, incluyendo el motor y los airbags. Este “DNI del coche” no solo verifica la identidad del vehículo a lo largo de su vida útil sino que también contiene datos clave acerca de dónde fue fabricado y por quién.

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Los tres primeros caracteres del NIV, conocidos como el Identificador del Fabricante Mundial (WML por sus siglas en inglés), señalan al fabricante del vehículo y se asignan por el organismo de homologación correspondiente del país de origen del fabricante. Le siguen cinco caracteres (la sección VDS) que describen las características generales del vehículo. Además, el NIV incorpora un dígito de control en su novena posición, determinado por una fórmula matemática establecida en el reglamento, que ayuda a verificar la autenticidad del número. Los últimos ocho dígitos, pertenecientes a la sección VIS, proporcionan información adicional, como la planta de fabricación.

Amplia gama de utilidades

Más allá de su función primordial para identificar vehículos robados, el NIV tiene utilidades vastas en el sector automotriz. Los talleres de reparación, por ejemplo, se benefician significativamente del uso del NIV al buscar piezas de repuesto, garantizando la compatibilidad y agilizando el proceso de reparación. En casos de emisión de alertas de seguridad por parte de los fabricantes, el NIV sirve para identificar rápidamente los vehículos afectados que necesitan ser retirados de circulación.

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Al comprar un vehículo de segunda mano, verificar el NIV se ha convertido en un paso crucial. Esta verificación permite detectar posibles alteraciones en el kilometraje del vehículo o si este ha estado involucrado en procesos judiciales, proporcionando así una capa adicional de seguridad y confianza para el comprador.

La normativa vigente estipula que el NIV debe estar marcado en una ubicación del vehículo que sea “claramente visible y fácilmente accesible, de manera que el marcado no pueda borrarse ni deteriorarse”. A pesar de que cada fabricante puede elegir dónde colocar este número, existe una regla general: debe encontrarse siempre en el lado derecho del vehículo, asegurando su fácil inspección en diferentes situaciones, ya sea por autoridades, talleres de reparación o potenciales compradores.

La implementación y seguimiento estricto del uso del NIV subrayan la importancia que tiene este código en la industria automovilística, no solo como una medida de seguridad contra el robo de vehículos, sino también como una herramienta fundamental en el mantenimiento, reparación y la compra-venta de vehículos usados, asegurando la transparencia y la seguridad en el mercado automotriz.

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