Así es el curioso pueblo español que está ubicado dentro de un castillo

Parece el escenario de un cuento. Inscrito en el corazón de un antiguo castillo y alzado sobre uno de los puntos más altos del Parque Natural de los Alcornocales. Desde su posición se observa la bahía Algeciras, pero también el Peñón de Gibraltar e incluso a la costa de África. Bajo el nombre de Castellar de la Frontera, este inconfundible municipio invita a pasear por sus laberínticas calles y a descubrir sus interesantes edificios históricos, al mismo tiempo que introduce al visitante en un viaje en el tiempo.

Frente al amparo de una fortaleza medieval que ha sido partícipe de guerras entre árabes y cristianos, quienes deciden visitar Castellar de la Frontera disfrutan de la arquitectura islámica, así como de un recorrido único y de planes en plena naturaleza. Ahora, hay que tener en cuenta que Castelar no es un pueblo, sino dos. En este sentido, hay que distinguir entre el Castellar Viejo, dentro del recinto amurallado, y el Castellar Nuevo, a varios kilómetros de distancia.

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Fueron muchos los pobladores que pasaron por las tierras de Castellar de la Frontera. Pero quienes construyeron tanto los cimientos del castillo, como el pueblo de su interior, fueron los musulmanes en el siglo XIII. La dominación árabe del municipio perduró hasta el año 1434, momento en el que el Juan Arias de Saavedra lo incorporó a la corona cristiana.

El castillo, que ha logrado sobrevivir al transcurso de la historia casi en perfecto estado, cuenta con su torre del homenaje, con imponentes murallas con barbacanas, cubos, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadradas y circulares, algunas con almenas y saeteras. Así, es desde un pequeño patio de armas desde donde se accede al caserío interior. Por otra parte, a pesar de haber sido sujeto de numerosos cambios a lo largo de los siglos, en la actualidad el castillo se ha convertido en un centro cultural en el que se celebran exposiciones, conciertos y otros eventos.

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Más allá del Castillo, hay tres lugares que no pueden dejarse a un lado en la visita a este pueblo gaditano:

1. El casco histórico: Al entrar en el núcleo histórico de esta localidad, nos sumergimos en un laberinto de callejones sinuosos, estrechos y adoquinados, cuyo marcado origen islámico nos transporta a tiempos remotos. A cada lado del camino, se encuentran pintorescas viviendas de fachadas encaladas, adornadas con puertas y balcones de vivos colores. Las calles y plazas se engalanan con parterres y macetas rebosantes de flores y enredaderas.
2. En este punto, al llegar al extremo de una pequeña calle, vale la pena detenerse en el mirador conocido como el Balcón de los Amorosos, que sorprenderá con unas vistas envidiables del embalse del Guadarranque.
3. La Almoraima: se encuentra fuera y cerca del nuevo pueblo de Castellar. Se trata de una finca con más de 14.000 hectáreas de extensión. El Convento de San Miguel de la Almoraima fue erigido en el año 1603 por una comunidad de frailes mercedarios. Estos religiosos ocuparon el convento hasta mediados del siglo XVII, cuando la propiedad pasó a manos del Duque de Medinaceli. Lo que en su origen fue un lugar de vida monástica se transformó en una finca de esparcimiento y caza. En la actualidad, el lugar también ha sido adaptado para alojamiento, ofreciendo a los visitantes numerosos senderos para pasear y recuperar la paz y la serenidad.

Fue a finales de los años 60 cuando se construyó la localidad de Castellar nuevo. El objetivo era mejorar la calidad de vida de los habitantes y superar los problemas de crecimiento y movilidad que caracterizaban al antiguo municipio.

Entre los puntos de interés de esta localidad destacan la Iglesia Divino Salvador, la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima, y la Plaza Andalucía, que cuenta con una escultura que conmemora el XXV Aniversario de la creación de la nueva villa y con otra dedicada a los Derechos Humanos.

Para llegar a Castellar de la Frontera desde la ciudad de Cádiz hay que tomar la A-381, el tiempo aproximado del viaje es de 1 hora y 10 minutos. En caso de que el punto de inicio sea Málaga, el viaje durará 1 hora y 30 minutos y se realizará por la AP-7