Cuatro meses pendiente de una operación de riñón porque el Hospital de La Paz de Madrid se queda sin instrumental disponible: “No puedo vivir así, voy con bastón”

La mujer, de 66 años, padece litiasis pero el hospital no ha sido capaz de reponer el material averiado

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Hospital Universitario La Paz, en Madrid. (Jesús Hellín/Europa Press)
Hospital Universitario La Paz, en Madrid. (Jesús Hellín/Europa Press)

Pilar tiene 66 años y se pasó los últimos 42 de su vida laboral como parte del equipo de limpieza de la sección de Infantil en el Hospital Universitario de La Paz. Jubilada hace apenas dos años, ahora como paciente ha sufrido en primera persona el estado de la sanidad pública de la Comunidad de Madrid.

La primavera pasada, a Pilar le diagnosticaron litiasis (cálculos renales) en los dos riñones. El día 8 de mayo se le hizo una intervención en ese el hospital madrileño para limpiar su riñón izquierdo. Tras la operación, se le citó un mes después y repetir el mismo proceso en el órgano derecho. Sin embargo, la cita nunca llegó. Tal y como le confirmaron los médicos del hospital más importante de la Comunidad de Madrid, no había instrumental para la operación.

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“Me dijeron que solo hay dos aparatos y están rotos. Pensé que me estaban mintiendo, pero el propio médico me lo reconoció y me pidió paciencia”, dice Pilar sobre una conversación con Jose Ramón Cansino, jefe sección de Endourología y Litiasis del Hospital Universitario de La Paz y responsable de la operación.

Desde entonces, han pasado más de cuatro meses y el hospital no ha logrado disponer de material nuevo para la operación de la mujer. Incluso la sacaron de la lista de espera hasta nuevo aviso. El material necesario para limpiar los riñones es un nefroscopio, y desde el Hospital de La Paz confirman a Infobae España que los dos disponibles para intervenciones con pacientes adultos tienen las ópticas dañadas. “Esto impide este tipo de intervenciones urológicas”, aseveran.

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“Un delito contra la salud”

“El Hospital ha solicitado la sustitución o, en su caso, reparación de estos aparatos para poder restablecer el servicio y dar respuesta a esta y otros pacientes lo antes posible. Se avisará cuanto antes a los pacientes que han sufrido el retraso para programarles una nueva cita”, asegura el equipo de comunicación del hospital madrileño a este medio.

Cuatro meses de retraso para una operación que debería haber tenido lugar en mayo ha sido motivo suficiente para que la mujer ponga una reclamación al Hospital y su historia haya llegado hasta el Defensor del Paciente, que ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Madrid la precariedad de un hospital fundamental en el funcionamiento de la sanidad pública de Madrid.

El Hospital Universitario de La Paz, en Madrid, acumula ya un mes de retraso en el diagnóstico de pruebas clave. En general, la Comunidad de Madrid es una de las regiones que menos sustituciones cubre por vacaciones en verano, lo que se traduce en un peor servicio en la sanidad pública.

La salud y la vida no puede depender de la mala gestión”, asegura la plataforma, que solicita que se investigue el caso y salga a la luz si son muchos los pacientes con operaciones postergadas por la falta de material en la sanidad pública madrileña. “Nos parece un delito contra la salud y vida de las personas, el no poder intervenir a un paciente por falta de instrumental”, sentencia Carmen López flores, defensora del Paciente.

El pasado miércoles, Pilar tuvo de nuevo cita con urología, donde le volvieron a confirmar que el hospital no tenía disponibilidad de material, al tener todos los nefroscopios averiados. La mujer, desconcertada por la situación, no sabe qué hacer para ser atendida: “No puedo hacer mi vida normal, voy con bastón. Cuando ando me tengo que parar, no puedo vivir así”, denuncia la mujer.

Una vez preguntado por el caso, el Hospital asegura y espera que a partir de este lunes ya se disponga del material necesario para realizar la cirugía percutánea a la mujer, que no da crédito y se siente estafada. “Yo pago la seguridad social y repito, no puedo hacer mi vida normal”, denuncia Pilar, que sigue pendiente de una operación que cure su riñón derecho.