El PP se queda sin opciones de torpedear un gobierno de Sánchez desde el Congreso tras el portazo del PNV

A menos de diez días para la constitución de las Cortes, prevista para el próximo 17 de julio, la batalla por la composición de la Mesa del Congreso se presenta como la primera gran patata caliente de la nueva legislatura, la XV. El resultado de las elecciones generales del pasado 23 de julio pintó un escenario complicado para la gobernabilidad, pero a priori es Pedro Sánchez quien tiene más opciones de poder armar una mayoría para volver a ser investido presidente del Ejecutivo.

Esta previsión cobra más fuerza después de que este lunes el PNV haya vuelto a echar por tierra las esperanzas del PP de contar con los votos de los cinco diputados jeltzales en una hipotética investidura del aspirante popular, Alberto Núñez Feijóo, quien se impuso en los comicios con 137 escaños (16 asientos más que el PSOE).

Este no del PNV no es nuevo. De hecho, fuentes de este partido se reafirmaron en la decisión tomada pocas horas después del 23-J, esto es, “la negativa de EAJ-PNV a iniciar conversaciones de cara a facilitar” la investidura de Feijóo como presidente del Gobierno español”.

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Si bien, el partido nacionalista insistió en el no “ante el intento de algunos actores políticos y mediáticos, tanto en Euskadi como en España, de construir una realidad alternativa”: “El 24 de julio, el Euzkadi Buru Batzar fijó su posición con meridiana claridad”, añadieron estas fuentes.

Y es que, en las horas previas a este comunicado, hubo una jugada por parte de Vox que invitó al optimismo en las filas del PP. El partido de Santiago Abascal ofreció sus votos gratis para investir a Feijóo, una estrategia que no ha llevado a cabo en las negociaciones de los gobiernos autonómicos con el PP, como es el caso de Murcia, donde la ultraderecha exige entrar en el gobierno a cambio de apoyar a Fernando López Miras.

Además, el PNV volvió a pronunciarse de forma tajante después de varias informaciones que apuntaban la predisposición del PP de incluir a un representante jeltzale en la mesa del Congreso. Por tanto, con este nuevo no, el PNV no solo dificulta la posibilidad de investir a Feijóo, sino que trunca las opciones de los populares de hacerse con la Presidencia de la Mesa del Congreso.

La Mesa de la Cámara Baja, compuesta por el presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios, es el órgano rector de la Cámara y ostenta la representación colegiada de ésta. Entre la infinidad de funciones de dicho órgano está la de decidir sobre los procedimientos legislativos de las diferentes iniciativas parlamentarias y, en este punto, ante un hipotético nuevo gobierno de izquierdas, una mayoría conservadora en la mesa otorgaría al PP la potestad de torpedear la acción de gobierno.

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De por sí, la mayoría que ostenta el PP en el Senado puede echar por tierra el límite de gasto no financiero (o techo de gasto) y los objetivos de déficit y deuda, un paso clave para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, al tener esta cámara la capacidad de veto regulada en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

En lo que a la Cámara Baja atañe, disponer de una mayoría absoluta es esencial para controlar los ritmos de la legislatura y, por supuesto, ostentar la presidencia implica ser la tercera institución del Estado, por detrás del jefe del Estado y del presidente del Gobierno. “Resultará elegido el que obtenga el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. Si ninguno obtuviera en primera votación dicha mayoría, se repetirá la elección entre los que hayan alcanzado las dos mayores votaciones y resultará elegido el que obtenga más votos”, reza el reglamento del Congreso.

En cuanto a los vicepresidentes y secretarios, estos se elegirán simultáneamente. “Cada Diputado escribirá sólo un nombre en la papeleta. Resultarán elegidos, por orden sucesivo, los cuatro que obtengan mayor número de votos. En la misma forma serán elegidos los cuatro secretarios”.

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Con el no del PNV, el bloque de PP (137 escaños), Vox (33) y UPN (1) sumaría 171 votos, una mayoría insuficiente ante el previsible rechazo de PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1). Por su parte, Coalición Canaria (1 diputado), con quien gobierna el PP en dicha región, rechazó investir a Feijóo de la mano de Vox, mientras que en esta votación, los 7 diputados de Junts serán imprescindibles e inclinarán la balanza hacia un lado u otro.

En este sentido, antes de que las negociaciones para la investidura tomen forma, la tarea más importante de los partidos hasta el 17 de agosto será la constitución de la Mesa del Congreso, un asunto que ERC ya trata “con el PSOE y, en paralelo, está hablando con Junts”, según dijo en una entrevista la diputada republicana Teresa Jordà, quien lidera la negociación de su partido con los socialistas.

Esta mostró además la preferencia de ERC de que la Mesa esté presidida por el PSOE o por alguien del “supuesto progresismo” español, y auguró que PSOE y Sumar “ocuparán casi todas las sillas de las cinco que le asegurará la mayoría frente a las cuatro de la derecha”, dejando en el aire la posibilidad de que la quinta que asegure la mayoría del bloque en dicho órgano pueda ser ocupada por un representante del independentismo o del PNV. “Eso está abierto y forma parte de las negociaciones”, apostilló la diputada republicana.

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