Fernando Alonso ya lleva 10 años sin ganar en la F1: su última victoria llegó en España 2013 con Ferrari

Un 12 de mayo de hace una década, logró imponerse en Montmeló gracias a una de sus mejores carreras de siempre: el sueño de volver a protagonizar un triunfo está más vigente que nunca desde entonces gracias a su actual rendimiento en Aston Martin

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Fernando Alonso celebra su victoria en el Gran Premio de España de 2013 (EFE/Toni Albir)
Fernando Alonso celebra su victoria en el Gran Premio de España de 2013 (EFE/Toni Albir)

El furor por la Fórmula 1 vuelve a estar desatado entre los aficionados españoles. Fernando Alonso ha encontrado por fin un coche competitivo tras una larga travesía por el desierto y la emoción se palpa en el ambiente. Su Aston Martin le ha permitido subir al podio en cuatro de las cinco pruebas del presente Mundial y el número 33, que correspondería a la próxima victoria del piloto asturiano en el Gran Circo, se ha colado en las conversaciones sobre el campeonato de forma generalizada. Es así porque el triunfo del bicampeón del mundo hispano en un Gran Premio se ve más cercano que nunca desde un ya lejano 12 de mayo de 2013: el día, hace justo una década, en el que El Nano se impuso por última vez en una carrera. Para mayor gozo, en casa.

10 años atrás, Alonso todavía pilotaba en Ferrari. Venía de ser subcampeón en 2012 y su objetivo era volver a pelear por el título, costase lo que costase. Había empezado el curso con un segundo puesto en Australia, una retirada en Malasia, una victoria en China y un octavo lugar en Baréin. El Gran Premio de España, como no podía ser de otra manera en su caso, aparecía señalado en rojo en el calendario: debía hacerlo lo mejor posible ante los suyos. El fin de semana prometió desde el principio, ya que Fernando fue el más rápido en los primeros entrenamientos libres y concluyó tras el Red Bull de Sebastian Vettel (tres Mundiales para él entonces: el cuarto llegaría precisamente en 2013) en la segunda sesión de probaturas.

Las cosas no irían tan bien para el español ni en los terceros libres ni en la clasificación del sábado, cuando sólo pudo ser quinto: en la salida, tendría por delante a Kimi Raikkonen (Lotus), de nuevo Vettel (curiosamente, el predecesor de Alonso en Aston Martin) y los Mercedes tanto de Lewis Hamilton como de Nico Rosberg. Sin embargo, Fernando Alonso siempre ha sido un gran amigo de los adelantamientos. No iba a ser menos en aquella ocasión en Montmeló, donde dejó una de las grandes lecciones de pilotaje de su trayectoria en la F1.

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La 32 de Alonso

Nada más ponerse en verde el semáforo del Circuito de Barcelona-Cataluña, el de Oviedo se puso manos a la obra con su Ferrari. En un parpadeo, logró colocarse tercero tras Rosberg y Vettel. No tardaría mucho en superar a este último, algo que hizo cuando se habían dado 11 vueltas. En la vuelta número 13, Alonso pasaría a ocupar un primer puesto que ya no abandonaría hasta ver la bandera a cuadros.

Fernando Alonso junto a Felipe Massa en el podio de España 2013 (EFE/Andreu Dalmau)
Fernando Alonso junto a Felipe Massa en el podio de España 2013 (EFE/Andreu Dalmau)

En aquellos tiempos, los monoplazas todavía se veían obligados a pasar por boxes en muchas más ocasiones que en la actualidad. De hecho, la estrategia de Alonso en ese Gran Premio de España fue de hasta cuatro paradas, aunque le salió a la perfección: gracias a su gestión de la primera de ellas, logró ponerse líder de la carrera por delante de Rosberg. Ahí se acabaron las opciones de victoria del resto, con total solvencia del Ferrari del español hasta que se completaron las 66 vueltas de rigor.

Su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, completó un día perfecto para los de Maranello gracias a su tercer puesto. En medio de los dos bólidos rojos, el Lotus de Raikkonen, que había salido cuarto. ¿Qué más podía pedir la afición local? Nadie había ganado en Montmeló partiendo desde la quinta posición de la parrilla hasta que Alonso lo hizo ese domingo. Fue la tercera vez en la que se impuso en suelo español (antes, Montmeló 2006 y Valencia 2012), y lo celebró como tocaba: ondeando la bandera nacional.

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De hecho, la celebración de Alonso con la enseña española le obligó a declarar ante los comisarios, ya que había parado el coche para poder cogerla y mostrarla en la vuelta de honor. Poco le importó, embargado como estaba por la emoción de ser profeta en su tierra. Nadie podía predecirlo entonces, pero aquella victoria número 32 sería la última tanto en Ferrari en particular como, por ahora, en la Fórmula 1 en general.

¿Cuándo llegará la 33?

Alonso también fue segundo a la conclusión de aquel Mundial, cayendo hasta el sexto puesto final entre los pilotos en 2014. A partir de 2015, empezaría todo un calvario para él, ya que no volvió a codearse con los mejores de forma constante hasta este año: 17º, 10º, 15º y 11º en la general durante sus cuatro campañas en McLaren (2015-2018) y 10º y 9º del mundo mientras pilotó en Alpine (2021 y 2022). Más allá de una última temporada en Ferrari que sí le otorgó dos podios, sólo había vuelto a estar en la foto final en un único Gran Premio (tercero en Catar 2021) antes de volver a abonarse a la élite.

Demasiados años de sequía para un Alonso que es capaz de todo cuando está al volante de una máquina con posibles, como ocurre en la actualidad. Ser el primero entre los mortales tras los Red Bull de Max Verstappen y Checo Pérez le permite soñar, ya superados los 100 podios en la Fórmula 1, con llevarse carreras otra vez. Quién sabe si no lo logrará, como es su ilusión, en el tríptico europeo que se avecina, ya que el Gran Premio de España está ahí.

Fernando Alonso celebra su último podio, en el Gran Premio de Miami (Jasen Vinlove-USA TODAY Sports)
Fernando Alonso celebra su último podio, en el Gran Premio de Miami (Jasen Vinlove-USA TODAY Sports)

“El coche es increíble. A principio de año, un podio era algo increíble, pero ahora queremos más. A lo mejor, un segundo lugar. Los Red Bull son irrompibles, son rapidísimos. Quizá en Mónaco, quizá en Barcelona tengamos una oportunidad”, llegó a declarar Fernando a la conclusión del Gran Premio de Miami. Lo que resulta evidente es que tanto su concurso como el de Carlos Sainz, aunque más dubitativo, han colocado la expectación por las nubes de cara a la nueva cita del Mundial con Montmeló.

Ya se habla del Gran Premio de España venidero como “uno de los mejores” (en palabras de Sainz) y la oportunidad de ver a Alonso en el primer cajón del podio en idéntica carrera a la que le encumbró por última vez puede ser inmejorable. ¿Habrá 33 en la 33ª edición de la prueba? Queda menos de un mes para saberlo.

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