Qué es el riesgo país educativo y qué situación atraviesa Argentina

El presidente de Educar 2050, Manuel Alvarez Trongé, disertó ayer sobre las tres dimensiones clave de la educación nacional en un evento organizado por el Rotary Club

Compartir
Compartir articulo
El presidente de Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé (Fotos: Gustavo Gavotti)
El presidente de Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé (Fotos: Gustavo Gavotti)

El presidente de  la asociación civil Educar 2050, Manuel Alvarez Trongé, disertó ayer sobre “La educación argentina y el riesgo país. Emergencia y oportunidad,” en el marco del almuerzo del cambio de autoridades del Rotary Club.

Álvarez Trongé señaló: “Así como el riesgo país es una herramienta económica para inversores externos, el riesgo país educativo es una medida para que entendamos los desafíos que tenemos los argentinos que hemos decidido invertir en nuestra patria, para los inversores internos que quieren el desarrollo de su nación. Y la medida de ese riesgo se da siguiendo tres datos centrales que reflejan, entre otros, el estado de situación de la calidad educativa de nuestro país”

El presidente de la asociación civil se refirió a tres dimensiones que tiene que ver con el riesgo educativo: la cantidad de alumnos que no egresan del ciclo obligatorio, a la calidad de los aprendizajes  y a las diferencias educativas entre niveles socioeconómicos (equidad).

En cuanto al abandono, previo a la pandemia causada por el COVID -19, unos 360.000 alumnos de primaria y secundaria no se volvían a matricular en el ciclo lectivo siguiente. Esa cifra se vio agravada por la suspensión de las clases presenciales durante 2020 y se calcula que hay alrededor de un millón de alumnos que están en riesgo de no reincorporarse al sistema educativo.

La calidad de los aprendizajes también se vio agravada por la pandemia, y se calcula internacionalmente que el aumento en la proporción de alumnos por debajo del nivel mínimo de rendimiento podría incrementar en 16 puntos porcentuales.

Y por último en cuanto a la equidad, previo a la pandemia, y según datos de la prueba Aprender de 2019, el 33% de los alumnos de nivel socioeconómico bajo tuvieron desempeños por debajo del nivel básico en Lengua, mientras que entre los alumnos de nivel socioeconómico más alto, la cifra es del 9%.

En matemática, la brecha fue del 40% en puntos porcentuales. El 64% de los alumnos de nivel socioeconómico bajo tuvieron resultados por debajo del nivel básico en matemática. En los estudiantes de nivel socioeconómico más alto, esa cifra fue del 24%. En 2020, el porcentaje de alumnos que consideró que aprendió “nada, o muy poco” aumentó en 15 puntos porcentuales al comparar el total de estudiantes con aquellos que pertenecen de hogares que no cuentan con acceso a internet.

Frente a esta situación tan compleja, Álvarez Trongé habló de las oportunidades que la crisis sanitaria abrió: en primer lugar a tomar conciencia del problema. Abogó por una mejora en el acceso a la tecnología y a la conectividad necesaria para todos los alumnos; la valoración y acompañamiento del rol docente como actores fundamentales del sistema educativo, la necesidad de un cambio profundo del sistema educativo que no resiste a maquillajes de forma y de un plan de acción integral, con consensos, incluyendo a todos los sectores de la sociedad.