El giro de los dólares al exterior para el pago de bonos en enero y el nuevo escenario con el FMI alentaron al mercado

Los títulos de la deuda anotaron nuevas subas y el riesgo país bajó hasta los 1.400 puntos básicos ante los trascendidos de la transferencia en la próximas de USD 1.500 millones, además del impulso por la expectativa de un nuevo acuerdo con el Fondo en los próximos meses

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A la inversa de lo que ocurre en los dólares financieros, donde las cotizaciones se mantienen a raya e incluso a la baja por imperio de la intervención oficial que se incrementó en las últimas jornadas dada la mayor presión después de conocido el dato de inflación de agosto, en el mercado de bonos el panorama luce más relajado.

La confirmación del veto presidencial a la nueva ley de movilidad jubilatoria mejoró el clima para las subas que ayer se consolidaron con claridad. El riesgo país bajó hasta llegar a los 1.400 puntos básicos ante dos indicios claros de que no está en riesgo el próximo pago de intereses de los bonos que vencen el 9 de enero.

El primero de ellos es que, según trascendió, está todo listo para la transferencia en la transferencia al Banco de Nueva York en las próximas horas de los USD 1.500 millones como anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, a fines de julio. Ese giro, destinado a calmar la ansiedad de los inversores generada por el plan de emisión cero por el cual el Banco Central se desprende de parte de los dólares comprados a los exportadores, se venía demorando desde entonces. Una de las razones para esa tardanza fue atribuida al análisis técnico sobre las probabilidades de embargo de esos fondos, ante el sinnúmero de demandas judiciales que enfrenta la Argentina en tribunales del exterior.

La conclusión, igual que con la transferencia de parte de las reservas de oro, fue que esos dólares no corrían riesgo. Sin embargo, otros expertos aseguran que la amenaza queda latente por lo que es probable que el Gobierno decida mantener una comunicación de perfil bajo al respecto, con los mismos argumentos sobre la necesidad de confidencialidad que utilizó en su momento el Central para responder al pedido de informes de la oposición sobre los movimientos en oro. Ese contratiempo, en definitiva, podría restar potencia al mensaje para los inversores respecto de la efectiva disponibilidad de las divisas.

El segundo factor es la perspectiva de avances concretos a partir de ahora en la negociación con el Fondo Monetario, que sigue en estado embrionario pero en la que hay depositadas altas expectativas por parte del equipo económico tras el corrimiento de Rodrigo Valdés, el director del Departamento para el Hemisferio Occidental, a quien el presidente Javier Milei cruzó duramente y denunció por “poner palos en la rueda”. Avances concretos en esa negociación facilitarían a su vez la concreción del crédito de bancos internacionales, el REPO que también se anunció a fines de julio con el mismo objetivo de despejar las dudas de los inversores y forzar a la baja el riesgo país.

Rodrigo Valdés (REUTERS/Susana Vera/File Photo)
Rodrigo Valdés (REUTERS/Susana Vera/File Photo)

Por lo pronto, ese indicador todavía sigue lejos de los niveles mínimos de abril, cuando llegó a ubicarse en torno a los 1.100 puntos, pero la buena performance de los bonos en dólares de hoy, que anotaron alzas de 1,3% hasta 3%, es una buena señal.

También las acciones tuvieron un buen día, con una suba del Merval de 1,5% y los ADRs, papeles de las empresas que cotizan en Wall Street anotaron cerraron en su mayoría en verde, con alzas de hasta 6 por ciento. En la plaza cambiaria, en tanto, el dólar financiero se mantuvo estable, con una leve baja para el dólar MEP a $1.226 mientras que el CCL cerró sin cambios en $1.254 mientras que el billete informal también bajó a $1.265 para la venta.

Tal vez lo más destacado en materia cambiaria fue este viernes el alto volumen operado, que superó los USD 330 millones en una rueda en la que el Banco Central terminó por desprenderse de USD 89 millones.

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