Los empleados de embajadas extranjeras y jubilados Italianos están entre las víctimas de la pesificación

No hay oferta voluntaria de dólares, sólo exportadores y pesificados porque no tienen alternativa. Acciones y bonos sufren la incertidumbre

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El S&P Merval, el índice de las líderes, perdió 5,62%; cerró en el nivel más bajo de la rueda. Los negocios crecieron 15% a $1.705 millones, señal de que abundaron las manos vendedoras y que no hay interés en tener acciones en sus carteras porque no ven un buen futuro a las empresas locales
El S&P Merval, el índice de las líderes, perdió 5,62%; cerró en el nivel más bajo de la rueda. Los negocios crecieron 15% a $1.705 millones, señal de que abundaron las manos vendedoras y que no hay interés en tener acciones en sus carteras porque no ven un buen futuro a las empresas locales

“Cada día es peor que el anterior”. El desaliento del operador más el estrés que le contagian los inversores, lo resumió en esa frase. En el mercado financiero continuó el derrumbe de las acciones y de los nuevos títulos de la deuda que nacieron hace cuatro días y no conocieron el alza. En ese lapso, perdieron hasta 14% de su valor y elevaron el riesgo país a 1.236 puntos básicos. En cuatro días, el riesgo aumentó 12% y algunos bonos rinden más de 14%. Los bonos más largos tuvieron caídas de 2,44 por ciento. Casi todos los bonos perdieron más de 2% de su valor.

El dólar estuvo contenido, pero siguió firme la demanda porque el ingreso de divisas a la Argentina es una utopía. Nadie, al margen de los exportadores, está dispuesto a traer dólares. Los que no pueden evitar que sus ingresos se pesifiquen son los empleados de las embajadas y los jubilados. El año pasado podrían cobrar en dólares, pero ahora se los pesifican al tipo de cambio oficial de 79 pesos.

Lo que no ha podido evitar el cepo es la salida de empresas del país y la fuga de divisas por nuevos mecanismos que incluyen trampas en el comercio exterior. Donde hay prohibiciones, hay corrupción.

Los dólares alternativos tuvieron escasos negocios y comportamientos opuestos. El dólar Bolsa o MEP cayó $ 1,28 a $ 126,33 pero con negocios por USD 35 millones. El contado con liquidación subió 50 centavos a $ 132,40 con un volumen operado de USD 50 millones.

El dólar libre se fue reacomodando y tuvo oscilaciones que lo llevaron a $ 140. La característica fue la ausencia de vendedores. El hecho de que los bancos sigan sin hacer operaciones de dólar ahorro le quitó un importante flujo de fondos a esta plaza. Pero como la nueva reglamentación elimina una considerable cantidad de compradores del cupo de USD 200 mensuales, en cualquier momento va a crecer la demanda del “blue” porque va a ser el único dólar que van a poder conseguir los que no tienen acceso a los dólares alternativos, donde los montos mínimos que se exigen son elevados.

El dólar en bancos y casas de cambio subió 4 centavos a $79,59 lo que elevó el precio del dólar ahorro a $130,70 pero sin operaciones. Donde la pasó mal el Banco Central fue en la plaza mayorista donde sacrificó casi USD 100 millones para abastecer a los importadores y empresas. Los negocios alcanzaron a USD 310 millones y el dólar mayorista subió 7 centavos a 75,32 pesos.

Los nuevos títulos de la deuda que nacieron hace cuatro días y no conocieron el alza. En ese lapso, perdieron hasta 14% de su valor y elevaron el riesgo país a 1.236 puntos básicos
Los nuevos títulos de la deuda que nacieron hace cuatro días y no conocieron el alza. En ese lapso, perdieron hasta 14% de su valor y elevaron el riesgo país a 1.236 puntos básicos

Las reservas quedaron tocadas por la venta. Perdieron USD 48 millones y quedaron en USD 42.473 millones. La caída no fue mayor por la suba del oro de 0,65% a USD 1.962,50 y por la fortaleza del euro frente al dólar. Ambos activos atenúan la caída de las reservas. Cuando dejen de subir, se verá el problema en su real magnitud.

Las Bolsas del mundo la pasaron mal por el pesimismo de los inversores ante las palabras del titular de la Reserva Federal, Jerome Powell que si bien anunció que las tasas seguirán próximas a cero hasta que haya insinuaciones de más inflación, no cree en una reactivación cercana porque todo depende de que se encuentre la fórmula para combatir la pandemia. A esta frase pesimista, se sumó el pedido de subsidios de desempleo que, si bien bajó respecto a los de la semana pasada, estuvieron por encima de lo que estimaban los analistas de los grandes fondos de inversión. Así, los inversores buscaron refugio en el oro y en los bonos del Tesoro que bajaron su rendimiento a 0,68%. Lo peor pasó por el Nasdaq, el índice de las acciones tecnológicas, que perdió 1,27%. El Dow Jones bajó 0,47% y el S&P 500, 0,84%. Las Bolsas de Europa también cerraron en rojo.

En la Argentina, estas caídas no influyeron porque la plaza está absolutamente desacoplada del mundo y sumó la quinta rueda de bajas. El S&P Merval, el índice de las líderes, perdió 5,62%; cerró en el nivel más bajo de la rueda. Los negocios crecieron 15% a $1.705 millones, señal de que abundaron las manos vendedoras y que no hay interés en tener acciones en sus carteras porque no ven un buen futuro a las empresas locales. Las noticias diarias de cierre o salidas de compañías de la Argentina, desalientan la inversión de riesgo.

Los papeles de mejor comportamiento en ruedas anteriores, fueron los que más padecieron. Aluar (-11,94%), Ternium (-9,36%) y BYMA (-9,31%) lideraron el ranking.

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- se desplomaron. La caída la encabezó Loma Negra (-7,21%) seguido por Banco Supervielle (-7,05%) e YPF (-6,19%).

La rueda de hoy no promete ser mejor. El desaliento es grande. El bloqueo para operar en dólares le está jugando en contra a los mercados. En ese contexto, todos los que generan ingresos en el exterior los depositan en cuentas extranjeras y usan el contado con liquidación para ingresarlos. Otros, directamente, los acumulan y aumentan sus tenencias de dólares en el extranjero desoyendo los ruegos de Miguel ángel Pesce, el presidente del Banco Central. Tampoco escuchan la sentencia presidencial de que los dólares son para producir, no para especular. Los tenedores de dólares disienten: el dólar es para refugiarse de la incertidumbre que ocasionan las nuevas reglas de juego.

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