Alberto Fernández condiciona los pagos de los bonos que vencen en 2020 al acuerdo con los fondos de inversión

El Presidente endureció su estrategia de negociación y sólo cancelará las obligaciones que se incluyan en el canje de títulos que propuso a los acreedores privados

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Alberto Fernández en la quinta de Olivos cuando anunció la extensión de la cuarentena
Alberto Fernández en la quinta de Olivos cuando anunció la extensión de la cuarentena

Alberto Fernández mantiene los dos principios básicos de su estrategia de negociación con los fondos que invirtieron 66.000 mil millones de dólares en títulos soberanos de la Argentina: apuesta a evitar el default y sólo pagará si no implica profundizar la crisis económica y social.

Al otro lado de la mesa, los bonistas que operan en Wall Street exigen reformas a la oferta oficial que el Presidente y su ministro de Economía, Martín Guzmán, rechazan in limine. Los acreedores privados pretenden que se elimine la quita de capital, que se achique el período de gracia y que se paguen los intereses desde 2021.

Durante el fin de semana, Guzmán mejoró en un diez por ciento la oferta oficial y dispuso que el Valor Presente Neto (VPN) de los bonos quedara en 44 centavos por dólar. Ese gesto del ministro fue relativizado por los fondos de inversión y después replicaron que la propuesta de canje debía llevar el VPN de los títulos a una cifra cercana a 60 centavos por dólar.

El sábado en Olivos desayunaron a solas Alberto Fernández y su ministro de Economía. Y a continuación se agregaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. En ese largo cónclave, el presidente decidió una hoja de ruta que está aplicando a rajatabla.

infobae

El primer punto de la hoja de ruta fue confirmar que Guzmán era el único negociador de la deuda con los acreedores privados. “Guzmán es Alberto”, explicaron a Infobae cuando se preguntó en Olivos si el ministro de Economía continuaba liderando las negociaciones con los bonistas bajó legislación internacional.

A continuación, como segundo tramo de la hoja de ruta, Alberto Fernández ratificó que no quiere el default, que negocia de buena fe y que su límite es la sustentabilidad de la deuda. Es decir: pagar a los acreedores privados no puede significar un nuevo plan de ajuste económico.

Cumplidos los pasos uno y dos de la hoja de ruta, Guzmán regresó a su despacho del Palacio de Hacienda y abrió un nuevo capítulo de la negociación con los fondos. El ministro lucía apagado -apenas había logrado menos del 20 por ciento de adhesión de la oferta oficial- y en esas reuniones con video conferencia adelantó que estaba dispuesto a mejorar la propuesta y a escuchar las sugerencias de los acreedores privados.

Mientras Guzmán negociaba con los bonistas, su equipo técnico redactaba la resolución que extendía la vigencia de la oferta desde el 8 al 22 de mayo. En esos 14 días, el ministro y los acreedores privados debían llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.

El 22 de mayo, como nuevo límite a la existencia formal de la propuesta, no es una fecha casual. Ese día vencerán los intereses del Bono Global. Son 503 millones de dólares que debieron pagarse el 22 de abril y que quedaron en período de moratoria por 30 días corridos.

En Wall Street no aceptaron la oferta oficial de la Argentina y propusieron reformas que Alberto Fernández y Martín Guzmán no aceptaron
En Wall Street no aceptaron la oferta oficial de la Argentina y propusieron reformas que Alberto Fernández y Martín Guzmán no aceptaron

-¿Si no hay acuerdo con los bonistas al 22 de mayo, Argentina paga el vencimiento del Global?-, preguntó Infobae a un miembro del gobierno que conoce todos los secretos de la negociación.

-No paga.

-¿Y que pasará con los otros vencimientos del 2020?

-Entra todo en la reestructuración.

-¿Puede ocurrir que cierren el canje con los titulares que aceptaron la oferta y después abran una nueva negociación?

-Igual estarías en default...

-Pero tendrían una alicuota de los tenedores...

-Una vez que estás en default, el daño está hecho. El reloj de arena le corre a los bonistas, veremos

Alberto Fernández apuesta a la negociación con los bonistas y evitar un nuevo juicio de default en los tribunales de New York. Esa es la instrucción a Guzmán, lo que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y lo que se transmite desde la embajada argentina en Washington a la Casa Blanca.

El Presidente desea pagar, pero no quiere un ajuste post crisis COVID-19.

En este contexto, si la negociación continúa trabada como hasta ahora, Alberto Fernández ya tomó la decisión política: no paga. Nada. Ni el cupón del Global, ni cualquier otro título soberano que venza durante el 2020.

Argentina caería en default. A partir del 22 de mayo.

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