El euro pierde fuerza en Colombia y podría seguir a la baja: así cerró el 5 de agosto

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 5 de agosto de 2025 en un promedio de $4.733,49, registrando una caída de $4,93 frente a la sesión anterior, lo que equivale a una variación diaria de -0,10 %.

Durante la jornada, la moneda europea alcanzó un máximo de $4.933,94 y un mínimo de $4.256,99, reflejando una alta volatilidad en el cruce EUR/COP. A pesar de que no se registraron máximos históricos recientes, el descenso en el precio del euro responde a una combinación de factores externos y locales que siguen presionando el tipo de cambio a la baja.

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Con relación a la última semana, el euro marca una bajada 0,8%; pese a ello desde hace un año mantiene aún un ascenso del 3,38%.

Si comparamos el dato con jornadas pasadas, invirtió el resultado de la jornada anterior, en el que cerró con un descenso del 1,07%, siendo incapaz de asentar una tendencia clara recientemente. Con referencia a la volatilidad de la última semana, es inferior a los datos logrados para el último año (15,18%), por lo que está teniendo un comportamiento más estable de lo habitual en los últimos días.

Comportamiento del mercado

A pesar de no registrar cifras récord, el descenso en el valor del euro refleja una tendencia bajista sostenida desde finales de julio, influenciada por factores tanto internacionales como locales que han favorecido la apreciación del peso colombiano. En los mercados globales, el euro mostró debilidad frente al dólar y frente a monedas emergentes como el peso colombiano, debido a señales de desaceleración en la eurozona y a la creciente expectativa de recortes de tasas por parte del Banco Central Europeo.

Al mismo tiempo, el peso colombiano ganó terreno gracias a la decisión del Banco de la República de mantener su tasa de interés en 9,25%, un nivel atractivo para inversionistas que buscan rendimiento en mercados emergentes. Esta combinación de tasas altas y estabilidad macroeconómica incentivó el ingreso de capitales y la demanda de pesos, ejerciendo presión a la baja sobre el euro.

La amplitud del rango de negociación, con más de $675 de diferencia entre el mínimo y el máximo diario, sugiere ajustes significativos en portafolios internacionales y movimientos especulativos que responden a la incertidumbre del panorama global. De continuar esta tendencia, es posible que el euro mantenga su senda descendente frente al peso, aunque cualquier giro en la política monetaria europea o cambios en el flujo de capitales podría alterar el escenario. Por ahora, el comportamiento del EUR/COP refleja el momento de fortaleza relativa que atraviesa la moneda colombiana en medio de un entorno global de cautela y ajustes.

¿Qué esperar del EUR/COP?

El cruce euro/peso colombiano (EUR/COP) atraviesa una fase de debilidad prolongada, marcada por una caída sostenida que ha llevado a la divisa europea a perder posiciones frente a una moneda colombiana fortalecida por factores locales y externos.

A pesar de que el euro mostró intentos de recuperación desde los mínimos recientes, continúa operando por debajo de niveles clave como los $4.800, reflejando una tendencia bajista que se afianza con cada jornada. El peso colombiano, respaldado por una política monetaria que mantiene tasas elevadas y por una mayor entrada de capitales de portafolio, ganó tracción frente al euro incluso en medio de un contexto internacional complejo.

Desde la perspectiva europea, la incertidumbre sobre la política monetaria del Banco Central Europeo introduce mayor volatilidad en el euro. Aunque el repunte en los precios al consumidor en julio sorprendió al alza, no ha sido suficiente para revertir la expectativa de un posible recorte de tasas en 2026. A esto se suma la presión de un dólar que intenta estabilizarse, lo que reduce aún más el atractivo del euro en mercados emergentes.

Como resultado, el peso colombiano se posiciona como una alternativa más sólida en el corto plazo, lo que podría mantener el EUR/COP presionado a la baja si no cambian los fundamentos en Europa o no se presentan choques externos que alteren el apetito de riesgo.