De acuerdo con un informe emitido el jueves 12 de diciembre por el Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la lucha contra el terrorismo en 2023, el terrorismo sigue siendo una preocupación de seguridad en el hemisferio occidental.
Aunque las organizaciones terroristas transnacionales tienen una presencia limitada, grupos locales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Segunda Marquetalia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) en Colombia y Venezuela, son consideradas las amenazas más significativas en la región.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
“Los grupos nacionales o de orientación local, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Segunda Marquetalia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) en Colombia y Venezuela, y Sendero Luminoso en Perú, continuaron siendo las amenazas terroristas más significativas de la región. La corrupción, las instituciones gubernamentales débiles, la insuficiente cooperación interinstitucional, la legislación deficiente o inexistente y los recursos limitados siguieron siendo obstáculos para mejorar la seguridad en 2023″, señala textualmente el reporte.
El documento del Departamento de Estado señala que la corrupción, las instituciones gubernamentales débiles y la falta de cooperación interinstitucional son obstáculos para mejorar la seguridad. Sin embargo, reconoce avances relevantes en los esfuerzos contra el terrorismo y en la cooperación regional. “Los gobiernos del hemisferio lograron avances significativos en sus esfuerzos contra el terrorismo y fortalecieron la cooperación regional contra este flagelo”, agregaron.
En Colombia, Perú y Venezuela, la actividad terrorista persiste. Grupos como Segunda Marquetalia, las disidencias de las Farc-EP y el ELN continúan perpetrando actos de terrorismo, incluyendo atentados con explosivos, secuestros y ataques contra infraestructuras públicas y civiles. Estos actos también afectan a excombatientes desmovilizados de las Farc-EP y a instalaciones militares y policiales.
El informe también subraya que Hezbolá continúa su actividad en el hemisferio occidental. El documento destaca que el grupo, con sede en Líbano y respaldado por Irán, sigue recaudando fondos a través de sus simpatizantes en países como Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Perú y Estados Unidos. En Brasil, las autoridades desbarataron un intento de ataque a la comunidad judía y expusieron esfuerzos de reclutamiento de la organización.
“Los simpatizantes de Hezbolá buscan generar financiamiento mediante actividades lícitas e ilícitas y luego transferirlo a la sede del grupo para avanzar en su agenda maligna. En los últimos años, se han identificado simpatizantes y miembros de Hezbolá en Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Perú y Estados Unidos. En 2023, las autoridades brasileñas desbarataron un intento de Hezbolá de atacar a la comunidad judía y expusieron los esfuerzos de reclutamiento de la organización en Brasil”, se lee en el informe.
El informe destaca la importancia de la cooperación internacional para enfrentar estas amenazas y mejorar la seguridad en la región. A pesar de los desafíos, los gobiernos del hemisferio han logrado avances en la lucha contra el terrorismo, fortaleciendo la colaboración regional para enfrentar este flagelo.
Aumento del 9% en integrantes de grupos armados en Colombia
En Colombia, la violencia sigue siendo un desafío significativo, con un aumento del 9% en el número de integrantes de grupos armados ilegales en comparación con el año anterior, alcanzando un total estimado de 18.334 miembros hasta junio de 2023. Estos grupos, entre los que se encuentran el ELN, las disidencias de las Farc, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo, continúan expandiendo su influencia en diversas regiones del país, afectando tanto a las comunidades locales como al sector productivo.
Un mapa en poder de la fuerza pública revela cómo estos grupos armados se distribuyen y enfrentan entre sí por el control de rentas ilegales en todo el territorio nacional. El ELN mantiene una fuerte presencia en el nororiente del país, especialmente en Norte de Santander, así como en regiones del occidente como Chocó y Arauca. Este grupo también se organiza en “Frentes de Guerra”, con el Frente de Guerra Oriental operando en Arauca, Casanare, Norte de Santander y áreas fronterizas con Venezuela, rutas clave para el narcotráfico.
Por otro lado, el Estado Mayor Central, surgido de la fractura de las disidencias de las Farc, se muestra en color amarillo en el mapa y tiene influencia en zonas como Meta, Guaviare y el sur del país. La Segunda Marquetalia predomina en el pacífico colombiano, en departamentos como Nariño, Cauca y Putumayo.
El Clan del Golfo tiene una fuerte presencia en el Caribe, en departamentos como Bolívar y Atlántico, así como en Antioquia, Córdoba y Chocó. En las regiones centrales de Colombia, varios grupos armados compiten por el control de territorios y actividades ilegales.